Solidaridad contra difamación: “un trabajito de hormigas”
3/10/2017
Venezuela hizo la invitación y el mundo acudió a expresarle su apoyo. Durante cuatro días Caracas recibió a más de 200 representantes de movimientos sociales de unos 60 países. En la jornada de solidaridad Todos somos Venezuela: diálogo mundial por la paz, la soberanía y la democracia bolivariana, se escuchó la voz de los pueblos, sabias reflexiones nacidas desde la experiencia frente a una cotidianidad marcada por políticas neoliberales, actitudes hegemónicas, arbitrarias injerencias en asuntos nacionales, odios y conflictos prefabricados. Toda una realidad que la nación latinoamericana se resiste a aceptar. La lucha por la inviolabilidad a sus principios de soberanía e independencia la ha colocado en el centro de una manipulada guerra mediática cuyos argumentos no se sostienen ante el apoyo incondicional de corrientes progresistas del mundo, que saben la verdad y el trasfondo de tanta manipulación.
También mucho conoce el héroe antiterrorista Fernando González Llort, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, sobre cuánto pueda lograr la solidaridad. La liberación de él y sus hermanos de lucha, recluidos injustamente en cárceles estadounidenses, fue una victoria compartida entre la pequeña isla del Caribe y la fuerza de la hermandad internacional. Esa misma fuerza a la que apela hoy la patria de Bolívar.
¿Por qué tantas personas solidarias de los cinco continentes están acá en Venezuela en este diálogo mundial por la paz, la soberanía y la democracia bolivariana?
El mundo entero se percata, todos los hombres y mujeres progresistas, de lo injusta que es la guerra que le hacen los centros de poder, en contubernio con las oligarquías nacionales, al gobierno bolivariano de Venezuela y al pueblo venezolano. Y también instintivamente perciben lo que está en juego con la Revolución bolivariana.
Se trata de desmontar y de destruir el proceso revolucionario bolivariano no solo por los recursos estratégicos de los que dispone Venezuela; creo que, incluso más que por eso, se le ataca por el rol histórico en la etapa de la independencia venezolana, por lo que significa el pensamiento de Bolívar, lo que significa que el Comandante Hugo Chávez y la revolución que él encabezó hayanrevitalizado, revivido, despertado ese sentimiento, ese pensamiento bolivariano que fundamenta la necesidad de la independencia de nuestro continente y de su unidad.
¿Qué está en juego en Venezuela?
Lo que está en juego es la capacidad de nuestros pueblos y de nuestros países de ser verdaderamente independientes. Una derrota de la Revolución bolivariana sería de dimensiones serias para el movimiento revolucionario mundial, para los sentimientos de independencia, de soberanía de los pueblos, no solo latinoamericanos, sino de todo el mundo. La Revolución bolivariana encabezada inicialmente por el Comandante Chávez y después continuada por el presidente Maduro apunta hacia la multipolaridad del mundo y eso los enemigos, el imperialismo fundamentalmente, no lo aceptará con facilidad. La multipolaridad del mundo; la unión latinoamericana; la paz; el desarrollo de los pueblos, y un concepto humanista, socialista de colaboración con los pueblos más sufridos, con los pueblos más pequeños, con los países de menos recursos, esa manera de pensar alternativa y diferente no la quiere el imperio ni para Venezuela ni para la región. La necesidad de nuestra verdadera independencia, de acceder a la independencia económica de los centros de poder imperialista, lo consideran una amenaza, y por eso la atacan. Venezuela, por otra parte, es la impulsora de ese espíritu y del trabajo por la unidad de nuestros países de América Latina. Ningún país nuestro, de manera aislada, podría enfrentar exitosamente los desafíos que tenemos por delante. La unidad de todos los pueblos, la unidad latinoamericana, la integración latinoamericana es fundamental, y Venezuela juega un rol especial, de mucho impulso a esos movimientos integradores y unitarios de América Latina.
Tal vez por jugar ese rol es que Venezuela está siendo hoy ese blanco de ataques que de alguna manera usted ha vivido como cubano. ¿Cómo ha sido este tipo de presión en el caso de Cuba?
Cuba ha vivido desde el mismo triunfo de la Revolución bajo las amenazas de más de 11 presidentes de los Estados Unidos. Desde el año 1959, todos los cubanos hemos vivido bajo las constantes amenazas de los Estados Unidos. En algunas administraciones han sido más inminentes, explícitas; en otras, menos. Pero la defensa de Cuba nunca se ha podido descuidar y el día que se descuide estaríamos cometiendo un error, como dijo nuestro Comandante en Jefe.
Pero en ocasiones han ido más allá de las amenazas. Cuba también tuvo que enfrentar bandas armadas que se organizaron, tuvo que enfrentar sabotajes, epidemias. ¿Hasta dónde llegó el impacto de ese tipo de acción que fue más allá de la simple amenaza?
