Falleció Rubén Breñas hace un rato. Recuerdo la simpatía que provocaba su carácter jovial, su humor sarcástico, su ironía; siempre a la espera del momento oportuno para decir la frase lapidaria y combustible que nos hacía tanto bien, porque además, era un hombre culto. Le pude decir cuánto lo admiraba. Los actores de raza escasean y él era uno de ellos. Bravo, Rubén Breñas. ¡Vuela alto, mi socio!

Tomado del perfil de Facebook del autor

1