Por primera vez en Cuba, Festival de Cine Chino
13/8/2019
El cine chino en Cuba es una faceta prácticamente inexplorada dentro de la cultura del gigante asiático. Con excepción de alguna que otra película del sábado en la noche y del programa Dojo en TV, donde solo se proyectan durante la etapa estival largometrajes de artes marciales de distintas naciones, no existe, hasta el momento, ningún otro programa que deje constancia de lo mejor del celuloide del país más habitado del mundo.
En este contexto llega el primer Festival de Cine Chino, a realizarse del 13 al 18 de agosto en el cine La Rampa y en la sala 2 del Multicine Infanta de La Habana. Organizado por la Federación del Mundo Literario y Artístico, en conjunto con el Ministerio de Cultura de Cuba y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), entre otras instituciones culturales, el encuentro propone disfrutar de la filmografía contemporánea representativa del gigante asiático.
Así lo hicieron saber sus organizadores en conferencia de prensa este 12 de agosto en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, donde anunciaron las películas escogidas para la ocasión, mayormente comedias y dramas. Entre las cintas sobresale Familia de Beijing, historia que centra su trama en los cambios que se produce en una familia tras la llegada de una niñera colombiana.
Los adolescentes, en cambio, tendrán a su disposición Vete, señor tumor, en la sala 2 del Multicine Infanta, filme basado en la vida de la dibujante de cómics XionDun, quien después de ser diagnosticada con cáncer dio origen a una historieta que ha inspirado a miles de personas en el mundo.
De igual forma, los que gustan de relatos de amor podrán ver Te pertenezco y La Chica Brillante,mientras que los más pequeños se divertirán con el gustado animado El Rey Mono, proyectado en la pantalla chica en diversas ocasiones.
A partir de 1984, China recibió una inyección moderna en el séptimo arte, cuando recién graduados de la Academia de Pekín comenzaron a dirigir películas con una mirada renovadora. Tal es el caso de Tierra Amarill, de Chen Kaige, así como Ladrón de Caballos, de Tian Zhuangzhuangy y Sorgo Rojo, de Zhang Yimou por solo citar algunos ejemplos. En estos casos se observan nuevos códigos visuales que atrajeron numerosas miradas de la crítica y la audiencia internacional.
Gracias a la nueva oleada de directores contemporáneos, varias películas chinas han ganado premios en festivales importantes como el de Cannes o nominaciones a los Premios Óscar, además de conseguir éxitos de taquilla.