Cuba experimentó y ha experimentado la más amplia gama de variantes de agresión por parte del imperialismo norteamericano, desde las bandas terroristas que mencionabas, las acciones terroristas directamente desde Estados Unidos, el financiamiento de grupos contrarrevolucionarios que llevaron a cabo esas acciones terroristas, la guerra bacteriológica. No podemos olvidar las epidemias de dengue que fueron introducidas en Cuba, no podemos olvidar la fiebre porcina, que devastó la producción de carne de cerdo. Súmale a esto los intentos de asesinato a dirigentes políticos cubanos, y más que nada del Comandante en Jefe, que superaron la notable cifra de 600, apoyados por la Agencia Central de Inteligencia. Las agresiones, las amenazas que implican una agresión sicológica al pueblo de Cuba, el mantenerse, tener que mantenerse alerta ante cualquier amenaza. Agresiones radiodifusoras también, la televisión, la radio que se enfoca hacia Cuba para transmitir mensajes de desinformación, de desaliento hacia nuestro pueblo.
Creo que toda la gama de agresiones se ha aplicado contra Cuba. Hoy Venezuela también experimenta circunstancias muy similares que van más allá de la propia amenaza de agresión militar y se le comienza a aplicar un bloqueo de tipo económico, en este caso financiero, que son los primeros pasos de algo muy parecido a lo que le han aplicado a Cuba por 57 años.
La opción de Cuba para enfrentar ese tipo de ataque terroristas fue hacer una labor como la que usted realizaba y que le llevó a enfrentar más de 12 años de cárcel en Estados Unidos. Cuénteme, ¿cómo enfrentó esa circunstancia sabiendo que su interés, su misión era detener ese tipo de ataques?
Por ser una misión tan humana, tan justa, pues uno la asume independientemente de los riesgos que pueda correr. Fuimos a prisión injustamente porque lo que estábamos haciendo, precisamente, era tratar de salvar vidas humanas incluyendo vidas norteamericanas que pudieron haber sido víctimas de los ataques terroristas, porque recuerda que los ataques terroristas de estos grupos no solo tenían lugar en nuestra Isla, sino que tuvieron lugar en muchos de ellos. También trataban de afectar oficinas comerciales cubanas en cualquier otro territorio. Lo hicieron en las Oficinas de Cubana de Aviación en México, en la oficina de nuestra embajada en Portugal; durante los años 70 también fallecieron dos de nuestros diplomáticos por una bomba que fue puesta en el edificio sede. Con nuestra misión preservamos más bien numerosas vidas norteamericanas que pudieron haber sido sacrificadas en esa cruzada terrorista contra Cuba. De manera que tengo la conciencia tranquila, pues lo que estábamos haciendo era precisamente salvar vidas humanas, tratar de detener actos de ese tipo que, de una manera hipócrita, el gobierno de Estado Unidos catalogaba de lucha contra el terrorismo. Son las paradojas de esta relación que mantiene con Cuba, que siempre ha estado signada por los intereses que mueven la política norteamericana.
Estaban en prisión precisamente por haberse infiltrado en las filas de esos grupos terroristas que atentaban contra Cuba y que, como usted decía, podrían atentar también contra las propias personas de los Estados Unidos. Pero el impacto, la agresividad de ese gobierno hacia la Isla en otros órdenes, por ejemplo, el bloqueo económico sí se hace sentir incluso hoy.
Tengo 54 años y he vivido toda mi vida bajo los efectos de ese bloqueo. Las jóvenes generaciones han vivido todos sus años de vida bajo los efectos de ese bloqueo, que sentimos diariamente en cosas que nos faltan, cosas que el país podría resolver, pero no puede. Mientras, por un lado, el país accede a ciertos niveles de desarrollo; por otro, no hemos podido alcanzar otros por este obstáculo, que puede denominarse, sin dudas, como el impedimento fundamental para el desarrollo de nuestra economía.
Seguiremos luchando contra esas condiciones. Tenemos cientos de miles de amigos en el mundo que también luchan junto a nosotros porque ese bloqueo finalmente en algún momento sea levantado. Pero nosotros vamos a resistir y la Revolución Cubana permanecerá hasta el infinito, esté el bloqueo o no esté el bloqueo.
La injusticia de esa medida es evidente para todo el mundo, y se condena en las Naciones Unidas todos los años.
“Nosotros vamos a resistir y la Revolución Cubana permanecerá hasta
el infinito, esté el bloqueo o no esté el bloqueo”. Foto: Escambray.cu
Precisamente en estos días Cuba presentó nuevamente el informe sobre el impacto y la necesidad de eliminar ese bloqueo.
