Un emotivo y hermoso homenaje a una virtuosa de la escena cubana
“Me gusta más que me digan que soy actriz y profesora, porque en realidad disfruto muchísimo ambos trabajos. Enseñar es la labor donde, en definitiva, voy dejando mi huella”.
Y tan profunda e imperecedera fue su huella, Maestra, que no solo los jóvenes estudiantes de la Escuela Nacional de Teatro (ENT) y de la Escuela Nacional de Arte, sino generaciones enteras de actores y actrices, aun sin su presencia física, le celebraron en un acto donde la emoción fue la principal protagonista, su setenta cumpleaños.
“De la profe Corina Mestre nunca podrá hablarse en pasado. Siempre y en todo momento en presente. Y habría que hablar permanentemente de su sentido de integridad, de su dedicación absoluta a su profesión, de su vocación de servir. La definiría con una sola palabra: rigor. El rigor en todos los sentidos”, Osvaldo Doimeadiós, director teatral y artístico, actor.
“De la profe Corina Mestre nunca podrá hablarse en pasado. Siempre y en todo momento en presente”, afirma el actor y director teatral Osvaldo Doimeadiós.
“Conocí a Corina Mestre en 1974, cuando era todavía una niña. Peinada con sus trencitas, asistía a las actividades que organizábamos los integrantes de la Nueva Trova. Sabía de memoria todas nuestras canciones. Desde entonces nos hicimos amigos, hermanos más bien. La música y el teatro nos fue acercando cada vez más. Corina no fue, es un puntal de la cultura cubana y en todos los que ahora nos reunimos aquí permanece inalterable su huella”, Augusto Blanca, trovador y compositor.
“En lo personal Corina Mestre es mi madre. Si artísticamente hoy soy yo y tengo conciencia de lo que hago, es gracias a ella. Hicimos teatro juntos desde 1999. Y en el Festival de Teatro de 2006 en Camagüey, como parte del jurado, a Corina se le ocurrió que aquella idea empírica que habíamos presentado en el festival, se convirtiera en una base académica. Poco tiempo después, como resultado de su gran empeño, contamos con la especialidad de clown en la Escuela Nacional de Teatro. Le debo tanto, tanto a mi Maestra, que difícilmente pueda resumirse en una entrevista”, Ernesto Parra, director de Teatro Tuyo, actor.
Las anteriores son declaraciones de solo tres exponentes de la cultura cubana de entre el centenar que se dio cita en la ENT, la mañana del 12 de octubre, para conmemorar los setenta años de la excepcional actriz Corina Mestre.
Con motivo de tan significativa fecha, directivos y trabajadores de la ENT y del Centro Nacional de Enseñanza Artística (CNEArt), organizaron un emotivo y hermoso espectáculo en el que se conjugaron la música y las artes escénicas. En la presentación, demostrativa del talento y excelente desempeño artístico de jóvenes estudiantes de teatro, particularmente de la especialidad de clown y títeres, participaron tres agrupaciones que trajeron de vuelta momentos especiales de la carrera artística de Corina Mestre, versátil y temperamental actriz que por su dedicación y desvelo en la formación de jóvenes actores mereció el Premio Nacional de Enseñanza Artística.
“Corina, dijo Martha Ulloa, directora de la Escuela Nacional de Teatro durante la celebración del homenaje, asesoraba el trabajo de formación de actores en las cinco escuelas de teatro que existen en el país. Y en la nuestra en particular su presencia llegó a ser imprescindible. Estaba atenta a cada detalle, a cada problema de cualquier estudiante, conocía de sus inquietudes, de su rendimiento académico”.
Asimismo Elizabeth Castro Rodríguez, directora del CNEArt, refirió en exclusiva que “hace solo unos meses hicimos con Corina varios recorridos por todas las escuelas de arte del país. Teníamos como propósito organizar este curso de una manera diferente.
No pocas veces insistió en que quería celebrar su cumpleaños en este Centro y aunque a partir de su desaparición física hemos realizado distintos homenajes a esta Maestra de maestros por sus incalculables aportes a la enseñanza artística, hoy, sin embargo, es un día muy especial.
“Justo por eso estamos aquí y hemos hecho este encuentro”.
Para Corina Mestre los premios eran “una vanidad, una tontería. Prefiero mejor el reconocimiento honesto del pueblo”. Precisamente por esa preferencia suya, este 12 de octubre sus familiares, amigos, sus discípulos y sus eternos admiradores se reunieron para rememorar su cumpleaños setenta y en efecto, Maestra, no le regalaron nada material. Pero sí, en cambio, le ofrecieron el mayor premio al que siempre aspiró. Personas de todas las edades, visiblemente emocionadas, puestas de pie y colmando dos pisos de la Escuela Nacional de Teatro, le tributaron un aplauso tan prolongado y sincero que sintetizó en uno solo todos aquellos que recibió del público por el virtuosismo que mostró en cada una de sus actuaciones.