Por la alegría vivimos
2/9/2019
El espacio La sabatina de Fresa y Chocolate que conduce el historiador y vicepresidente de la Asociación de Escritores de la Uneac, Ernesto Limia, estuvo dedicada este sábado al humor.
Como invitado estuvo Fernando Rodríguez, profesor del Departamento de Matemática Aplicada de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de la Habana, quien es también coordinador del proyecto Delta.
El proyecto se dedica a hacer humor con temas de ciencia y tecnología, contando con tres espectáculos fundamentales: Más grandes que los de cualquiera, Con las pelotas al aire (sobre Malabares) y SEXO = mc2 (sobre Matemática y Física). Fernando comentó sobre lo complejo que resulta hacer humor con matemáticas —teniendo en cuenta que hablar de Matemática es difícil— y a la vez vincularlo con temas de la cotidianidad.
El público no solo rio, sino que descubrió significados nuevos para viejas frases como “te quiero del tamaño del mundo”, posibilidades que uno tiene cuando le explican sobre tamaños, estadísticas y relatividad.
El espacio resultó oportuno para reflexionar sobre la importancia de educar la creatividad en función de la resolución de problemas y sobre los valores del buen humor: “hemos visto cuánto puede aportar la inteligencia en la salud de esta nación, pues esta tarde nos hemos reído sin vulgaridad, sin malas palabras, sin ofensas, eso muestra lo mucho que necesitamos la creatividad para poder avanzar”, afirmó Limia al cierre del encuentro.
La frase que da título a este texto [1] resume en sí el valor principal e indispensable del humor, ese que lo liga de manera indisoluble a la felicidad y a la risa. Si, además, podemos hacer o disfrutar de un humor que nos represente a todos, que no sea ofensivo o discriminatorio, que nos invite a participar, si podemos contar con “un humor en todos los sentidos” para la Cuba de este día, entonces sería posible decir que tenemos alegría suficiente y que, como propone Benedetti, debemos defenderla.
Para conocer un poco más sobre la propuesta del proyecto Delta, La Jiribilla conversó con Fernando:
Coméntanos sobre el surgimiento del proyecto…
“El proyecto Delta es una extensión natural de las peñas que se hacen en las facultades de la Universidad. En la Facultad de Matemática, como en otras, existe una tradición de peñas mensuales, con la característica de que las de Matemática en los últimos 15 años tenían un contenido humorístico grande. De ahí salieron Silva y Bacallao, que ahora son humoristas establecidos.
“Yo era parte del colectivo que hacía las peñas y en un momento me quedé al frente de la organización de estas. Debo decir que aunque para mí hacer humor es relativamente sencillo, escoger de qué hacerlo si me cuesta mucho trabajo. Entonces, teniendo en cuenta que las peñas eran para la facultad donde el público fundamental son sus estudiantes, decidí hacerlas sobre matemática y computación. Resultó que los novios y las novias de los estudiantes de la facultad empezaron a ir a esas peñas y se divertían, aun sin ser especialistas en los temas. Por esto es que se decide llevarlo a un espacio más grande en colaboración con el Proyecto 23 del ICAIC y con el Centro Promotor del Humor (CPH).”
Teniendo en cuenta las particularidades del trabajo que hacen, ¿qué consideras que le aportan al humor que se hace en Cuba ahora mismo?
“Lo primero es la diversidad en relación a los temas. Nuestro humor no refleja la situación cotidiana. Nosotros nos burlamos de la ignorancia, de la falta de creatividad. Además, tenemos otra característica importante: una buena parte del espectáculo la hace el público a partir de la posibilidad de conectarse a la red y enviarnos mensajes. Con todo esto de la web 2.0 a mí me gusta decir que es un humor 2.0.”