Palabras del Dr. Pablo González Casanova en el Encuentro por la Unidad Latinoamericana y Caribeña
Buenas noches. Quería darles un sentido coloquial a mis palabras, y las voy a decir sin leer, pero como no soy muy buen orador les pido de antemano que me excusen.
El problema es que hoy en la mañana, en la madrugada, a primeras horas de la mañana, estuve oyendo las críticas a la República de Cuba y su presidente y a la República de México y el nuestro, y fue verdaderamente lamentable la forma violenta y variada en la que usaban todo tipo de retóricas, desde la clásica de los oradores griegos y romanos y sus sucesores hasta las de la publicidad, la propaganda y la guerra fría. Me di cuenta de que jamás habían mostrado un coraje y una furia tan espantosa contra Cuba como lo hicieron hoy en la noche y esta mañana. Era verdaderamente colérico el discurso, y me puse a ver que había algo que los movía, que había muchos factores que explicaban su rabia, y esto me hizo pensar que nosotros no nos damos cuenta de que estos miserables lo que entienden por libertad es la libertad de los grandes monopolios del capital para dominar el mundo.
Eso no es dañino para el mundo, eso se corrige con organizaciones de asistencia, eso lo resuelve el sistema poco a poco, porque el problema no es fácil de resolver. En fin, al final me dije: “Bueno, pero de todos los razonamientos que estos miserables hacen cuál es el más importante, lo que más les importa. ¿Nosotros por qué luchamos y ellos por qué luchan?”.
Entonces me di cuenta de que ellos entienden por libertad la libertad del capital para explotar de las más distintas formas a los pueblos y a los trabajadores, sean estos el propio pueblo o los pueblos del país o los pueblos del mundo, y sean trabajadores organizados o no organizados. Entonces se da uno cuenta de que hay una lucha por la definición de los países libres y los que son dictatoriales, y son libres los que dejan al capital hacer lo que le da la gana.
Sacan ahí una serie de fotografías que han estado sacando hace mucho tiempo y que antes usaron para mostrar la furia de la población cubana frente al asedio y el ataque de los comunistas, y después vi que el problema es que ellos definen como país libre exclusivamente a aquellos que les dan facilidades al capital.
Es muy importante que nosotros no hablemos nada más de la solidaridad y la fraternidad de nuestras luchas sin hablar de lo que están provocando permanentemente quienes solo definen la libertad por la libertad que el capital tiene para provocar todos esos daños en el mundo. Ellos siguieron trabajando y siguen trabajando hoy por desprestigiar al presidente López Obrador y al presidente de Cuba. A ambos los atacan con una falta de vergüenza verdaderamente impresionante.
“Ellos definen como país libre exclusivamente a aquellos que les dan facilidades al capital”.
Ya en alguna ocasión anterior, cuando hubo otra de estas ofensivas contra Cuba, tuve el honor de firmar un documento que se publicó en La Jornada y en el que hablaba y sostenía tesis parecidas a las del presidente López Obrador, y creo que está utilizando una lógica muy importante contra el dominio de nuestros países por el capital, está concentrado en eso y lo está haciendo con el auxilio, la ayuda y la lealtad del Congreso de la Unión, de todos los poderes de México, incluso de los dirigentes que se definen como sus contrarios. Lo que quiero acentuar aquí es que no debemos perdernos en que el origen de nuestros males es precisamente lo que ellos consideran la libertad, y esa libertad es la fuente de todo tipo de opresiones y desigualdades que existen, y por lo tanto, debemos de hacer un vínculo mayor entre nuestras protestas y las extorsiones del capital. Nosotros tenemos que luchar por esa libertad y la forma en que va a operar en un mundo que está rehaciendo, y que ya lo está haciendo también una gran parte de la sociedad civil, en particular aquella a la que yo pertenezco, que es el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional).
