Raylven Friman de nuevo a la carga
Visitar la galería-taller de cualquier artista nos brinda la posibilidad única de escudriñar el proceso creativo de un autor y no solo apreciar colecciones terminadas, sino también aquellas en pleno proceso de gestación. Es un acercamiento a su universo más personal. Así ha sucedido al recorrer los amplios espacios del Estudio Friman, donde se halla la guarida del pintor Raylven Friman en la concurrida calle Amado Estévez 204 de su natal Bayamo, ciudad Patrimonio Nacional.
Mirando las múltiples propuestas de los diferentes salones que integran su Galería–Taller, la vista regresa insistentemente a un conjunto concluido recientemente titulado Hábito de ausencias.
¿Qué historias se esconden detrás de esta colección que ha concentrado mi atención desde la primera mirada? Quizás sean los colores más tenues en relación con otras piezas. Lo cierto es, que se nota un discurso reposado donde predominan los tonos pasteles. Pero no solo las tonalidades, sino también que su narrativa comunica rápidamente. Son piezas pequeñas que dialogan entre sí, aunque poseen, igualmente, su propia identidad.
Hábito de ausencias fue concebido como un proyecto itinerante para la región oriental, pero por cuestiones logísticas ha quedado un tanto en pausa. Por tal motivo hoy se aprecia algo de ella en mi estudio. Venía de realizar piezas de gran formato y cromatismo, tanto en De fin a principio, exposición con la que inauguré mi estudio personal en el año 2022, poco antes de Génesis de las manchas en la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí”. Y sí, son 40 obras de 65 x 65 cm con mayor carga de textura táctil y poco cromatismo, algunas con elementos incorporados. Tampoco se pretendía un montaje convencional, sino aprovechar un poco la ausencia de piezas en el espacio a montar; de aquí que cada una tuviera su carga expresiva por sí misma y llegar un tanto a los vacíos. Pues, como buen cubano, cada día cultivamos el hábito marcado de más ausencias.
Génesis de las manchas seguramente requirió un esfuerzo creativo sustantivo, toda vez que el espacio de la Galería “El reino de este mundo” de la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí” tiene paredes enormes, que brindan la oportunidad de mostrar piezas de pequeño, mediano y gran formato. Esta colección estaba lista desde el año 2020; pero las condiciones sanitarias la trajeron hasta el mes de diciembre del 2023. Pero igual representa algo de lo más reciente del autor, pues esa pausa permitió perfilar y consolidar esta muestra con más detalles. Recuerdo que asistimos a un vendaval de colores, sentidos y sugerencias.
¿Cómo valoras la experiencia de brindar tu quehacer al público de la capital en un espacio como este, tan significativo para la cultura cubana?
Lograr desarrollar esta exposición fue un gran desafío por varias razones: el proyecto se gestaba desde mucho antes de la fecha final de inauguración. Para ser sincero, era mi primera experiencia de esta magnitud en la capital, y nada menos que en este espacio tan privilegiado, donde se han mostrado obras de grandes maestros de las artes plásticas de nuestra isla a lo largo de su historia. Marcando el hecho de que estaría curada y presentada por el Dr. Rafael Acosta de Arriba. Me acompañaba entonces una gran carga de incertidumbres profesionales, pues una vez inaugurada, el público es quien tiene la última palabra. A pesar de haber conquistado en mi carrera muchos espacios en el país y fuera de él, Génesis de las manchas fue una exposición de mucho peso, sin subvalorar que otras también han aportado, por mucho, en el devenir de mi carrera profesional.
Estudio Friman es un espacio espléndido en una concurrida calle de Bayamo. ¿Cuánto representa tener un lugar como este para poder visualizar a tiempo completo tus inquietudes artísticas?
La génesis del espacio parte de muchas obras sin visibilidad acumuladas a lo largo de mi carrera. Se concibe como Estudio Friman, pues en principio solo se muestra mi trabajo y se abre en un horario determinado del día, no como galería propiamente. Esta nueva experiencia representa mucho compromiso y, sobre todo, respeto a la variedad del público que lo visita.
“Los sueños se cumplen con la materialización de los hechos”.
Friman, a punto de cumplir veinte años de carrera profesional, ¿qué sueños tienes en agenda para la próxima etapa de trabajo?
Verdaderamente el tiempo pasa muy rápido y aún no me creo haber recorrido tanto en el mundo de las artes plásticas. Me queda mucho por trabajar. Los sueños se cumplen con la materialización de los hechos. Seguramente, alguna que otra exposición se hará, si el tiempo y los medios lo permiten. No me gustaría crear expectativas desde ahora que luego no cumpliría. De momento, seguir trabajando y tratando de conquistar nuevos horizontes en mi carrera profesional, sin dejar de intentar cautivar al público. De estos veinte años, si me lo permiten, les contaré en una próxima entrevista. Mientras tanto, muy agradecido por esta.