Oleada literaria en Guantánamo supera calidad y concurrencia

Yaimara Villaverde Marcé
19/4/2018

Las persistentes lluvias primaverales no impidieron que, del 11 al 15 de abril, el carnaval literario y artístico que suscita anualmente la Feria del Libro en Cuba se adueñara del centro histórico de la Ciudad de Guantánamo, lo convirtiera en verdadera librería a cielo abierto y superara las expectativas de concurrencia, promoción y calidad, con resultados superiores a los de 2017.


Ministro de Cultura de Cuba Abel Prieto Jiménez prestigia capítulo guantanamero de Feria del Libro Cuba 2018.
Fotos: Lorenzo Crespo Silveira y Rodny Alcolea Olivares
 

A la Villa del Guaso, que hace 140 años vio nacer al ilustre poeta Regino E. Boti, la edición 27 del mayor suceso editorial cubano atrajo alrededor de 57 mil ejemplares, y distinguió con la presencia del Ministro de Cultura Abel Prieto, quien recorrió áreas expositivas, intercambió con el público, encabezó paneles y presentaciones y elogió del evento su colorido y masividad.

Al habitual entusiasmo por los libros en días feriales, un extra de incentivo aportó sin dudas la presencia del titular de cultura, quien departió con escritores y artistas, y en magistral conferencia presentó el volumen Hasta Siempre Fidel, obra de amor profusa en imágenes reveladoras, que hablan más que palabras.

“Dolor de una desgarradura difícil de describir, por el adiós al cubano más prominente del último siglo, y a la vez compromiso profundo de jurarle lealtad son los sentimientos que definen este libro”, dijo Abel Prieto durante la presentación del texto que fue calificado por los lectores como el más hermoso visto en la Feria, de extraordinario valor estético e histórico.

Junto al volumen Hasta Siempre Fidel llegaron al extremo oriental cubano, con la oleada literaria, cerca de 300 títulos de literatura nacional y universal, de diversos géneros y para todas las edades y gustos, y con ellos vinieron también los notables escritores Malena Salazar, Alberto Peraza y Yunier Riquenes, e Yrmina Gloria Eng, profesora de la Universidad de La Habana.

Enriquecieron además el cronograma profesional los autores locales, consagrados y noveles, muchos de los cuales se vieron publicados por la guantanamera editorial El Mar y la Montaña, halagada una vez más con el Premio La Puerta de Papel, del Instituto Cubano del Libro, y que para la ocasión tributó una veintena de obras, buena parte de ellos novedades y ganadores en los últimos años del Concurso Nacional Regino E. Boti.

La Casa de la Cultura, el Ateneo Asdrúbal López y el Pabellón Guantánamo fueron principales sedes de la feria en el territorio y paradas del recorrido del Ministro de Cultura, quien se interesó por  el desarrollo del evento, la satisfacción del público, y se refirió a la importancia del oficio del librero y de incentivar al sabio hábito de la lectura no solo en tiempos feriales.

Parte del programa académico lo acogió por esos días la filial de la Asociación Hermanos Saíz y la Plaza Mariana Grajales, donde Abel Prieto citó una y otra vez a Fidel cuando dijo que “la cultura es lo primero que hay que salvar”, e hizo énfasis en la necesidad de articular estrategias coherentes para cultivar desde lo autóctono el gusto estético de niños y jóvenes, el amor a la raíces, y no cederle terreno a patrones seudoculturales.


Al igual que en el resto del país, el volumen Hasta siempre Fidel  tuvo un éxito de promoción y acogida en Guantánamo
 

Cada espacio que se realice para preservar nuestros orígenes y promover la cultura, cada bolsa que se desarrolle es honrar a Fidel, el más grande promotor cultural de la Revolución, artífice de la expansión de estos eventos por todo el país y del sistema de editoras territoriales, quien advirtió “no le decimos al pueblo cree, sino lee”, dijo el destacado intelectual al término de su agenda.

En esta semana literaria en la Villa del Guaso confluyeron con acierto manifestaciones artísticas; las salas cinematográficas y teatrales vincularon su cartelera al suceso y como de costumbre muchas de las actividades se extendieron a escuelas, barriadas y a la Brigada de la Frontera Orden Antonio Maceo.

Funcionaron en el corazón de la urbe, en los predios del emblemático Parque José Martí, más de una docena de quioscos de venta, y al cierre de la feria el número de ejemplares expendidos se acercó a los 20 mil.

Yilian Pérez Yen, directora del Centro Provincial del Libro, calificó de satisfactoria esta edición de la cita, que superó las expectativas y se distinguió por la gran participación de público en los espacios teóricos y el resto de las acciones, cumplidas pese a las insistentes lluvias.

La especialista citó entre lo más demandado el volumen Hasta Siempre Fidel, un significativo número de textos de literatura infantil —de los géneros de mayor representatividad—, y otros que anualmente gozan de buena acogida, como los diccionarios escolares y demás títulos de corte didáctico, imprescindibles en la formación de niños y jóvenes.

Pérez Yen apuntó que la cifra de comercialización incluyó también lo expendido en El Salvador, Yateras, Caimanera y Baracoa, hasta donde llegaron las actividades, e indicó que ahora solo cierra una etapa porque a fines de este mes se activan las miniferias y luego los Festivales Serranos, en comunidades de difícil acceso de los 10 municipios guantanameros.

“Para próximos capítulos en la cabecera provincial —dijo — nos queda pendiente abarcar mayor número de instituciones”, pero por lo pronto esta vez se cumplió con éxito el propósito expuesto en las palabras inaugurales, donde se evocó a la épica Campaña de Alfabetización de 1961, comparándola con la Feria del Libro que anualmente se retoma en toda Cuba para hacer de la lectura una fiesta.