cuento

Piedras a los varones

Sueño con niñas atropelladas por camiones de carga, aplastadas por las gomas que saben hendir el asfalto. También sueño con niñas comunes, interesadas en la televisión y  en el juego de los colores.

El jugador de ruleta rusa

Cuando Moscú en las tardes parecía concentrar en sí el sabor del futuro y a cambio aceptamos el espeso, sucio y frío aire de Arbat, desandamos la calle —esa calle de los dorados milagros, pero también de movimientos incesantes, hormigueos, cuestionamientos, mercadeos y soledades.