La lucha libertaria de Carlota forma parte del patrimonio cubano de rebeldía contra la opresión. Y al escoger su nombre para identificar a la Misión Militar solidaria de Cuba en Angola, fue como si sus huesos y su sangre, junto a la de sus compañeros de sublevación se hubieran juntado nuevamente —como un símbolo— para servir, mancomunada, a la liberación de los descendientes de aquellos africanos.