“Un compañero ejemplar hasta en las contradicciones”
Se nos fue Iroel Sánchez, quien nunca, ni siquiera en medio de la dura batalla por su salud jamás lo vi desfallecer, claudicar. Fue, como bien ha dicho Arleen Rodríguez “un compañero ejemplar hasta en las contradicciones”. Su quehacer nos deja un legado en todo cuanto estuvo involucrado: el libro cubano, La Jiribilla, ECURED, la Mesa Redonda, Cubadebate, las Pupilas…, Cuadrando la caja y Con Filo, y otros muchos proyectos que tienen la marca indeleble de haberlo tenido entre sus fundadores, promotores o realizadores. No solo perdemos a un revolucionario cabal, también a un intelectual lúcido y comprometido, y defensor inclaudicable de las ideas de Fidel, la Revolución y el socialismo, a las que supo consagrarse hasta los últimos instantes de su vida.
“Polemista por excelencia nos recordó que vivimos tiempos de debatir y de hacer, de construir entre todos”.
Iroel supo promover como pocos el debate y la crítica entre intelectuales y especialistas dentro de la Revolución, y también polemizar de frente con quienes le adversan y buscan desmontarla de muchas maneras y variados fines. No siempre coincidimos en todo, pero tampoco creo haber tenido con él ninguna contradicción insalvable. Polemista por excelencia nos recordó que vivimos tiempos de debatir y de hacer, de construir entre todos. Fue un creyente, y me consta, de la necesidad de revivir esa cultura del debate de la que tanto habló Fidel y también del valor de las ciencias sociales y del marxismo como guía para la acción. Hoy no son pocos los que se suman al contrapunteo tratando de pescar en río revuelto, e Iroel nos advirtió más de una vez de ello. Coincidimos muchas veces en la importancia de escoger bien nuestros combates, sin necesidad de validar a interlocutores cuyas acciones los hacen sujetos políticos ilegítimos.
Triste noticia… A Cuqui, familiares e hijos nuestras más sentidas condolencias. Como una amiga recién me decía, no se podría menos que recordar a Buena Fe cuando dice: “la muerte es una yegua Blanca, cerrera… que no le importa la grandeza de caballos”. Descansa en paz, querido amigo, no te preocupes, que seguiremos dando guerra y batalla por Cuba.
Tomado del perfil de Facebook del autor