La presencia del libro en la vida cultural de la nación sigue siendo una realidad incuestionable, sostenida por la voluntad política del Estado revolucionario.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, era el libro que abría un catálogo que, desde entonces, se ha enriquecido con lo mejor de la literatura cubana y universal de todos los tiempos.