Bajo el techo de la sala Nicolás Guillén, en el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, se presentó este lunes Para dirigir con éxito, obra del experto Juan Ruiz Quintana, durante la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana. El texto, editado por Verde Olivo y prologado por el científico Agustín Lage, emerge como un faro teórico y práctico para directivos en un contexto de transformaciones económicas y tecnológicas en la Mayor de las Antillas.
El libro aborda los mecanismos de dirección empresarial desde una óptica que integra la gestión científica, la cooperación y la adaptación a la cuarta Revolución Industrial. “Mi objetivo fue crear un material formativo que combine teoría y práctica, esencial para quienes lideran en un entorno en constante cambio”, destacó Ruiz Quintana durante la presentación, ante un auditorio que incluyó autoridades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, académicos y jóvenes cadetes.
Con un epílogo del Comandante Ramiro Valdés Menéndez, la obra trasciende lo técnico para reflexionar sobre el perfil del dirigente contemporáneo. Ramón Elías Laffita, editor del texto, subrayó su valor pedagógico: “Al revisarlo, sentí estar en un aula universitaria. No se limita a procesos administrativos; explora cómo proyectar líderes capaces de gestionar cambios económicos y decisiones disruptivas”.

Agustín Lage, en su prólogo, vinculó las ideas de Carlos Marx sobre las relaciones de producción con los actuales desafíos gerenciales. Citando al filósofo alemán, recordó que “el ser social determina la conciencia”, un principio que, según Lage, exige repensar la dirección empresarial en la era digital. “Las tecnologías emergentes —inteligencia artificial, big data, biotecnologías— demandan creatividad en la gestión. Modernizar fábricas sin actualizar estilos de mando sería optimizar lo obsoleto”, advirtió.
El texto también rescata el legado de Ernesto Che Guevara, quien abogó por adoptar técnicas de gestión heredadas del capitalismo y adaptarlas al socialismo. “El Che insistió en estudiar métodos modernos, pero siempre desde nuestra identidad. Hoy, eso implica construir empresas socialistas con literatura propia, que reflejen nuestras realidades políticas”, añadió el prologuista.
“A través de casos prácticos y anécdotas, Ruiz Quintana desglosa principios como la integración de la ciencia en la toma de decisiones y la gestión del cambio”.
La contraportada del libro describe el éxito como un resultado estratégico, no fortuito. A través de casos prácticos y anécdotas, Ruiz Quintana desglosa principios como la integración de la ciencia en la toma de decisiones y la gestión del cambio. Según el autor, el texto aporta tanto a la capacitación de cuadros de dirección veteranos como neófitos: “Dirigir implica un toque personal, pero hay bases que todos pueden aprender”, señaló.
El volumen, además, se posiciona como una respuesta a tres ejes cubanos: ser un país del Sur en vías de desarrollo, socialista y pequeño en cuanto a mercado doméstico. “Nuestros directivos deben planificar desde la equidad, la participación colectiva y una inserción inteligente en la globalización”, recalcó Lage.

Juan Ruiz Quintana (Mayarí, 1964) no escribe desde la especulación. Con una trayectoria que abarca desde la dirección de Cubaníquel hasta el Servicio Geológico de Cuba, su experiencia en comercio exterior y minería sustenta cada capítulo. Ingeniero metalúrgico formado en Rusia y máster en Gestión Internacional, el autor fusiona el rigor académico con lecciones de campo. “Este libro nace de mi tránsito como cuadro. Quise compartir herramientas que hubiera deseado tener al inicio”, confesó.
En un momento donde Cuba impulsa nuevas formas de gestión económica, Para dirigir con éxito se erige como un manual urgente. Como concluyó Lage: “Necesitamos líderes humildes, pero ambiciosos en desarrollo; que movilicen equipos y negocien incertidumbres. Este libro es para ellos: los que construirán empresas desde el socialismo, la innovación y la soberanía”.
Más que un libro, se trata de un proyecto: formar directivos que, en palabras del Che, sepan “separar caminos” sin perder de vista la justicia social. Una misión que, como el viaje del éxito, no es lineal pero sí posible.