Premios Calendario invaden librerías de Cuba
12/6/2017
Cinco nuevos libros, escritos por jóvenes autores cubanos, se encuentran ya en la red de librerías de todo el país. Se trata de frescas y novedosas propuestas que nos llegan desde la Asociación Hermanos Saíz y sus populares premios Calendario, en su convocatoria 2016.
Una vez más el ingenio, la imaginación, el meticuloso análisis de la realidad cubana actual, los estilos directos y cargados de sentido se hicieron con los galardones en las categorías de narrativa, ensayo, poesía, ciencia ficción y narrativa infantil.
En narrativa destaca el texto Rapsodia Bohemia, de Yeney de Armas (Premio de narrativa), una obra que nos conduce hacia esas historias de la cotidianidad que hacen pensar en la existencia, aciertos y desaciertos, en nuestra condición primigenia: la de ser sencillamente humanos. No escapa a la Cuba actual y a esos jóvenes de hoy con su extravagante forma de asumir la vida. Seduce a través del lenguaje sencillo, pero salpicado por un ritmo trepidante.
Otro título igual de interesante resulta Rehabilitación de la memoria histórica: Lunes de Revolución en el campo intelectual cubano, de Grethel Domenech (Premio ensayo). Propone un minucioso análisis de lo que constituyó el semanario Lunes de Revolución, sin dudas, la génesis de todo un suceso sociocultural y político que en el propio año 1959 abrió espacio a una parte significativa de la intelectualidad cubana de la época y a otros jóvenes, que iniciaban allí su aporte a la cultura nacional. La magnitud, alcance y significación de este suplemento ocupan toda la atención de este pertinente ensayo.
Los amantes de la poesía hallarán, sin dudas, en Plantas invasoras, poemario de Antonio Herrada (Premio poesía) una invitación a la indagación en lo más profundo del ser humano, sus interrogantes y también certezas. Sus versos conducen a esa búsqueda dentro de uno mismo, pero sobre todo constituyen un llamado simbólico a la vida, cuyos inicios siempre son tan simples como la semilla misma y la planta en sí… los símbolos más visibles a los ojos humanos del proceso de la vida.
Desde otra óptica Chunga Maya, de Alejandro M. Rojas (Premio ciencia ficción) propone un divertido y dinámico relato donde armonizan varias de las problemáticas presentes en el imaginario popular de los jóvenes cubanos, que hacen reflexionar sobre la vida cotidiana y cómo la fantasía nunca se desprende totalmente de la realidad, por el contrario, nos supera y en el subconsciente nos mantiene en vilo; buscando quizá soluciones, o al menos alternativas, al futuro, acaso no tan distante del presente.
Para los más pequeños también hay novedades: No hay tiempo para festejos, de Diana Castaños (Premio narrativa infantil), nos remite, a través de la sencillez y la ternura, a esa inocencia perdida de cuando la vida, las circunstancias y los dificultades obligan a crecer, a mirar el presente con objetividad, dejando atrás todo rastro de fantasía. Desde la óptica infantil, nos recuerda que está en nuestras manos impedir que nos quiten la alegría de seguir siendo, al menos, un poquito niños.
Con esta entrega la Casa Editora Abril nos ofrece un surtido múltiple y diverso de textos breves, bellamente articulados por su funcional diseño de colección, que apuestan por el análisis, la búsqueda interior, el interés por la condición humana y la vida; alimentando así la certeza de que, aun en tiempos de tecnologías, videojuegos y redes sociales, seguiremos encontrando numerosos puntos de contacto con esa maravilla que solemos llamar literatura.