Desde fecha muy temprana, en 1961, luego del triunfo revolucionario de 1959, al quedar establecido el grupo profesional Teatro Santiago,[1] quizás de manera inconsciente o no, se percibe dentro de sus directivos el cuidado de preservar la documentación que iban generando. Para ello, en la Junta de dirección establecida por el colectivo teatral incluye al responsable biblioteca-archivo.[2] Gracias a ello hoy contamos con mucha documentación que evidencia el hecho artístico.

Para la elaboración de este artículo fue necesario distinguir las tres etapas de trabajo por la que ha transitado el Centro de Investigación y Documentación de las Artes Escénicas de Santiago de Cuba, hoy llamado “Ramiro Herrero Beatón”.

El Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Santiago de Cuba lleva hoy el nombre del destacado actor Ramiro Herrero Beatón.

Primera etapa:  1990- 1996

En el umbral de los 90 del siglo pasado, Ramiro Herrero Beatón, quien fungía como director artístico y general del Cabildo Teatral Santiago,[3] le propone al doctor Eduardo Uribazo[4] crear un Proyecto de Centro de Documentación que respondiera a las artes escénicas. En abril de 1990 se reúnen Ramiro Herrero, Eduardo Uribazo, Pascual Díaz, Antonio Vázquez y Ricardo Alarcón para definir la fecha de creación del Centro, el equipo inicial de trabajo[5] y los mecanismos para emprender la tarea.[6]

En ese entonces no existía una plantilla para asumir el personal que respondiera al proyecto, por tanto el trabajo se concibió con un equipo de colaboradores que luego de su jornada laboral planeaban las actividades generadas por el Centro. En un inicio se bautizó con el nombre de Centro de Documentación y Grupo de Investigaciones Psico-socio-culturales de las Artes Escénicas, fundado el 30 de mayo de 1990, en el marco del Festival de la Cultura Caribeña.[7]

Se estableció en el inmueble sede del colectivo teatral.[8] Coincidiendo con la creación del Centro, se funda en Santiago de Cuba, el 4 de septiembre de ese mismo año, la Filial de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para Estudios Sociales y Sexuales. Dicha Sociedad, perteneciente a la Academia de Ciencias de Cuba, solicitó anexarse al grupo de Investigaciones del Centro, su secretario sería el Doctor Uribazo.

El CIDAE en un inicio se bautizó con el nombre de Centro de Documentación y Grupo de Investigaciones Psico-socio-culturales de las Artes Escénicas, fundado el 30 de mayo de 1990.

Esta alianza marcó las características de la primera etapa del proyecto, donde las primeras investigaciones fueron de corte sociológico con temas relacionados con el alcoholismo, la relación de pareja, y la sexualidad.

No obstante, recopilaron materiales de fondos bibliográficos y otros relacionados con las artes escénicas y el arte en general, para lo que establecen el Bono de Ayuda Voluntaria, que incluía donaciones de libros y ayuda monetaria.

Se establecieron vínculos con varias entidades del Ministerio de Cultura y Salud Pública, entre ellas: Biblioteca Provincial “Elvira Cape”, Casa de las Américas, Centro de Documentación de las Artes Escénicas de La Habana, Tele Turquino, Universidad de Oriente, Instituto Pedagógico, Periódico Sierra Maestra, Equipo de Investigación Biomédica, Centro Nacional de Estudio de la Sexualidad, entre otros.

En esta etapa se realizan varios talleres de superación para los actores sobre dramaturgia, cultos sincréticos, inglés, teatro cubano, metodología de la investigación, técnicas de comunicación, sexualidad y arte.

Son muchos los colaboradores, entre ellos el coreógrafo y bailarín Manuel Ángel Márquez, quien, desde el Centro crea el Taller de Danza Martha Graham.[9]

“La promoción y difusión de las artes plásticas se incorpora al trabajo del Centro, lo que incrementa la actividad cultural y se promueve el intercambio interdisciplinario entre artistas e intelectuales”.

