Las consecuencias e intersticios derivados del arribo de Cristóbal Colón a América el 12 de octubre de 1492 fueron analizados por el historiador Rolando Julio Rensoli en un conversatorio sobre la cultura de la resistencia en Venezuela y sus pueblos originarios. La charla, acaecida en la Casa del Alba Cultural de La Habana, inauguró las actividades de esa institución en conmemoración de la Jornada de la Cultura Cubana y contó con una representación de la embajada de Venezuela en la Isla.
Entre los temas abordados por el investigador estuvieron el reconocimiento de la resistencia de los pueblos originarios, la configuración de un debate para replantear la significación del acontecimiento mediante una visión más amplia y profunda de la diversidad cultural en la región y la importancia de abordar el fenómeno desde varias disciplinas, con un peso mayor en el sistema institucional de cada país.
El 12 de octubre, explicó, representó el inicio de la colonización en el continente. Rensoli, asimismo, contextualizó algunos de los hitos en la región y la situación, intenciones y desarrollo de quienes procedían de Europa. “Lo que ocurrió a partir del 12 de octubre fue una evangelización forzosa, una colonización, un genocidio, un etnocidio y una esclavización, una violencia cultural y una violencia armada. Cualquier cosa menos un simple encuentro”, manifestó.
De igual modo criticó la apropiación de algunos términos y figuras históricas en la historia de Estados Unidos, así como la aprobación acrítica de tal condición por parte del lado latinoamericano, y la falta de representatividad de elementos locales frente a la enseñanza y puesta en valor de ese hecho. “Después de 1776, sobre todo después de 1787, que se establecen los Estados Unidos de América, los americanos son ellos. Los que estamos sentados aquí no somos americanos”, y añadió: “Ellos se robaron el nombre del continente, nuestro gentilicio, y nosotros le hacemos coro”.
“Hay una necesidad de descolonizarnos culturalmente de manera real y no mediante consignas”.
También explicó los elementos principales que a su juicio conlleva el llamado Día de la Raza (actual Día de la Hispanidad) declarada por Alfonso XIII y señaló cómo tal acontecimiento fue secundado por las oligarquías latinoamericanas al adoptar la celebración.
En tal sentido destacó el rol de Hugo Chávez por el establecimiento del Día de la Resistencia Indígena y el pronunciamiento al panteón nacional venezolano de cinco caciques que enfrentaron el colonialismo español, y comentó el desarrollo y las peculiaridades de estrategias similares en México, por su variedad cultural, y Bolivia, con las políticas adoptadas por el gobierno de Hugo Morales (declaración del estado plurinacional, reconocimiento oficial del quechua y el aimara), como procesos que se sumaron a la iniciativa chavista.
“El gran mérito en estas cosas lo tiene el mestizo de las tres líneas, Hugo Rafael Chávez Frías, que ha sabido colocar desde decretos presidenciales y legislaciones en la Quinta República, el lugar de los pueblos originarios con sus héroes y sus fechas”, explicó.
“Yo creo que la importancia de la fecha lo requiere. Nosotros no podemos desconocer que la historia que sucede tras el 12 de octubre es la que tenemos”, y añadió que sí se puede valorar la resistencia y los derechos de los pueblos.
Hugo Rafael Chávez Frías supo colocar el lugar de los pueblos originarios con sus héroes y sus fechas.
Para Rensoli no se puede desconocer a Venezuela y la labor emprendida por Chávez al ser el único estado que en su jurisprudencia ha contrariado al Día de la Hispanidad mediante el establecimiento oficial del Día de la Resistencia Indígena. “Hay una necesidad de descolonizarnos culturalmente de manera real y no mediante consignas”, recalcó.
“Nosotros esperamos que algún día España deje de reconocer el 12 de octubre como una fecha de fiesta nacional porque lo único que hicieron los antepasados de los españoles actuales fue venir a esclavizar a los pueblos originarios que estaban aquí, a destruir su cultura, a hacer un verdadero genocidio con ellos”.