Octubre reafirma la autenticidad de la cultura cubana. Desde las primeras líneas de un himno de lucha en el siglo XIX hasta la más reciente creación artística,  Cuba es expresión de sonoridad, virtuosismo y mezcla divina de ron, tabaco, rumba, guaracha y mambo.

Este año las celebraciones por el Día de la Cultura Cubana atrajeron hacia la ciudad de Holguín a la orquesta Yumurí y sus Hermanos, defensora de los más genuinos ritmos populares.

“La música cubana es alegría, la que se hace en vivo y se suda encima de una tarima”. Foto: Juventud Rebelde
 

Como parte de una gira por el oriente del país y en conmemoración del aniversario 30 de la empresa Artex (Promociones Artísticas y Literarias S.A.), la agrupación deleitó al público en el complejo cultural Plaza Camilo Cienfuegos.

El director de la agrupación Moisés Valle, también conocido como Yumurí, reafirmó que “la música cubana es alegría, la que se hace en vivo y se suda encima de una tarima”. El carisma y la elocuencia de Valle afloran en cada presentación. Su proyección escénica y habilidad para las improvisaciones le imprimen un sello único a este grupo musical que se ha ganado el afecto del pueblo por más de dos décadas.

“Yo me siento joven todavía, tengo sueños por cumplir y deseos de abarcar todos los géneros en producciones discográficas futuras. La banda muestra una imagen renovada, se han incorporado artistas jóvenes interesados en enaltecer la creación de Yumurí y sus Hermanos con elegancia y maestría”, afirmó el director de la agrupación.

En su camino de éxitos y proyecciones se impone conocer qué representa para Moisés Valle la cultura de esta Isla, a la que ha representado en países como Japón, Suiza, Francia, México y Colombia. “La cultura constituye identidad, y el cubano se distingue en cualquier parte del mundo por la forma de caminar, la gestualidad, el baile y nuestra manera de crear”, sentenció.

Cada entrega de Yumurí se convierte en espectáculo, dotado de un atinado repertorio, la calidad de las interpretaciones y la armonía del conjunto. Su jovialidad revela complicidad con la audiencia. “Tengo un sano orgullo, porque la gente me quiere. Eso es lo más grande que he logrado en este tiempo. De Holguín atesoro muy gratos recuerdos. El público holguinero es cariñoso, exigente, culto y conocedor de la música”, acotó.

La orquesta no se detiene, el pueblo cubano seguirá siempre el compás de Yumurí y sus Hermanos,  pues resulta un emblema de cubanía que en cada concierto invita “a guarachar”.