Se realiza el primer acercamiento a la recuperación de los análisis dramatúrgicos de las obras estrenadas desde 1990, los textos y programas de las obras, y se continua con la publicación de la revista Cabildo.[10]

La promoción y difusión de las artes plásticas se incorpora al trabajo del Centro, lo que incrementa la actividad cultural y se promueve el intercambio interdisciplinario entre artistas e intelectuales. En el pasillo central del Cabildo Teatral Santiago se inaugura en 1993 la galería de arte “Palas”, dirigida por los artistas de la plástica Joel Silvano y Carlos René Aguilera Tamayo.

En 1994 Ramiro Herrero asume la dirección del Centro desde donde se convoca al curso de formación de actores y el trabajo se dirige esencialmente a lo teatral.

Segunda etapa 1996 – 2012

En esta etapa se produce una revitalización del Centro como proyecto, reajustando sus objetivos de trabajo, entonces pasa a llamarse Centro de Información y Documentación de las Artes Escénicas (CIDAE).

Debía ser por definición un proyecto de trabajo teatral para reflexionar sobre el quehacer escénico, preservar la memoria histórica de las artes escénicas, acopiar y difundir la información actual e histórica, propiciar la investigación y la crítica de la práctica escénica. De esta forma el CIDAE podrá convertirse en un factor activo en el desarrollo de las artes escénicas.

Para socializar los trabajos investigativos surge en 1997 el Taller Artes Escénicas Santiagueras: “Memoria y presencia”,[11] ycon el fin de fortalecer el ejercicio de la crítica en esta etapa se logra un espacio sistemático en la Uneac, que llevó por nombre “Lunes con la crítica”, lamentablemente no perduró.

Se incorporan al Centro en los finales de los años noventa Alfredo Sánchez[12] quien asumió los diseños y realización escenográfica de puestas en escenas, y Orlando Gorra[13], quien colabora en la realización de las escenografías. Entre los dos comienzan el proceso de fichaje de las escenografías que existen en el Centro.

Continúa la asesoría desde el punto de vista dramatúrgico e histórico a los directores en los proyectos de puesta en escena. Se participa en los visionajes, y continúan ofreciéndose talleres y cursos sobre actuación, teatro de muñecos, teatro comunitario, pantomima, dramaturgia y crítica teatral. Se asesoran a estudiantes universitarios en sus trabajos de curso y/o diploma y se participa en los tribunales de Tesis de grado y de Maestría.

Con el objetivo de incentivar la creación coreográfica en la ciudad, y al mismo tiempo, estimular a los bailarines que se destaquen en el difícil arte de la danza, se crea en diciembre de 1998 el concurso Nicolai Yavorski. Este certamen asume todas las manifestaciones danzarias desde el ballet clásico, hasta el show de cabaret.

Tercera etapa. Septiembre 2012 a la actualidad

En septiembre de 2012 se incorporan al área las licenciadas Hortensia Ortiz y Gretel Quintana. Es un momento donde el Centro se encuentra muy deprimido, había perdido el objetivo central dedicado a la investigación, con una insuficiente clasificación y archivo de los documentos y fuentes bibliográficas con que contaba, y sufría el deterioro de varios materiales. Solo se preservaban los expedientes de dos agrupaciones teatrales, el Conjunto Dramático de Oriente y el Cabildo Teatral Santiago; por cierto, toda esa documentación había sido víctima del saqueo, sobre todo lo referente a fotos y diseños de vestuario y escenografía. Era nula la información de grupos danzarios y de variedades.

El contacto de las dos especialistas con Ulises Rodríguez Febles[14] fue imprescindible para comenzar a reorganizar el arduo trabajo que se proponían emprender. Ulises, desde su amplia experiencia, les facilitó el proyecto que defiende la Casa de la Memoria Escénica, en su provincia, Matanzas.

Otra información importante para este trabajo fue la ofrecida por Jesús Ruiz[15] que, desde su pasión por rescatar y preservar el diseño escénico, gesta el proyecto del Centro de Diseño Raúl Oliva, en la capital del país. En visita realizada a la provincia, proporciona el Protocolo de la base de datos que debe recoger toda la información que, en materia de diseño y diseñadores, se debía dejar plasmada en los documentos.

