Una expedición cultural junto a El Fanguito
No fue en modo alguno casual que desde horas tempranas de la mañana del sábado 6 de abril, varios vecinos de la comunidad El Fanguito se reunieran frente a un amplio escenario colocado en una de sus principales calles. Pocos minutos después de las diez, los aplausos y la algarabía de los lugareños anunciaron el arribo de una expedición cultural que incluiría en su travesía a todas las expresiones del arte.
“La Expedición Cultural es una iniciativa del Ministerio de Cultura que se desarrolla de conjunto con el sistema de instituciones nacionales y la Dirección Provincial de Cultura de la Habana. Realizó sus primeras acciones en los inicios de 2023 y se ha mantenido desde entonces hasta la fecha todos los meses en diferentes comunidades de los distintos municipios de la capital. Forma parte del programa de atención diferenciada a comunidades en transformación que viene ejecutando el sistema institucional de la cultura desde hace dos años.
La Expedición Cultural es una iniciativa del Ministerio de Cultura que forma parte del programa de atención diferenciada a comunidades en transformación que viene ejecutando el sistema institucional de la cultura desde hace dos años.
“La Expedición Cultural está conformada por un grupo numeroso de actividades que permite a los artistas y a las instituciones participar, junto a los gobiernos locales y las direcciones municipales de cultura, en la transformación social de las comunidades”, dijo en exclusiva Agustín Adrián Pérez González, director de Programas Culturales del Ministerio de Cultura.
De tal suerte correspondió a la comunidad El Fanguito la expedición cultural programada para el mes de abril. Los pobladores de esta barriada perteneciente al municipio Plaza de la Revolución, disfrutaron de un atractivo y variado programa de actividades que se extendió hasta la madrugada del 7 de abril.
Conducido y animado por tres versátiles payasos, integrantes de la compañía K’ alboroto, el espectáculo artístico cultural cautivó a los asistentes por la calidad y el talento de sus protagonistas. Entre ellos un joven de la Escuela Nacional de Circo llamado artísticamente Super Mario, quien a sus diecinueve años mostró sus excepcionales habilidades en la ejecución de complejos malabares con aros, pelotas y bolos. Aunque las mayores ovaciones le fueron tributadas cuando por varios minutos, sosteniéndola únicamente con la boca, mantuvo en el aire una bicicleta girándola a la par de su cuerpo al compás de la música.
A la representación del Circo Nacional de Cuba se unieron las compañías danzarias Paso a paso, de la Casa de Cultura del municipio Plaza de la Revolución. Y de esta propia institución el grupo portador de tradiciones haitianas Pettit Fey, en el que se fusionan tres generaciones de cantantes, músicos y bailarines de danza folclórica.
No menos relevante fue la presencia en el escenario del coro infantil Caminito de Santiago, proveniente del lejano municipio Santiago de las Vegas.
Aseguró su fundadora y directora, Doris Colombá, instructora de arte y metodóloga de la Dirección Provincial de Cultura, que la agrupación “está celebrando por estos días el décimo aniversario de su creación. El coro, integrado por veinticinco niños, es parte de un proyecto mayor en el que participan más de cuarenta niños y adolescentes que asisten de manera sistemática a talleres de canto y otros dedicados al aprendizaje de instrumentos de cuerda y percusión, impartidos por los instructores de la Casa de Cultura de Santiago de las Vegas”.
El día también resultó inolvidable para los maestros y alumnos del sistema nacional de enseñanza artística, quienes estuvieron representados por dos talentosos violinistas de la escuela Manuel Saumell que incluyeron en su repertorio piezas de la música tradicional cubana de concierto.
Y mientras los vecinos de El Fanguito premiaban con prolongados aplausos las presentaciones de artistas del Movimiento de Aficionados y profesionales, o reían de las simpáticas torpezas y ocurrencias pueriles de payasos y titiriteros, o bailaban al ritmo de una popular melodía, los consagrados Lázaro y Adán del suplemento humorístico DDT, dejaban para la posteridad en pintorescas caricaturas las disímiles expresiones del público asistente.
“La Expedición Cultural comprende dentro de sus acciones fundamentales el museo en el barrio, añadió Pérez González. Es decir, la exhibición de piezas patrimoniales que se traen a las comunidades acompañadas por especialistas, museólogos y museógrafos”.
Por esa razón se trasladó de la Habana Vieja a El Fanguito, replicada en su totalidad en grandes y flexibles telones, la Casa Natal de José Martí. De los valiosos objetos que se exhiben en sus diferentes salas conocieron los lugareños a través de las certeras explicaciones de una especialista.
De igual manera los pobladores de El Fanguito se acercaron a la labor que emprende el Museo Nacional de Artes Decorativas, cuya presencia y la exhibición de algunas de sus piezas fue motivo de asombro en la mayoría de los concurrentes desconocedores, incluso, de la existencia de esta importante institución cultural.
Otro momento emotivo constituyó la presentación del libro La Edad de Oro, realizada en coordinación con el Instituto Cubano del Libro. Mientras que el Centro Cultural CubaPoesía promovió en la comunidad obras de prestigiosos escritores mediante la lectura de fragmentos de algunos de sus textos en las voces de reconocidos poetas y destacadas personalidades de la literatura.
Es recurrente en las expediciones culturales que se ofrezcan servicios y bienes culturales a cargo del Sistema Empresarial de la Cultura, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, la Empresa Comercializadora del Libro, además de instituciones como la Egrem y Artex, entre otras, encargadas de la venta de libros y revistas, discos, souvenirs, junto a prendas de vestir confeccionadas artesanalmente que tuvieron gran demanda entre los vecinos de El Fanguito.
“Constituyen en su conjunto actividades que tienen muy buena acogida por parte del público y en El Fanguito no fueron excepción. Es esta la mejor manera que tenemos de acercar los referentes de la cultura a las comunidades. Sin sustituir, por supuesto, la función que le corresponde a las instituciones culturales. No pretendemos que las personas dejen de asistir a las instituciones culturales, a nuestras casas de cultura, a los cines, a nuestros teatros y museos. Pero sí estamos creando un mecanismo para acercar el desarrollo cultural a las comunidades, especialmente aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad”, subrayó por último el director de Programas Culturales del Ministerio de Cultura.
Y después de una larga jornada, cuando ya caía la tarde, los organizadores de esta exitosa expedición cultural festejaron junto a los moradores de la localidad el aniversario 65 de la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos con la proyección del filme Conducta, del realizador Ernesto Daranas. Al tiempo que el grupo Karamba se alistaba para su gran y esperado concierto que no culminaría hasta prácticamente el amanecer del siguiente día.
Quienes residen en El Fanguito ahora saben que su barrio puede convertirse en una sala de cine donde pueden disfrutar de una película, ser un museo y también una galería de arte, una librería y hasta en una carpa del Circo Nacional; porque, al decir de Magdalena Álvarez, probablemente la asistente más longeva a la actividad con sus 87 años de edad y vasta conocedora de la vida de sus vecinos en épocas anteriores, “ha sido un día maravilloso, de grandes alegrías y emociones. Hoy la cultura nos unió a todos, a vecinos y artistas aficionados y profesionales, representativos de nuestro pueblo. Pero esa unidad no debe perdurar un día como tampoco limitarse a una localidad. Debe estar siempre presente y sobre todo a los largo y ancho del país”.