Día Iberoamericano de la Danza

Alicia, la idea misma de la danza

La Jiribilla
Alicia Alonso “construyó, sobre sus propias puntas, un país donde el gozo de bailar lleva inscrito su nombre”. Considerada una de las personalidades más relevantes de la danza mundial, Alicia trasciende por su pasión infinita por la danza, por su talento para fundar y liderar una escuela que desborda fronteras. La Jiribilla ofrece este dossier en ocasión de celebrarse el 21 de diciembre el Día Iberoamericano de la Danza, fecha instaurada en 2020 en la Reunión Extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores de la Conferencia Iberoamericana, en homenaje al natalicio de nuestra prima ballerina assoluta.

Alicia en su centenario

“Toda mi esperanza y mi sueño consisten en no volver a salir al mundo en representación de otro país, sino llevando nuestra propia bandera y nuestro arte (...) ”.

Alicia: “He sido feliz porque sé lo que he creado …”

La Jiribilla
La grandeza de Alicia no estriba solo en la increíble bailarina que fue, sino que se entregó toda en función de dotar a su país de una compañía a la altura de las mejores del mundo y, más allá, crear ―para orgullo patrio― la escuela cubana de ballet de la cual nos hablan sus continuadores. Algunos discípulos, colegas, Premios Nacionales de Danza y estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso comparten sus opiniones acerca del legado de la Prima Ballerina Assoluta.    

Alicia Alonso: sobrevivir a la danza

El centenario de Alicia Alonso debe motivarnos a comprenderla en una perspectiva de futuro, no solo en términos de museo inamovible; debe llevarnos a imaginarla más allá de las hagiografías, para asimilarla en todos sus perfiles, como la bailarina genial y el ser humano que por supuesto fue.

Alicia, entre la realidad y el mito

En el principio fue una natural e irrefrenable vocación por el baile, un desconocido impulso que la hacía usar el movimiento para expresar sus primeras vivencias, ataviada con vestuarios de fantasía, que se construía con velas, toallas y piezas del ropero materno, para hacer sus primeras “actuaciones” en las tertulias hogareñas.

Alicia en Cuatro Tiempos

Es “quizás la última divina de nuestro tiempo”, afirmó Mario Pasi. El crítico de críticos. Arnold Haskell, resultó concluyente: “¿Cómo puedes interpretar a Giselle si Giselle eres tú?”. Dulce María Loynaz escribió que la bailarina era “leve, ondulosa, casi traslúcida”.