Cada año los espectadores cubanos esperamos la edición correspondiente del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (FINCL). Durante este período donde muchos otros eventos han pospuesto su realización y se han volcado hacia las plataformas digitales, algunos temían por la realización de la principal cita con el cine en la Isla.

Pero lo cierto es que desde ayer está en circulación el cartel de la próxima cita (del 3 al 13 de diciembre de 2020), el cual se ajusta a un año donde el cine, la cultura y la vida misma han cambiado a causa de la pandemia. Por esta razón, en el cartel del evento se ha manejado una idea muy cercana a la profesión médica y a una de sus prácticas más comunes: ofrecer recetas para la adquisición de medicamentos.

El símbolo podría quedar restringido a un número menor de espectadores, tomando en consideración que, aunque el Festival tiene su sede en La Habana, atrae a un importante grupo de realizadores latinoamericanos y de otras partes del mundo. Pero creo que a nadie dueño de los códigos le moleste explicar el porqué de esta elección en la creación de la identidad visual del evento.

Más allá de las elecciones entre el clásico “Me gusta” y el “No me gusta”, pienso que esta propuesta atrapa la esencia de un momento vital en la existencia humana, y que el Festival lo haya considerado lo aprecio como una virtud.

En la receta está incluida la información que requiere un cartel promocional de un evento de este tipo, donde se marca el lugar de realización del mismo: La Habana; la especialidad a la que hace referencia: cine y demarca un aspecto inclusivo, pues está pensado para todos los pacientes, lo cual alude a esa atracción popular que genera el Festival y que ha sido uno de los motivos de elogio por parte de los asistentes de otras nacionalidades.

En su concepción el grupo Nocturnal, encargado desde hace algunos años de la creación de la identidad visual y la campaña correspondiente del evento, ha manejado otro código de fácil interpretación y difícil lectura: la caligrafía de muchos profesionales de la salud. Este rejuego me resulta simpático, pues muchos cubanos casi nunca logramos entender lo que nos ha recetado el médico.

Nocturnal está integrado por Nelson Ponce, Giselle Monzón, Michele Miyares, Edel Rodríguez (Mola) y Raúl Valdés (Raupa), quien expresó algunas ideas sobre su creación:

“Este es un cartel hecho en tiempos de pandemia de la COVID-19 que sacude a Cuba y al resto del mundo, y no es un secreto para nadie que los médicos han jugado un papel decisivo en las acciones que se han hecho para prevenir y curar a las personas afectadas por esta enfermedad, y se hacía necesario hacerles un homenaje desde la mirada del cine”.

La idea final es que el cine sea una de las curas posibles después de este tiempo incierto; es lo que recetó el doctor: un tratamiento de diez días para sentirnos un poco mejor en el principal encuentro cinematográfico de cada diciembre.