Lo primero que se realizó fue un levantamiento de todos los grupos profesionales de teatro que han existido en Santiago de Cuba desde 1961 hasta la fecha, resultando 25 colectivos, algunos con más o con menos tiempo de existencia. Luego fue la tarea de listar cronológicamente cada una de sus puestas en escenas, para poder organizar su expediente. Se crea un control primario donde se recoge: número consecutivo, nombre de la obra, fecha y lugar de estreno, texto, música, diseño de vestuario y escenografía, planta de luces, programa, diseño coreográfico, fotos, notas de prensa, artículos en revistas y cartel original, en todos los casos se hace referencia a los autores y una leyenda que esclarece si se cuenta en físico o digital. 

Esos controles primarios establecen la información necesaria para completar la documentación de las obras de cada grupo perteneciente al catálogo de las artes escénicas en el territorio santiaguero. En este periodo se recibe un curso de archivología y conservación de la documentación, impartido por las especialistas del Archivo Histórico Provincial. Fue necesaria la colaboración de técnicas de la Biblioteca Provincial “Elvira Cape” para clasificar libros y revistas que forman parte del fondo bibliográfico del Centro.

Intensos esos primeros años, donde además no se contaba con ningún medio para poder digitalizar los documentos, ni una computadora donde ir archivando información. Las cajas vacías de efectos electrodomésticos fueron transformadas en porta documentos, que se convirtieron en legajos donde se le incorporaban los expedientes.

Fueron varias las estrategias para recuperar todo lo que pudiera ser recuperado. Desde entonces se intensificaron las visitas a artistas y técnicos, en activo o jubilados, buscando información. Se solicitó atender desde el Centro el derecho de autor, a partir de ahí textos, guiones, música y diseños se quedaron en el área, encontrando de ese modo un flujo de información directa importante que permite actualizar los fondos de manera sistemática, a partir de lo estrenado por las agrupaciones. Más adelante se firmaron convenios de colaboración con centros como la Universidad de Oriente y el CESCA.[16]

“Intensos esos primeros años, donde además no se contaba con ningún medio para poder digitalizar los documentos, ni una computadora donde ir archivando información”.

Aunque en muchos momentos la prensa no acompañó todos los hechos artísticos, era imprescindible consultarla, desde 1959 a la fecha, buscando todo lo referido al teatro, la danza y las variedades en la provincia. Se exploraron los archivos de la Uneac, del periódico Sierra Maestra, del museo Emilio Bacardí, el Museo La Imagen, la Casa del Caribe, el Centro de Desarrollo de las Artes Plásticas, la sala de arte de la Biblioteca Provincial “Elvira Cape”, así como archivos personales que permitieron recuperar mucha información e imágenes que sustentan el hecho artístico.

El plan anual de exposiciones de la galería “Santiago Apóstol”[17] es activado desde el Centro. El 2012 fue dedicado a resaltar la labor de los diseñadores escénicos, lográndose recuperar gran parte de diseños de vestuario y escenografía que hoy están debidamente clasificados y archivados. Entre los diseñadores de los que más obras se rescataron puede mencionarse a María Luisa Bernal, Suitberto Goire, Pedro Castro, Marta Mosquera, Mario Trenard, Bárbaro Miyares y Augusto Blanca.

En otro momento se trabajó para el rescate de los carteles originales de las puestas en escenas, y fue interesante lo logrado sobre la cartelística de la década del 60 del siglo XX, permitiendo inaugurar una exposición con lo adquirido. Todo este hermoso material ya ha sido digitalizado y está puesto al servicio de investigadores e interesados en la materia. El entrenamiento de posgrado de Curaduría de Exposiciones de Artes Plásticas y Aplicadas, impartido por el curador Antonio Fernández Seoane, permitió ganar en herramientas que han posibilitado que, hasta la fecha, se realicen las exposiciones como vía de promover los aniversarios y el desempeño de colectivos y artistas, ya sean actores, directores, bailarines, diseñadores, fotógrafos u otra especialidad vinculada con el hecho escénico.

