Teatro Tuyo: con Papote y sus seguidores
Mi estreno en la “nueva normalidad” fue rodeada de niños y niñas en un confortable local tunero, en el reparto Buena Vista. Allí, en su sede, Teatro Tuyo volvió a hacer reír a los más chicos y a los que, como yo, usamos tinte en el pelo.
El domingo 21 fue ese volver al escenario, y el espectáculo se mantendrá por cuatro semanas. Ese día hubo tres funciones, con entradas vendidas de antemano, y aún quedaron personas sin poder entrar.
No se trata de una nueva obra, sino de una función en la que participan los niños que juegan a ser payasos, estudiantes de la Escuela Nacional de Clown, y los payasos adultos, encabezados por su director, guionista y fundador Ernesto Parra.
El dramaturgo, militante del Partido Comunista, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y católico, apenas duerme por la responsabilidad de volver al escenario y, para su alegría, los niños fanáticos a Teatro Tuyo repitieron en las funciones.
El grupo teatral se fundó el 15 de enero de 1999, y desde entonces defiende el arte del clown como estética fundamental en su repertorio. En los primeros años montó exitosos espectáculos titiriteros.
Ernesto trabaja sus obras desde una teatralidad que no es solo puro divertimento, sino que apela a las emociones.
Teatro Tuyo ha llevado su arte a Venezuela, Colombia, Argentina, República Dominicana, El Salvador, México, Dinamarca y Suecia. Y en toda Cuba se han presentado obras como Dos payasos en peligro, Parque de sueños, La estación, Narices, Gris y Superbandaclown.
El conjunto ha merecido numerosos lauros, en los que destacan cuatro Premios Villanueva de la Crítica. Son organizadores, cada dos años, del Taller Internacional de Payasos en Las Tunas. Estos encuentros devienen paradigma como referente teórico para acercarse al clown con rigor profesional y artístico.
Y como llevamos casi dos años en pandemia, Teatro Tuyo no podía hibernar como los osos. Ante un llamado del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, se propusieron incursionar en el audiovisual y nació así La casa de Papote, en cápsulas de cinco minutos que fueron —y son— transmitidas por Cubavisión y Tunas Visión.
Precisamente, en la presentación teatral fue hermoso comprobar cómo los niños y niñas reconocían los capítulos de los papotes, que se veían en la pantalla televisiva situada en el teatro.
De esta producción se encargó Salamandra Audiovisuales, nacida con el Registro del creador, grupo dirigido por Dalgis Román, en el que se destaca, además del guion y actuación del propio Ernesto, la edición de Camilo Soto.
La sede de Teatro Tuyo es una instalación nacida y desarrollada por los aplausos del barrio.
Actualmente, en un encargo de Cubavisión se trabaja en otras veinte cápsulas de Papote que incorpora “protagonistas” nuevos, como un gallo, animado por Yanely Escamuchero y que, no dudo, gustará a los más pequeños y a quienes conservan el asombro del alma infantil.
Por lo pronto, seguro que, antes de regresar a La Habana, repito otra tanda de Teatro Tuyo porque está a pocas cuadras de donde me hospedo. Es una instalación nacida y desarrollada por los aplausos del barrio, otro mérito de su director que “asaltó” con su tropa un cine destartalado y lo convirtió en esa sede especial, donde es posible que un payaso empiece a actuar en el pasillo o en las lunetas, lo que propicia una función interactiva que motiva a sus principales destinatarios: “esos locos bajitos”, como dice Serrat.