“Desde niña estuve motivada por una actitud hacia las artes. Con diez u 11 años, guiada por algunos de mis profesores, comencé a interesarme por la poesía y empecé a escribir intensamente. El agobio interno y la inspiración tan fuerte que sentía, solo se calmaban por medio de la escritura. Comprendí que era mi vocación y que debía seguir por ese camino, si quería continuar viviendo.
En agosto último el ilustrador recibió el Premio Nacional de Diseño 2015, otorgado por la Oficina Nacional de Diseño; y el Premio Maestro de Juventudes, con el que la Asociación Hermanos Saíz lo homenajeó el pasado diciembre.
Reconocido en Cuba y el mundo por su calidad como músico, Adalberto Álvarez sumó otro galardón a su carrera, el que le otorgaron los jóvenes artistas y escritores del país por considerar que su rica trayectoria musical puede ser catalogada sin duda como un magisterio, del que han bebido no pocas generaciones de músicos cubanos.