Virginia Guantanamera en el Jazz Plaza
Quienes la han escuchado saben bien que es muy versátil. Por ello, resulta tan difícil encasillarla en un género musical. Como bien dice ella: todo lo ha ido fusionando.
Esta vez, como otras tantas, Virginia Guantanamera regresa desde Islas Canarias con el pretexto de regalar y regalarse jazz.
“El jazz es un estilo libre y amplio, donde actualmente tienen cabida muchos estilos y corrientes. Es en esta variedad donde encuentro una fusión entre la música cubana y el jazz”, dice en exclusiva para La Jiribilla.
Al preguntarle a la intérprete por sus referentes dentro de la música cubana, prefiere decantarse por los históricos como Chucho Valdés e Irakere.
No obstante, Virginia muestra mucha confianza en los talentos del patio y cree que el reconocimiento de la música de Cuba está garantizado en todo el mundo.
“Una de las cuestiones más interesantes de esta edición 37 radica en la forma híbrida en que está transcurriendo: presencial y en streaming. Esto resulta muy positivo para que el Jazz Plaza siga siendo referente mundial”, afirma.
“El jazz es un estilo libre y amplio, donde actualmente tienen cabida muchos estilos y corrientes. Es en esta variedad donde encuentro una fusión entre la música cubana y el jazz”.
Virginia prefiere compartir la idea de que en los últimos 20 años de jazz más que diferencias hay evolución. “Los intérpretes actuales han tomado el legado de aquellos que popularizaron el latin jazz”.
Por estos días la jornada invita a empaparnos de diversos sonidos. Aunque en palabras de la entrevistada a una buena pieza de jazz nunca deben faltarle creación, libertad e improvisación.
Virginia Guantanamera volverá a otras ediciones, porque al Jazz Plaza siempre da ganas de regresar; no en vano constituye una de las fiestas más importantes de la música cubana.