Rogelio París, un hombre de cine
Interesado en zonas del Séptimo arte que siempre resultan atractivas para los cinéfilos, la filmografía de Rogelio París ha mostrado la épica participación de Cuba en las luchas de liberación desarrolladas en África, así como ha reflejado al héroe positivo dentro de la temática de la Seguridad del Estado y la intensidad de manifestaciones artísticas como la música.
París falleció en la noche del lunes en La Habana, según dio a conocer el portal Cubacine del Icaic; y sin embargo su lente incansable ha dejado una obra vasta, que se inscribe dentro de la cinematografía nacional como una de las más notables al reflejar ese compromiso estético con su pensamiento revolucionario.
A generaciones enteras de cubanos han marcado cintas suyas como Caravana (1990), la cual codirigió con Julio César Rodríguez. En ella, como en Patty Candela y Kangamba, sobresale su peculiar modo de contar conflictos bélicos y la forma en que aborda valores morales y éticos como la lealtad hacia los ideales, el patriotismo, el compañerismo y la valentía.
Pero la visión cinematográfica de Rogelio fue mucho más allá y encontró otras muchas maneras de abordar la realidad cubana. Una de ellas la constituyó su mirada hacia la calidad de nuestra sonoridad, de la que trascienden los documentales sobre el Festival de Varadero (1986) y Nosotros, la música (1964), un material panorámico sobre la melodía y el baile cubano en la década de los años 60 que los estudiosos suelen calificar de «poco común» y en el que intervienen legendarios artistas de la Isla.
Esa arista de la música se destaca en la extensa obra documentalística de París, en la que se insertan los materiales Los hombres de Renté, No tenemos derecho a esperar y Leyenda. Igualmente es meritorio destacar el desempeño de Rogelio en la realización de materiales para la televisión, como sucedió con los publicitarios Talento y ternura y Amasando estrellas, así como el serial Historias sumergidas (2001), el cual dirigió, además de escribir el guion de sus 12 capítulos.
Siempre dispuesto a enseñar, Rogelio fue profesor titular de Dirección de Cine en la Facultad de Cine, Radio y Televisión del Instituto Superior de Arte, y en 2009 le fue concedida la categoría especial de Profesor de Mérito.
Nacido en La Habana en 1936, Rogelio París deja tras su muerte un vacío en la cinematografía nacional, a la que hizo contribuciones esenciales con su obra.
Tomado de Juventud Rebelde