En el marco de la 15 Bienal de Arte de La Habana, el pasado jueves 9 de enero, tuvo lugar en la Sala Guayza, del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad, la inauguración de la tercera edición de la exposición La raíz indígena. Al igual que en ocasiones anteriores, su curador, el arqueólogo y escultor Carlos Andrés García, ha puesto de manifiesto en la obra de veinte expositores de diferentes períodos de nuestra historia, desde la Colonia hasta nuestros días, la importancia de la cultura aborigen y su creciente incidencia estética y comunicativa en la cultura nacional.

Desde esta perspectiva curatorial, la exposición la inicia la obra de un autor cuasi desconocido de nuestro siglo XIX, el pedagogo matancero Félix Ramos Duarte, cuyos manuscritos tienen el doble interés de ser testimonio de sus investigaciones sobre nuestros aborígenes y, a su vez, estar ilustrados con   encantadores paisajes. En los mismos, Duarte da fe tanto de los tipos constructivos de sus poblados, como del entorno natural en los que se asientan, donde predomina la palma real y la ceiba, a más del río.

Pero, La raíz indígena, es mucho más… En fotografías, grabados, cerámicas y esculturas, no solo presenta obras maestras de nuestra cultura ancestral, como vasijas, asientos, estatuillas y pictografías, sino también muestras de una línea del arte cubano, por lo general poco visibilizada por nuestros medios de comunicación visuales y audiovisuales, que redunda a favor de una visión más coherente e integradora de nuestra historia del arte.

En esta línea, es de citar el llamado “arte neo-taíno” de la década del cuarenta del pasado siglo, que tiene entre sus figuras centrales, investigadores y artistas como Herrera Fritot, Iván Gundrum, Álvarez Moreno y Luis Martínez Pedro.

“(…) esta tercera edición de La raíz indígena, es ya parte integral e inalienable de un movimiento del arte cubano con más de un siglo de trayectoria”.

El interés creativo de “raíz indígena”, lejos de decrecer en las siguientes décadas, se agrandaría con nuevas propuestas plásticas de gran significación estético-comunicativa. Sirva de ejemplo las obras de Jesús de Armas, Ana Mendieta y Carlos Andrés García. Pertinencia histórica y estética, que se ha puesto de manifiesto, una vez más, en una nueva generación de artistas visuales, los cuales han hecho del tema aborigen parte del arte cubano de la contemporaneidad, tal y como se constata en las obras que los representan en la exposición que nos ocupa.

De hecho, esta tercera edición de La raíz indígena, es ya parte integral e inalienable de un movimiento del arte cubano con más de un siglo de trayectoria, el cual aún tributa y alienta con su obrar una realidad que la más actual investigación científica certifica y respalda: la continuidad en nuestra sociedad y cultura de la herencia de nuestros ancestros amerindios.