Las Industrias Culturales y Creativas (ICC) son aquellas que generan riquezas a partir de la explotación de la propiedad intelectual. Dentro de este campo se incluyen ramas de la cultura, el arte y las letras como la arquitectura, el patrimonio inmaterial, las artes visuales, las artes escénicas, la artesanía, la cinematografía, el diseño, la industria editorial, los videojuegos, la música, la moda, la publicidad y los medios de comunicación.

En muchas naciones del orbe las ICC constituyen uno de los principales rubros de ingresos a los productos internos brutos de las economías, además de que devienen fuentes de empleo, directos e indirectos, de la ciudadanía y tributan al desarrollo local.

Durante la clausura del Foro-Taller ICC Cubanas, Fernando León Jacomino, viceministro de Cultura, agradeció el apoyo a la realización de este evento, celebrado en el Palacio de las Convenciones de La Habana, de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), el Programa Transcultural de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Dirección de Desarrollo de las Industrias Culturales y Cooperación Internacional del Ministerio de Cultura (Mincult).

“Al mercado no se entra espontáneamente. Se accede con un nivel de intencionalidad. Por eso también estamos trabajando en la visibilidad de las mejores propuestas culturales”, apuntó el viceministro de Cultura Fernando León Jacomino.

El viceministro destacó la calidad del encuentro y el avance en la conceptualización en materia de ICC en relación con la cita precedente, que sesionó en agosto del 2023 en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba.

En especial, calificó de loable la labor del equipo de expertos del Instituto de Investigación Cultural “Juan Marinello” que ha trabajado en la sistematización y adaptación del concepto y las metodologías de ICC al contexto del modelo social que tenemos en Cuba.

“No podemos retroceder en el acceso universal y público a la educación, la cultura y la ciencia. Nuestros públicos tienen que seguir accediendo a las propuestas artísticas y literarias, con precios muy asequibles para los trabajadores que viven de su salario y, a la vez, debe haber otro nivel de circulación de ese producto para venderlo a otros usuarios, de manera que nos genere un ingreso”, señaló León Jacomino en exclusiva para La Jiribilla.

“No podemos retroceder en el acceso universal y público a la educación, la cultura y la ciencia”.

En opinión del viceministro, se debe apostar por los productos de mayor calidad porque “al mercado no se entra espontáneamente. Se accede con un nivel de intencionalidad. Por eso también estamos trabajando en la visibilidad de las mejores propuestas culturales”.

Explicó que, de conjunto con el recién creado Instituto de Información y Comunicación Social, se procura “llegar a un punto donde pongamos de moda lo que nos interesa que circule en el mercado. Eso es un reto: promover los valores que tributan positivamente a la sociedad que queremos construir”.

León Jacomino instó a aprovechar mejor los beneficios de la inclusión de la Mayor de las Antillas en el sistema de ciudades creativas de la Unesco.

“Tenemos que acortar la brecha producto de nuestra entrada tardía en el circuito de las ICC para poner en valor las potencialidades del sector cultural cubano”.

“En Cuba contamos con dos ciudades creativas en el ámbito de la música: La Habana y Santiago de Cuba, esta última, con una gran riqueza, sobre todo, en géneros como el son y el bolero, y tenemos a Trinidad como ciudad creativa en el tema de las artesanías.

“Otras ciudades que pueden aspirar a esa condición son Camagüey, en la literatura; Sancti Spíritus, con su rica tradición musical; Guantánamo, con todos los saberes en torno al changüí y sus grupos portadores con raíces caribeñas; Villa Clara sobresale por su experiencia en la programación cultural.

“A la vez, todas las provincias tienen que aportar a la construcción de circuitos culturales, a generar intercambios, proyectos, itinerarios para la construcción del arte y para optimizar los costos”.

“No podemos olvidar que vamos a contracorriente del poder hegemónico. (…) Por sobre todas esas barreras hay que alzarse para lograr que nuestra música y nuestro arte circulen mundialmente…”.

En ese sentido resulta vital igualmente la labor que desarrollan los especialistas de la Dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación del Mincult, creada en diciembre de 2020.

“Si estamos entrando en un campo nuevo tenemos que hacerlo de manera creativa. La innovación es clave. Tenemos que acortar la brecha producto de nuestra entrada tardía en el circuito de las ICC para poner en valor las potencialidades del sector cultural cubano.

“No podemos olvidar que vamos a contracorriente del poder hegemónico. Los grandes circuitos de circulación, en su mayoría, están dominados por trasnacionales de origen norteamericano o con grandes intereses en los Estados Unidos. Por sobre todas esas barreras hay que alzarse para lograr que nuestra música y nuestro arte circulen mundialmente, por aquellos nichos que encontremos para burlar el bloqueo norteamericano”, concluyó el viceministro.