Violeta Casal, la voz femenina de la emisora rebelde
Ricardo Martínez, fundador de Radio Rebelde, recordaría:
“Violeta era muy bonita, muy sensible y muy profunda en sus convicciones patrióticas. Al principio ella pensó trabajar de maestra en la Sierra, pero Fidel le dijo: No, tú vas para Radio Rebelde”.
¡Aquí Radio Rebelde desde el Territorio Libre!
Ricardo Martínez, Orestes Valera, Guillermo Pérez, Violeta Casal y Jorge Enrique Mendoza. Tales fueron los nombres tras la voz que llegaba desde las montañas y se escuchaba clandestinamente como portadora de un amanecer de esperanza.
Violeta Casal fue la voz femenina de Radio Rebelde. La actriz establecida en el teatro y la televisión cubana había tomado la decisión de abandonar la vida citadina para subir a la Sierra Maestra. Violeta sufría la persecución policial y se había visto obligada a abandonar la escena después de participar en la huelga de abril de 1958 y ser detenida.
Recrudecida la represión policial, salió de La Habana y al cabo de un azaroso periplo llegó a la Sierra Maestra a lomo de mulo. Mucho más allá de la voz, la presencia de Violeta Casal en el equipo de locutores de Radio Rebelde era la confirmación de que la mujer cubana reclamaba su espacio en la lucha insurreccional.
Después del triunfo de la Revolución, en 1961, junto con Asenneh Rodríguez, Carlos Ruiz de la Tejera, José Antonio Rodríguez, Vicente Revuelta y otros actores, funda el Conjunto Artístico Nacional, con el objetivo de contribuir a la formación de actores mediante la impartición de talleres de danza, de expresión corporal y de música, que redundara en un mejor aprovechamiento de las capacidades del cuerpo y de la utilización de sus posibilidades tanto físicas como espirituales.
“La presencia de Violeta Casal en el equipo de locutores de Radio Rebelde era la confirmación de que la mujer cubana reclamaba su espacio en la lucha insurreccional”.
Una de las actuaciones más recordadas de Violeta Casal fue en la obra La madre, adaptación de Bertolt Brecht de la obra original de Máximo Gorki, que se presentó en salas de la capital, de las provincias y también al aire libre, como manera de cultivar la interrelación entre los artistas y los obreros y la población en general que no acostumbraba a asistir al teatro, pero era capaz de emocionarse por igual ante una puesta escénica. La actriz se desempeñó por varios años como directora de la emisora Radio Rebelde.
Su deceso ocurrió el 28 de octubre de 1992, a los 76 años y fue sepultada en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en el Cementerio de Colón.
Nacida en Matanzas el 26 de marzo de 1916, Violeta Casal se graduó de doctora en Filosofía y Letras, y en Pedagogía, cursadas ambas carreras en la Universidad de La Habana; también cursó estudios en la Academia de Arte Dramático.
Desde inicios de la década del 40 fue una actriz de mucho quehacer en el Patronato de Teatro y en el Teatro Universitario. Con el grupo Las Máscaras protagonizó obras de Federico García Lorca y fue dirigida por los más importantes directores de la escena cubana. Estuvo presente en la inauguración de la Sala Arlequín con la obra Veinticuatro rosas rojas. Además, actuó para públicos de México, Guatemala y España.
Dotada de gran cultura y talento, Violeta protagonizó alrededor de 60 obras de teatro de la literatura universal, estuvo considerada entre las primerísimas actrices de los años cincuenta y ganó el Premio Talía, de teatro, correspondiente a 1949.
Paralelamente con la actuación impartió clases de Ciencias Sociales en la sesión nocturna de la Escuela Normal para Maestros de La Habana, donde también montó obras entre los alumnos.
Tal es sucintamente el currículo de la actriz que subió a la Sierra Maestra para sentar pauta en la locución cubana.
En el afán de transitar contra el olvido hemos redactado estos apuntes.