Los sonidos estremecen, hacen que el cuerpo vibre y la mente viaje a insospechados rincones. Así regresa en su tercera temporada el Festival Internacional de Música Electroacústica y Electrónica Primavera en La Habana, cuya decimocuarta edición fue inaugurada este martes en la Casa de las Américas.

Con actividades programadas hasta el 15 de marzo, el evento retorna tras diez años de ausencia para homenajear por su centenario al maestro Juan Blanco, creador del festival en 1981 y precursor de la música electroacústica en Cuba.

Precisamente la obra de Blanco abrió esta edición. La primera pieza presentada en Casa de Las Américas fue Suite de los niños, convertida en instalación sonora por el artista plástico Milton Raggi. Luego se ejecutó Cirkus Toccatta, de la mano de los artistas Yuliet Abreu —La Papina— y Juan Carlos Vento.

Los Djs no faltaron a la cita inicial. La producción de D´Joy de Cuba, Kike Wolf y Tiko SK8 —del proyecto holguinero Electrozona— sirvió también para rendir tributo al quehacer de Juan Blanco, en un evento que por primera vez incluye en su nombre la frase “música electrónica”.

Para D´Joy de Cuba —uno de los principales exponentes del género— el reconocimiento de ese tipo de música en el festival es imprescindible para lograr un respeto hacia el trabajo de los Djs. “Aunque el estilo ha tomado auge, todavía muchos nos ven como quienes ponen música y no como creadores y contadores de historias”, aseguró.

Primavera en La Habana, además de difundir el trabajo realizado en Cuba, permite a los artistas el contacto con importantes figuras del panorama internacional. El director general del evento, Enmanuel Blanco, refirió la presencia de invitados de 21 países. Desarrolladores de software musicales, directores de estudios y otros participantes dedicados fundamentalmente a la electroacústica podrán compartir experiencias con los creadores nacionales.

Según Blanco, los modos de hacer de la electroacústica y la electrónica se entrelazan cada vez más. No obstante, siguen siendo dos líneas diferentes que el festival tratará de reflejar en toda su riqueza.

De ese modo, el evento tendrá como sedes la Fundación Ludwig, la Sala Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, el Centro Cultural Entre Dos, la Casa de Las Américas y otras instituciones y espacios culturales.

Enmanuel Blanco, también director del Laboratorio Nacional de Música Electroacústica, explicó la necesidad de mantener vivo un festival que promueve tan buena creación. Por ello no se retoma de forma fugaz: a partir de 2021 Primavera en La Habana sesionará cada dos años.