Espero que la brevedad de estas palabras, no reduzca en lo más mínimo la extensión de mi aprecio y valoración de la obra historiográfica de la Dra. Francisca López Civeira, Paquita, como le decimos con afecto los que hemos tenido la oportunidad de conocerla y recibir la luz de su magisterio.
Constituye para mí un altísimo honor dedicar unas palabras a nuestra querida y eterna profesora. Tuve la dicha de ser su alumno en la carrera de Licenciatura en Historia y luego de compartir con ella múltiples espacios académicos, profesionales y personales, por lo que advierto resulta imposible hablar sin que la emoción y los sentimientos más hermosos no afloren en esta intervención. Y creo que es justo, pues no podemos separar la obra científica que ha aportado la Profesora Emérita de la Universidad de La Habana, del ser humano extraordinario que hoy estamos reconociendo.
“…al reconocer a Paquita como se está haciendo en esta Feria del Libro, no solo la estamos honrando a ella, sino también estamos honrando a Cuba y a los profesionales que desde distintas responsabilidades investigan, enseñan, divulgan y preservan nuestra historia patria”.
Alguien que cuenta ya en su currículum con múltiples premios como docente, científica e investigadora, pero que sigue teniendo su mayor premio en la vida, en la cosecha que ha recibido y seguirá recibiendo de lo sembrado en sus alumnos y cientos de miles de jóvenes a los cuales siempre ha estado dispuesta a ayudar, atender e intercambiar ideas, en los espacios de la FEU, la UJC, el Movimiento Juvenil Martiano, la Asociación Hermanos Saíz y en muchos otros escenarios que se le ha convocado.
Creo sinceramente que al reconocer a Paquita como se está haciendo en esta Feria del Libro, no solo la estamos honrando a ella, sino también estamos honrando a Cuba y a los profesionales que desde distintas responsabilidades investigan, enseñan, divulgan y preservan nuestra historia patria, se honra a su vez a la Universidad de La Habana, institución a la que Francisca López ha entregado todo su saber, sueños, sacrificios y logros, materializados en especial en los cientos de estudiantes que en la carrera de Licenciatura en Historia han crecido profesional y humanamente bajo su influjo.
Durante más de cinco décadas la Dra. López Civeira ha realizado importantes aportes al saber historiográfico, destacándose sus estudios sobre las relaciones Estados Unidos-Cuba; del período que comprende los casi 60 años de república neocolonial burguesa; así como del pensamiento y la obra de José Martí y Fidel Castro. Sus resultados investigativos han sido publicados en más de una veintena de títulos como autora y coautora y en más de doscientos artículos, así como expuestos de manera brillante, en eventos nacionales e internacionales, lo cual la hizo merecedora del Premio Nacional de Historia y de Ciencias Sociales y Humanísticas. Paquita ha sido además coordinadora de obras colectivas que han tenido amplio impacto en el país en la socialización de los conocimientos históricos.

No puedo dejar de mencionar los aportes que ha hecho la Dra. López Civeira al gremio de los historiadores, desde las responsabilidades que ha ocupado en la Unión de Historiadores de Cuba y su participación destacada en los Congresos Nacionales de Historia convocados por la organización.
Pero quisiera destacar un elemento que me parece aún más valioso que todo lo que pudiéramos enumerar de los aportes de Paquita a la ciencia histórica y a las ciencias sociales y humanísticas en general, en ella ha sobresalido una cualidad que considero es vital en un proceso revolucionario como el nuestro, y es que su obra científica no ha estado dirigida ni enclaustrada a una élite ilustrada, sino a lograr lo que el destacado historiador Emilio Roig de Leuchsenring tanto defendió: “llevar la historia al corazón mismo del pueblo”. Ella lo ha hecho con especial dedicación y creatividad no solo en las aulas universitarias, en sus múltiples intercambios con niños, adolescentes y jóvenes ─que también le valió premio Maestro de Juventudes que entrega la AHS─ sino a través de los medios de comunicación y libros que llevan en sí el lenguaje y la didáctica necesaria para llegar a un público mucho más amplio.
“Gracias infinitas Paquita y que siga acompañándonos la utilidad de tus obras y virtudes, para Cuba y el mundo”.
Esa es la ciencia verdadera de raíz humanista y enfoque marxista, aquella que, sin abandonar el método y rigor científico, aspira a la trasformación concreta de la realidad y de los seres humanos como parte indisoluble de ella. Cuando analizamos la obra de Paquita reconocemos de inmediato esas ideas, valores y actitudes de una intelectual comprometida con su tiempo y su país, una cubana y patriota hasta la médula.
Gracias infinitas Paquita y que siga acompañándonos la utilidad de tus obras y virtudes, para Cuba y el mundo.