Con un programa de conciertos que incluyó temas clásicos y populares, la Orquesta Sinfónica de Holguín (OSH) celebró su aniversario 20 en el Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, con la calidad que este colectivo ha demostrado en el escenario musical cubano.

Dirigida por el maestro Oreste Saavedra —quien fuera su director musical entre 2003 y 2018, y que ahora desempeña el rol de director titular, precedido por Cecilio Gómez Bauzá y Harold Ricardo Corella—, la OSH protagonizó un concierto memorable por varias razones: el repertorio seleccionado, que logró un equilibrio entre las piezas sinfónicas y operísticas y los temas de origen popular; el desempeño de sus músicos (en gran parte jóvenes egresados de las aulas del Conservatorio de Música José María Ochoa), y el acompañamiento de solistas e intérpretes líricos invitados en varias de las piezas. A todo ello se suma la experiencia y el talento de Oreste Saavedra.

El programa, que inició con “Egmont”, de Ludwig van Beethoven, y finalizó con “Bacanal”, de la ópera Sansón y Dalila, de Camille Saint Saens, contó con la excelente interpretación de “Granada” por el tenor Yuri Hernández. Se trata del conocido tema que el mexicano Agustín Lara le dedicó a esta ciudad andaluza y que hiciera popular el cantante y actor Pedro Vargas. La pieza también ha sido interpretada por grandes voces como las de José Carraras, Plácido Domingo, Pavarotti y Alfredo Krauss.  

Además, la Orquesta —no como acompañante, sino como protagonista de la noche— nos hizo partícipes de “Por una cabeza”, del dúo de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, en la voz de Camilo Hijuelos, Roberto Carlos Martínez y Carlos Manuel González. Asimismo, fueron cantadas reconocidas piezas como “Nessun Dorma”, de Turandot, de Puccini, por Yuri Hernández, Héctor Rodríguez, Camilo Hijuelos y Roberto C. Martínez, y “Ausencia”, de nuestro Gonzalo Roig.

El concierto incluyó “Te extraño”, de Armando Manzanero, por la solista Patricia Fonseca; “La lista de Schindler”, de John Williams, por la concertino Beatriz González; “El día que me quieras”, también de Gardel-Le Pera (con arreglos del propio Saavedra), por la solista Isabel Torres; “Over the Rainbow”, de Harold Arlen y Yip Harburg, del icónico filme El mago de Oz (1939), que obtuvo el Oscar a la mejor canción original, y “E lucevan le stelle”, de la ópera Tosca, también de Puccini. Igualmente fue interpretado “Labios mudos”, tema de la opereta La viuda alegre, de Franz Lehar, obra estrenada el pasado año por el Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín, con la participación de la OSH. Con esta pieza teatral la Orquesta se presentó a inicios de 2020 en escenarios de La Habana y Matanzas, además del Eddy Suñol.

La edad cumplida no es austera, para nada, aunque las resonancias tangueras (y vimos que hubo tangos en el concierto) digan lo contrario. La OSH ha sabido labrarse, gracias al trabajo y la calidad de sus presentaciones —cosa difícil, sin duda—, un nombre en el panorama sinfónico de la Isla, muchas veces contra todo tipo de adversidades cotidianas. Ese nombre ha venido de la mano de numerosos conciertos, en su mayoría ambiciosos, donde han representado lo mejor del repertorio cubano e internacional. Además, han desarrollado proyectos múltiples, ocupando plazas, teatros, bibliotecas, parques (como las fiestas sinfónicas bajo el atardecer del parque San José y su angelote protector). Al mismo tiempo, importantes directores del país e invitados extranjeros han llevado la batuta de la Orquesta, entre ellos Leo Brouwer, Iván del Prado, María Elena Mendiola, Enrique Pérez Mesa, Guido López-Gavilán, Joaquín Betancourt, Bernard Rubenstein (Estados Unidos), Zhang Yi (China), Guillermo Villareal (México) y Walter Themel (Italia). Desde el foso del teatro o el escenario han acompañado lo mismo al Teatro Lírico Rodrigo Prats que a importantes solistas como Frank Fernández —que es su Solista Emérito—, Vicente Monterrey, Gerardo Alfonso, Harold López-Nussa, Aldo López-Gavilán, Augusto Enríquez, el grupo Compay Segundo, Rubén González y Joaquín Clerch.

Lo que más celebro de la OSH —y que estuvo presente en este concierto de celebración— es su capacidad de reinvención y de trabajo constante en busca de alternativas y crecimiento; consciente de su importancia como factor (y gestor) cultural no solo de Holguín, sino del país. “Cuídenla, cuiden a su Orquesta Sinfónica”, dijo el maestro Frank Fernández en más de una ocasión mientras se presentaba junto a ella. Ese pedido a su protección encierra la importancia vital que este colectivo tiene para una ciudad como Holguín y para el tan necesario crecimiento espiritual de nosotros, su público.