Una nota para un sueño compartido
30/5/2019
La Habana no se da respiro en lo que a la cultura visual respecta. Aún vemos huellas de lo que fuera la XIII Bienal de Arte, y empieza la II Bienal de Diseño. En esta ocasión el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau hace presencia en la misma con una selección de su notorio proyecto de carteles Compartiendo Sueños / Sharing Dreams, inaugurado la pasada noche del miércoles 22 de mayo en la galería Estudio 50, ubicada en Lugareño y Almendares.
Como bien apunta el poeta y documentalista Víctor Casaus en las palabras del catálogo, la presente exposición-homenaje “es el regreso de los sueños compartidos” hace ya más de una década (2004-2008), cuando diseñadores estadounidenses y cubanos se propusieron crear un puente para el entendimiento mutuo y el intercambio útil. En esta ocasión, como en las pasadas ediciones, la nacionalidad de las obras es la amistad y el talento. También la estructura de la exposición sigue los temas que rigieron en las cinco convocatorias anteriores, a saber: Compartiendo sueños (2004), Sueños por la paz (2005), El amor lo conquista todo (2006), Cultura y diseño (2007) y El diseño en la música (2008). En cada uno de los temas relacionados participaron cinco diseñadores por país, lo que hizo un total de casi 70 participantes al término de la última edición en 2008. En la presente exposición, por el contrario, prevalece una visión de conjunto, lo que llevó a una selección de tres carteles por tema, para un total de 30 diseñadores participantes. De ahí que con el presente proyecto se diera un hecho muy particular, cuando los asistentes a la exposición atendieron a un reclamo estético y comunicativo factible de definirse como un remake.
En consecuencia, la selección de carteles que en esta ocasión acogió Compartiendo Sueños / Sharing Dreams, una vez más tuvo la capacidad de mostrarse vital y actuante en toda su aportadora intencionalidad desde un pasado presente, para revivir nuevos sueños e ideas y, sobre todo, una amistad entre dos pueblos con lazos históricos seculares. Ante el enrarecimiento de nuestra compleja época por parte de los que nos dividen, el arte y, en particular, el cartel, devienen medios de aproximación y entendimiento ineludibles. Si algún medio de comunicación visual puede homologarse con el diálogo interpersonal, ese es el cartel. Hijo de la ciudad y la calle, sus mensajes generalizan el acuerdo y, en ocasiones, lo posibilitan. Los carteles de la presente exposición son un buen ejemplo. También una experiencia que no por reditarse deja de tener abiertas todas las posibilidades del encuentro primero. Adscrito a una buena causa, Compartiendo Sueños / Sharing Dreams no es un mero título; fue y es una realidad que siempre estará presente y activa entre los que saben ver. En sueños, a veces, se está más cerca de la verdad.