La recuperación de la música original o banda sonora de cada espectáculo fue otro empeño, se cuenta con la mayoría de los temas utilizados en escena por los diferentes colectivos teatrales, desde el Conjunto Dramático de Oriente hasta las unidades artísticas vigentes; con extremo cuidado se les aplicó a estas cintas y casettes un trabajo de limpieza recuperando el sonido, llevándolo al formato digital.

Inicialmente, las fotografías estaban junto a otros documentos que forman parte del expediente de cada puesta en escena; luego, aplicando los conocimientos del curso de preservación y conservación, se tomó la decisión de independizar el archivo fotográfico, con todos los requerimientos que exige el cuidado de las instantáneas. En estos momentos está digitalizado el cien por ciento del fondo y se trabaja en la identificación del autor de cada fotografía.

El entrenamiento de posgrado de Curaduría de Exposiciones de Artes Plásticas y Aplicadas permitió ganar en herramientas que han posibilitado que se realicen las exposiciones como vía de promover los aniversarios y el desempeño de colectivos y artistas.

Se atesora material audiovisual en varios formatos, rescatados de manos de creadores, en archivos personales y otros del canal televisivo de la provincia TeleTurquino. Aún está pendiente que su gran mayoría sea transferido al formato digital actual.

El trabajo continúa en los gabinetes metodológicos de varias Facultades de la Universidad de Oriente, la Filial del Instituto Superior de Arte en Santiago de Cuba y el CESCA, con el fin de censar y rescatar las tesis de grado que en su objeto de investigación asumieron temas sobre teatro, danza y variedades, ya sea de períodos, agrupaciones, personalidades o inmuebles. De esta manera se incrementó el fondo documental, y son tenidas en cuenta como referencias para las nuevas investigaciones.

Se encausan las líneas de investigación al definirse el Banco de Problemas del Consejo de las Artes Escénicas en la provincia, con los temas inminentes a indagar, en cuanto a la protección y salvaguarda de la memoria escénica, que se ajustan a las orientadas por el Ministerio de Cultura.

Al crear la nómina de investigadores, se incorporan colaboradores cuyos trabajos de indagación tributarán al desarrollo de las artes escénicas. Para darle seguimiento a estos estudios, se retoma el evento Memoria y Presencia, a partir de entonces asumirá el nombre de Antonio Vázquez in memoriam,[18]con carácter anual, en el mismo se hacen los cortes de cada tema de investigación, siempre con la presencia de prestigiosos profesores de la Universidad quienes colaboran con sus criterios al desarrollo de los ponentes. La intención es que estas investigaciones cuenten con un riguroso nivel científico, que estén en condiciones de ser publicadas en cualquier revista especializada o incluso algunas puedan convertirse en proyectos editoriales.

La participación en los espacios teóricos de eventos de carácter provincial y nacional, denotan la imbricación de las artes escénicas con el resto de las manifestaciones artísticas, como el Festival de la Trova “Pepe Sánchez”, el Taller del Carnaval Santiaguero, la Conferencia Internacional de Cultura Africana y Afroamericana, la Feria del Libro, el Festival del Caribe, el Taller de Teatro Popular y Taller de Danza y Percusión Folklórica, Máscara de Caoba, FIDANZ[19], Santiago Ciudad Creativa. Estos espacios científicos sirven para socializar resultados, y algunos trabajos expuestos aparecen publicados en el Anuario de Investigaciones de Cultura, revista Tablas y sitios web.

En los últimos 12 años el trabajo ha permitido retomar el boletín Escénica, de manera digital, en un inicio con una frecuencia mensual, y luego se logró su publicación como periódico Escénicas. Se pudo desarrollar el evento de la crítica “Veo mucho teatro”,en coordinación con la sesión de crítica de la Uneac en 2014 y 2017. Se fundamentó el Premio Memoria Viva del 2012 a la figura de Milian Galí Riverí, otorgándose reconocimiento especial.

“La participación en los espacios teóricos de eventos de carácter provincial y nacional, denotan la imbricación de las artes escénicas con el resto de las manifestaciones artísticas”.

