Vale la pena asistir por la posibilidad de aprendizaje e intercambios
¿Cuánto tiempo lleva al frente de la Academia camagüeyana?
Ya voy a cumplir 18 cursos al frente de la Academia, y he trabajado con mucho amor. La dinámica de la creación artística, del trabajo con los niños y jóvenes, el conocimiento del arte, el intercambio con los maestros, el aprendizaje, es una labor de amor y entrega, y realmente se me han ido muy rápido estos 18 años.
En la Academia Vicentina de la Torre, de Camagüey, convergen varias escuelas. ¿Cómo transcurre la convivencia entre estudiantes-artistas en formación de diversas especialidades?
Es casi como surgieron las Escuelas de Arte en Cuba. Tenemos Ballet con los dos niveles, elemental y medio; Teatro, Artes Visuales e Instructores de Arte. Ellos conviven muy bien, intercambian constantemente. Los niños pequeños quieren ser como los grandes, y los grandes los cuidan; han fluido muy bien las relaciones personales entre ellos. No hemos tenido conflictos generacionales, se respetan y cuidan sus espacios; el primer parque es de los niños pequeños, Artes Visuales tiene su área, y Teatro tiene la suya; pero a la hora de las actividades ellos intercambian, los pequeños bailan y los grandes aplauden. Me dicen los que estuvieron en la Escuela Nacional de Arte en sus orígenes —tenemos en el claustro al maestro Alberto La Red, de Artes Visuales, quien recuerda con mucho amor esa etapa— que así era en la ENA la convivencia de distintas edades y especialidades.
“La dinámica de la creación artística, del trabajo con los niños y jóvenes, el conocimiento del arte, el intercambio con los maestros, el aprendizaje, es una labor de amor y entrega”.
La Escuela de Ballet de Camagüey participa en la competencia del Encuentro de Academias para la Enseñanza del Ballet. ¿Cómo ha sido la experiencia en el 2023?
El esfuerzo ha sido extraordinario, dadas las condiciones que atraviesa el país; pero estamos aquí con ocho niños y cuatro maestros, y el vicedirector artístico-pedagógico, porque valía la pena asistir después de no haber podido participar el año pasado. Los muchachos están trabajando con mucho interés; presentamos seis a concurso, los otros están en las clases, en los talleres. Ellos están por encima de las dificultades, están contentos, están aprendiendo. Hay temas novedosos, como fue la demostración del trabajo del cuerpo con el método PBT. Asistimos a la conferencia del maestro Miguel Cabrera, a la clase magistral de Ana Julia Bermúdez. Vale la pena asistir por el aprendizaje y el intercambio, ojalá pudiéramos traer más personas. En otros años hemos ganado hasta el Grand Prix, y hemos obtenido oro, plata, menciones. Vamos a ver qué pasa en 2023.