Durante el mes de septiembre se presenta el Informe que se votará en las Naciones Unidas el primero de noviembre. Estoy seguro que, como ha sido en los últimos 25 años, la Resolución Cubana será aprobada por una amplia mayoría. En este caso no creo que sea lógico esperar que la posición de la actual administración sea la misma de la anterior, que se abstuvo en esa votación, teniendo en cuenta la declaración del presidente de los Estados Unidos recientemente, en días en que estaba pasando el devastador ciclón por nuestro país, de firmar la extensión de la ley del bloqueo por un año más. Podemos esperar que Estados Unidos e Israel voten en contra, pero la gran la mayoría, la absoluta mayoría de los países del mundo nos acompañarán y votarán en contra del bloqueo, a favor de la Resolución Cubana, estoy convencido de eso.
Usted recordaba que el presidente Obama optó por abstenerse en la votación en las Naciones Unidas, alegando que la política tradicional para con Cuba no había alcanzado su propósito. En este sentido, resulta contradictorio que se trate de aplicar la misma receta, ahora contra Venezuela. ¿Cuál es su lectura al respeto?
Es una mentalidad difícil de comprender, creo que en algunas de estas cosas también influyen temas de politiquería interna en los Estados Unidos, pero ellos saben que como el pueblo cubano ha resistido, resistiría el pueblo venezolano también si las condiciones llegan a ser las mismas. A veces los políticos son presas de intereses, de políticas domésticas que los hacen moverse en una dirección u otra. El mismo presidente Obama cuando era senador por el Estado de Illinois, tenía una posición favorable al levantamiento del bloqueo, reconociendo que el mismo era una cosa anacrónica. Después llegó a la presidencia y le tomó casi seis años de su presidencia para efectuar el cambio de política. O sea, estuvo defendiendo el bloqueo durante sus primeros seis años de mandato.
La racionalidad, la realidad del mundo lo llevó a tomar la decisión que tomó, una decisión justa y también valiente. ¿Qué puede pasar con la actual administración norteamericana y el bloqueo que comienza a aplicar sobre Venezuela? Creo que están conscientes de que de esa manera no van a derrotar a la Revolución Bolivariana porque es fuerte, es firme, se sabe defender. El pueblo venezolano tiene niveles de conciencia que le permiten resistir esas condiciones. Ceo que no va a ser exitosa la medida que está tomando el presidente de los Estados Unidos.
¿En qué medida la solidaridad internacional ayudó a romper ese muro de silencio en torno a los 5 héroes cubanos?
Fue fundamental, un trabajito de hormigas, de poquito a poco. Cuando la Campaña por la Liberación de los 5 se inició eran pequeños grupos de personas más bien vinculados a partidos de izquierda, a partidos comunistas, a partidos socialistas que tenían unos niveles de información, de formación ideológica más profunda. Y esa campaña creció con el esfuerzo de muchos, con el trabajo de hormiguitas de muchas personas en todas partes del mundo y, por supuesto, con el esfuerzo de nuestro pueblo, porque nadie se hubiera levantado en el mundo a nuestro favor si nuestro pueblo no se hubiera alzado en masa a favor de nuestra liberación.
Hoy Venezuela enfrenta una situación en la que los medios de comunicación, dominados por grandes trasnacionales de la información, articulan una campaña feroz. Existe un nivel de desinformación y de confusión en muchas personas en el mundo con respecto a qué cosa es lo qué está sucediendo aquí y cuál es la realidad de este país, precisamente porque hay toda esa campaña de desinformación. Si vemos las televisoras como CNN, como FOX en Venezuela, en las calles no se puede transitar, es una inestabilidad total y realmente ha habido incidentes, pero ya hay una tranquilidad en las últimas semanas, en el último mes, superior a la que existía antes. Pero, aun cuando no existía esta situación del último mes, y había un poco más de intranquilidad, la situación no era la que reportaban los medios.
Decía la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, que hoy contra Venezuela se comete una de las mayores injusticias del mundo. ¿En qué medida esa experiencia que usted me relataba, ese trabajo de hormigas por la liberación de los 5 luchadores cubanos antiterroristas podría aportar iniciativas, ideas, para articular ese plan de solidaridad con la Revolución bolivariana?
Creo que es fundamental, creo que es de la máxima urgencia por las circunstancias que vive Venezuela, por las dimensiones de la campaña que se hace contra el país injustamente. Aquí estamos debatiendo este plan de acción. De esta reunión de cuatro días va a salir ese plan de acción que después se podrá perfeccionar. Los mecanismos de trabajo de la solidaridad con Venezuela tendrán que fortalecerse. Continuaremos fortaleciendotodo lo que haga falta porque creo que el mundo está consciente de que la solidaridad necesita dirigirse a la defensa de la Revolución bolivariana, al gobierno legítimamente elegido de Nicolás Maduro, al derecho de este pueblo a llamar a una Constituyente y a decidir su propio destino. Es algo que ha sido tremendamente tergiversado y tendremos que ayudar a informar al mundo, a hacer las acciones que sean necesarias en solidaridad con la Revolución bolivariana.