La socialización de resultados científicos técnicos de tesis de maestría y licenciatura y temas de investigación se logra mediante publicaciones de artículos y realización de documentales, materiales audiovisuales entre los que aparecen El folklor de los elegidos (2010), Asombrosos viejos pánicos (2010), Hasta hoy (2014), Fátima el sueño de lo posible (2015), Entre el arte y el folklor (2016), La danza y la virtud (2016), Galí (2017), Rogelio Meneses: Presencia y alma del teatro santiaguero (2022).

Del teatro santiaguero se habla fue un proyecto audiovisual, formado por cápsulas de 10 minutos de duración, que contienen pasajes del teatro santiaguero contado por sus protagonistas. Haber logrado el software Catálogo digital de las Artes Escénicas santiagueras, donde se encuentra de manera digital toda la información que atesoramos en el Centro, es uno de nuestros mayores proyectos; con él los interesados pueden acudir al material sin tener que palpar el original, de esta forma ayudamos a preservar los documentos primarios. Listo para editar se encuentra el libro Cronología del teatro santiaguero (1961-2023), el cual recoge todas las puestas en escenas de los colectivos de teatro dramático profesional que han coexistido en Santiago de Cuba en el periodo que se refiere.

Han sido varias las acciones desde el Centro para promover y preservar el patrimonio cultural vivo, contamos con una colección de entrevistas a creadores de todas las manifestaciones escénicas y desde nuestro colectivo se gestaron campañas para visibilizar figuras o agrupaciones.

El camino aún es largo, pero nuestro compromiso y empeño por rescatar, preservar y difundir el patrimonio escénico santiaguero, nos estimula a continuar de manera sistemática en esta hermosa labor.

Bibliografía:

Legajo del CIDAE (1990- 2023).


Notas:

[1] Fundado el 21 de septiembre de 1961, su primer director fue el argentino Jaime Swetinsky.

[2] Acta del Consejo Provincial de Cultura de Oriente, 15 de junio de 1962. Rinden cuenta de su labor desde septiembre del 1961 hasta la fecha de la reunión. Ubicada en los archivos de Centro de Investigación y Documentación de Santiago de Cuba.

[3] Colectivo teatral profesional creado en septiembre de 1961, con el nombre de Conjunto Dramático de Oriente. En el año 1977 deciden llamarse, a propuesta de Raúl Pomares, Cabildo Teatral Santiago.

[4] Graduado en Psicología. Primer director del Centro y autor del Proyecto.

[5] Integrado por: Eduardo Uribazo, director del Centro y del grupo de investigaciones; Pascual Díaz a cargo de la revista Cabildo, a la que el Centro dará continuidad a su edición y publicación; Antonio Vázquez, a cargo de la asesoría literaria, miembro del equipo de investigaciones, y Ricardo Alarcón como asesor de folklor y miembro del equipo de investigación.

[6] Acta del 11 de abril de 1990, existente en los expedientes del CIDAE.

[7] Hoy Festival del Caribe o Fiesta del Fuego.

[8] Calle Enramadas 415 (altos), entre Calvario y Carnicería. Santiago de Cuba.

[9] Taller constituido el 28 de mayo de 1991, con el objetivo de actualizar al gremio de bailarines coreógrafo y directores con todo lo referente al mundo de la danza, así como insistir en la crítica especializada.

[10] El primer número de la revista vio la luz el 27 de marzo de 1987.

[11] Acta del CIDAE de enero de 1997.

[12] Graduado de diseño escenográfico en la URSS.

[13] Graduado en artes plásticas en la Escuela Provincial de Artes Plásticas “José Joaquín Tejada”.

[14] Dramaturgo e investigador.

[15] Diseñador escénico. Director fundador de la Galería Raúl Oliva.

[16] Centro de Estudios Sociales Cubanos y Caribeños “Dr. José Antonio Portuondo”. Universidad de Oriente.

[17] Ubicada en el Complejo Cabildo Teatral Santiago. La misma se inauguró con el nombre de “Palas”.

[18] Destacado investigador, fundador del Centro.

[19] Fiesta de la danza, evento que se desarrolla cada dos años en la provincia Santiago de Cuba.