Recordaremos a Iroel Sánchez como alguien que buscaba articular todas las vías en función de expandir una cultura de liberación y ese otro tipo de felicidad no asociada al tener sino a crecer espiritualmente.
No existen las realidades blandas, moldeables a los individuos. No hay tantos relatos como personas, sino que al contrario la historia le impone un curso al hombre.