El universo creado por Marvel Studios hace casi dos décadas transcurre por el final de su cuarta fase, en la que los principales superhéroes, vistos y aclamados por los fans más acérrimos, se despiden y dejan paso a nuevos ídolos que abrirán un horizonte no antes visto.
En esta premisa futurista que ha elaborado Marvel, varias cintas y series de televisión han visto la luz, pero muchas de ellas no han sido bien acogidas por los espectadores, debido a múltiples razones como: el reciclaje de historias y villanos arquetipos; la repetición de fórmulas cinematográficas y el uso excesivo de los efectos especiales computarizados, solo por mencionar algunas.
Sin embargo, la decepción del público tiende a desaparecer con contadas películas que salvan dicho universo antes de darle bienvenida a su quinta fase, entre ellas se encuentra la tercera entrega de los Guardianes de la Galaxia (2023).
James Gunn retoma la historia, una vez llevada al cine, de los héroes de los comics The Guardians of the Galaxy con la entrega del tercer volumen de este recién estrenado tríptico cinematográfico.
Los personajes que encabezan este dispar piquete han sido desarrollados desde la comicidad que sus diferencias protagonizan. Cada personalidad de estos desenvuelve un absurdo en pantalla que enriquece la trama, sin perder el tema que persigue.
Gunn utiliza, como ya es habitual, el género de acción y comedia para desenvolver el nudo de su argumento, el cual en el Vol. 3 está bifurcado. Dos historias completan el entramado de la película que tienen como sujeto principal a Rocket (Bradley Cooper).
Mientras uno de los asuntos está elaborado a través del rescate de la vida de Rocket, que está muriendo debido a una bomba que tiene alojada en su pecho desde que su creador (antagonista del filme) lo transformó en el mapache mutante que es, el otro sigue a modo de flashbacks,el pasado complejo y trágico de este personaje.
Los Guardianes de la Galaxia, como saga, está diseñada a partir de un buen desarrollo de personajes, efectos especiales impecables y un guion que confecciona un cuento impactante, emocional y divertido, a la vez que juega con los diferentes géneros que aborda. La tercera entrega es otra muestra de esta fórmula inscrita por Gunn, el cual logra como objetivo principal que los espectadores simpaticen con sus personajes.
La identificación del público con los protagonistas y demás roles secundarios es fundamental para que esta película funcione, de lo contrario estarían bajo la misma construcción de un villano o antihéroe.
Gunn juega con el roce a lo prohibido para darle tintes de emotividad a sus personajes y los repara sobre la búsqueda de una razón afectiva que forja la personalidad pasiva/agresiva de sus héroes, los cuales, desde aquí, sin importar su pasado turbulento, siendo casi todos ladrones o asesinos, seducen.
En los Guardianes de la Galaxia Vol. 3 se mantiene la trascendencia cíclica que se ha generado desde que Marvel empezó a construir su multiplicidad de universos. La capacidad de ofrecerles segundas oportunidades a personas que evidentemente están determinados como villanos, supone el basamento de todo su argumento.
El atractivo a nivel de personalidad dentro de los roles radica en la posibilidad de cambio que tiene cada héroe, antes villano. En el guion supone un giro de los acontecimientos que erradica la conducta de los personajes que se han visto perseguidos por sus comportamientos maleados, debido a sus carencias y deseos no resueltos. Para esto, el realizador o guionista genera un móvil transformador, fuera o dentro de la imagen, que cataliza el cambio de vida.
En el Vol. 3, en los flashbacks, Rocket sobrevive a la pérdida de su familia de animales mutantes, que le hace perder la fe en las personas y lo que de ellas puede provenir. Esto cambia en el futuro presenciado en el Vol. 1 con su integración en la patrulla improvisada creada por Starlord (Chris Pratt), Gamora (Zoe Zaldaña), Groot (Vin Diesel) y el resto, que ahonda en el concepto de familia que se desarrolla en la saga.
Rocket se adapta y acepta las diferencias de sus compañeros acogiéndolos como sus similares, algo que creía perdido. La tercera entrega justifica las dudas del mapache que las películas anteriores mostraban. En esta entrega, Rocket termina por romper ese modelo de tipo frío y calculador para profundizar en el rol de personaje imprescindible que es para sus semejantes y para el futuro de la saga en Marvel, aunque culmine con la separación de la patrulla para la nueva fase.
El guion de los Guardianes de la Galaxia Vol. 3 es un ejercicio holístico sobre la persona de Rocket, sus temores, tragedias y sueños, su crecimiento como ser en un mundo tóxico. La inmersión del espectador en esta historia conlleva a una reflexión atípica de la construcción de un personaje incógnito que en múltiples ocasiones ha sido ayudante y antagonista discreto, parapeto de las razones ilógicas en una fábula dada al absurdo total.
Los Guardianes de la Galaxia Vol. 3 será estrenada en el cine Riviera a las 5:00 p.m. esta semana, del 3 al 6 de agosto. Su entretenimiento de cara a la pantalla promete ser un espectáculo divertido y reflexivo para toda la familia cubana.