Ustedes habrán visto un artículo muy raro que publiqué, en el que hago ver cómo en el Caribe latinoamericano se originó un movimiento de liberación nuevo y extraordinario desde el punto de vista de su eficacia y de su fuerza. Es el verdadero experimento liberador, porque desgraciadamente el que se probó con la creación de los partidos comunistas el siglo pasado fue interpretado por el Partido Comunista Soviético como la dictadura del partido, en el que el partido le dice a uno cómo pensar, cómo actuar etc., y desprestigió totalmente la nueva concepción, la concepción de la dictadura como la lucha por la libertad de los trabajadores y de los pueblos. Los que pertenecían al partido consideraban que tenían derechos sobre pueblos, e incluso naciones, y provocaron guerras de enfrentamiento verdaderamente lamentables contra países como Yugoslavia.
“Es absolutamente indispensable replantearnos la forma en que celebramos la alegría, que debe prevalecer entre nosotros con la fuerza de nuestro pensamiento y de nuestra acción”
Nosotros debemos, aparte de nuestras fiestas —que no hay que abandonar, ya que nuestra alegría debe complementar la lucha— tener grupos de trabajo que vean lo que está ocurriendo en este momento en relación con la destrucción de un mundo en que domina en gran parte de los países la dictadura del capital. Es necesario en este empeño darse cuenta de que la reestructuración de los límites como objetivo y la comparación de cómo estamos haciendo ahora lo que hicieron los norteamericanos frente a las metrópolis al decirles que “América para los americanos”, no quería decir lo que después han interpretado, incluía a todos los americanos contra el imperialismo europeo. Esto ha sido muy mal interpretado y se ha llegado a absurdos de opresión por los propios partidos comunistas que eliminaron la lucha de los pueblos y las comunidades.
Es absolutamente indispensable replantearnos la forma en que celebramos la alegría, que debe prevalecer entre nosotros con la fuerza de nuestro pensamiento y de nuestra acción; qué relación tiene uno con otro y en qué momento desatamos nuestra alegría y nuestra pasión por la vida y en qué momento nos ponemos a trabajar para acabar con la opresión del capital y de las utilidades sobre el concepto de libertad.
En ese terreno debemos recorrer el camino que va desde Cuba, iniciadora de este gran movimiento de la nueva democracia revolucionaria y socialista con Fidel Castro y que siguió después con organizaciones que provinieron de América Central, incluyendo a México, donde precisamente tengo el honor de ser incluido en el EZLN. El EZLN está trabajando de una manera colosal y enfrenta la historia nueva, en que, como dijo un ilustre pensador, ya no estamos teniendo la misma historia, está desapareciendo la historia antigua y está apareciendo una historia de continentes y de una nueva era de lucha, absolutamente comprobada. Valdría la pena que leyeran en ese sentido las publicaciones del EZLN y de organismos parecidos.
Este encuentro no puede ignorar el papel fundamental que cumple en este proceso la República de Venezuela, porque en ella el presidente Maduro ha dicho: nuestra revolución es la culminación de un proceso muy raro, de una lucha que no percibimos siempre, y que consiste en vincular la vida y la lucha en los países con la lucha del mundo que está naciendo ya o que ya ha nacido. Dice, por ejemplo, soy cristiano y creo en el cristianismo; soy marxista y creo en el marxismo, etc., y va mencionando así varias cosas en las que él cree, pero lo que pasa es que no estoy de acuerdo con que no se cumplan.
Entonces, la historia en la que debemos comprometernos es la que cumpla con lo que queremos y estamos haciendo. Para eso tenemos que pensar y actuar a sabiendas de que en este momento ya el EZLN está recorriendo el mundo entero y es un mundo gigantesco. Tenemos que hacer algo semejante con las valiosas aportaciones de Venezuela al proceso de difusión de que ahora la lucha es hacer lo que quiere uno hacer o lo que propone uno. Esa es la verdadera lucha, luchemos por cumplirla. Brindemos y mandemos una felicitación a los compañeros presidentes de Cuba y de México que inauguraron este evento el día de ayer. Gracias.