El valioso catálogo Pintura cubana I. Selección de maestros y alumnos, con piezas de 18 artistas contemporáneos, se encuentra a disposición de los amantes al buen arte en el Centro de Información Antonio Rodríguez Morey del Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, donde fue presentado a finales del mes de septiembre del pasado año y posteriormente en el capitalino Museo del Ron, en cuya sala expositiva igualmente se exhibieron estas obras como como parte del Proyecto HB (Génesis Galerías de Arte) en la XV Bienal de La Habana.
Fue inicialmente dado a conocer en el Museo Infanta Elena de Tomelloso
Este volumen fue inicialmente dado a conocer en junio del 2024 en el Museo Infanta Elena de la ciudad española de Tomelloso, donde también, hasta el pasado mes de agosto, se exhibió la muestra de pinturas con notable éxito de crítica y de público.
Cuenta con cerca de 350 páginas e ilustraciones a color y su impresión estuvo a cargo de la Editorial Selvi, de Valencia, España (2024). En su primera parte cuenta con obras de los artistas Yasiel Álvarez, Luis Enrique Camejo, Yudel Francisco Cruz, Gustavo Díaz Sosa, Alejandro Gómez Cangas, Vicente Hernández, Alexis Leyva (Kcho), Gerardo Liranza, Alfredo Mendoza, Víctor Manuel Ojeda, Niels Reyes, Javier Rivero, René Francisco Rodríguez, Dagoberto Rodríguez, Yohy Suárez, Omar Tirado, José Omar Torres y Carlos Zorrilla.

Los 47 trabajos con diferentes técnicas, estilos, tendencias y temas, contenidos en este suntuoso impreso bilingüe (español e inglés), pertenecen a las colecciones Viñas-Gil y Bernardo Quetglas. El resto forma parte de las personales de los creadores, entre los que se encuentran figuras con una sobresaliente trayectoria y jóvenes que despuntan con una brillante carrera dentro del amplio abanico de las artes visuales en Cuba.
Arte producido en Cuba
En un ensayo publicado en este compendio por el reconocido crítico de arte, curador y poeta, Nelson Herrera Ysla, también cofundador del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam y de la Bienal de La Habana, bajo el título de “Venturas de coleccionar”, apunta que “el denominador común del conjunto es sin dudas la pintura, cuyas formalizaciones poseen un registro amplio y diverso, nada sectario ni contradictorio”.
Asimismo, agrega que “los caminos que marcan esta breve selección de obras apuntan a un arte producido en Cuba, por instantes alineado con el contexto, y con espacios inaccesibles de la imaginación, el sueño y una suerte de fantasía emparentada con lo surreal. Observamos una transfiguración de significados que habitan en el interior de cada autor en posesión de mayor libertad creadora”.
También, en la presentación de las respectivas selecciones de obras de los artífices incluidos, aparecen textos (enviados por los propios creadores) de varios críticos.

Joya visual en su género
Considerado una joya visual en su género, “este primer libro contiene un amplio espectro de temas, concepciones y representaciones, tan variado y diverso como nuestra cultura. Posee una nómina amplia y versátil, tanto en cantidad como calidad de obras y autores”, expresó la licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Habana, Meira Marrero Díaz, curadora de este proyecto y crítico de arte para catálogos de artistas, libros de arte y revistas especializadas tanto en Cuba como el extranjero.
Luego de ser presentado en España “el proyecto —subrayó— llegó a la Isla y fui invitada a su presentación en el Museo del Ron. Una vez allí, los artistas e implicados me invitaron al segundo momento expositivo. Accedí honrada y gustosa y me sumé con entusiasmo al trabajo. De la mano de su curadora editorial Iris Gorostola fluyó lo que considero un verdadero reto curatorial en material visual y museográfica; darle luz y sentido a un conjunto de obras que no han sido previamente seleccionadas por mí, pero deben reflejar el sentido del libro y la importancia que dentro del contexto visual contemporáneo tiene tamaño propósito”.

La muestra tuvo una curaduría a cuatro manos
“Es por ello —dijo— que la muestra tuvo una curaduría a cuatro manos entre Iris y yo. Con el mismo nombre del libro, llegó el gran suceso visual habanero a la galería de arte del Museo del Ron”, enfatizó la también curadora del Consejo Nacional de las Artes Plásticas y del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, quien calificó este acontecimiento como “un suceso editorial de alto rigor, que deviene sendas exposiciones de arte y que dejará huellas en la historia del arte insular. Será feliz y obligada referencia para las generaciones de creadores, estudiantes, críticos, curadores y amantes del arte en sentido general”.
Actualmente Marrero Díaz trabaja como prologuista del segundo volumen, que bajo el mismo título “secunda el esfuerzo inicial y tendrá también un momento importante a finales de año 2025 en el mismo recinto, gracias a la entusiasta colaboración, desde el minuto cero, de Havana Club International, que ha acogido las propuestas con apego y profesionalismo”.

José Omar Torres, entusiasta promotor de esta idea
Uno de los más entusiastas promotores de esta idea ha sido el maestro José Omar Torres, de quien se escogió un fragmento de su obra titulada Litoral habanero, 2021 (acrílico sobre lienzo, 123x200cm.), incluida en el libro, para diseñar la página correspondiente al índice y que abre el volumen.
De este artífice actualmente se exhibe, con sonado éxito, su muestra personal colateral a la XV Bienal de La Habana, instalada en los Estudios Abdala, en la barriada capitalina de Miramar, la cual lleva como título Azul, recreado en el poema Azul es la utopía, del Premio Nacional de Literatura 2024, Waldo Leyva Portal, obra lírica asimismo inspirada en el cuadro homónimo de José Omar, quien seleccionó ese texto del también escritor, periodista y diplomático para incluirlo en el catálogo a modo de palabras centrales por su sentido crítico e interpretativo.