Todo parecía fue una compilación de poesía cubana contemporánea de temas gais y lésbicos armada por Jesús J. Barquet y por mí para Ediciones La Mirada, de Nuevo México, y publicada en 2015. Fue el primer repertorio de tales temas realizado sobre la poesía de cuarenta y dos autores vivos, no necesariamente incluidos en las orientaciones sexuales representadas en los textos. O sea, resultó una colectánea abierta a todas las variantes de la sexualidad humana, por supuesto, incluidas personas heterosexuales que tuviesen textos afines a nuestra selección.
Años después la holguinera editorial La Luz se hizo eco de una ampliación selectiva, para cuya edición cubana, por ser en sustancia obra nueva, trae el título de Las piedras clamarán, con sutil referencia a un conocido enunciado bíblico. Este 17 de mayo de 2021 se celebra la anual jornada contra la homofobia y la transfobia, vale la pena aquí mencionar los dos libros en cuestión.
“El conjunto reúne poesía de amor, desamor, lejanía, identidad, junto al canto a la vida y al derecho de vivir como se es, frente a (contra) los avatares de cualquier tipo de discriminación”.
El conjunto reúne poesía de amor, desamor, lejanía, identidad, junto al canto a la vida y al derecho de vivir como se es, frente a (contra) los avatares de cualquier tipo de discriminación. No son libros de combate sino compilaciones de poesía, claro que mediante las cuales los poetas incluidos (la cubana tiene el doble de la edición estadounidense) expresan razones de autenticidad y de belleza junto a sus sueños e ilusiones. Primero Todo parecía y luego Las piedras clamarán vienen a aportar un conjunto de textos de poetas cubanos residentes en disímiles sitios, y a mostrar que no hay silencio sobre tales asuntos. Es un sector de la poesía cubana que bien merece atención.