Noches de lujo con Charles Fox en el GTH
23/7/2018
La sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso” fue protagonista de dos conciertos inolvidables los días 29 de junio y 1ro. de julio, a cargo del maestro Charles Fox, uno de los más prestigiosos pianistas y compositores, no solo de Estados Unidos sino del mundo.
Este laureado músico ha compuesto muchas de las más bellas canciones que durante los últimos 50 años hemos escuchado en voces de grandes cantantes del mundo, entre los que podemos destacar a Roberta Flack, intérprete de “Killing me softly”, una de las canciones más versionadas de la historia de la música y uno de los más grandes hits de la música contemporánea.
Charles escogió para tocar en Cuba sus mejores obras a lo largo de 55 años de vida artística. Temas de su primer disco de 1960 al estilo de charanga de sus orquestas preferidas de la época, entre las que estaba La Orquesta Aragón y con la cual tuvo oportunidad de compartir escena en estos dos conciertos. Pudimos comprobar que el compositor de más de un centenar de bandas sonoras de películas, miembro de la Academia de los Oscar, es un charanguero de corazón.
La orquesta Aragón, dirigida por Rafaelito Lay, se lució junto a Charles, que parecía haber tocado toda la vida con ellos —realmente lo había hecho en sus sueños, según comentara—. Desplegaron temas como “El Melao”, “Matilde y Maceo”, “No me dejes de querer”, “Qué rica pachanga”, “Viene acabando” y “Yo estoy confundido”. En todos los casos, fueron maravillosamente interpretados por los cantantes y violinistas de una de nuestras orquestas icónicas, la cual solo cambiaría su pianista por estos dos conciertos; dije cambiaría de pianista pues Charles se integró a la perfección. Fueron momentos emocionantes para todos los que estuvimos en el teatro: buena música, buenas interpretaciones y, sobre todo, sentimos las vibraciones del disfrute de tan buenos músicos tocando juntos.
Fox interpretó con maestría, swing y limpieza su música, nuestra música, composiciones creadas dentro de nuestro universo sonoro; pero con secuencias armónicas al estilo de la música de Charles, entremezcladas con nuestros ritmos y tumbaos. El hombre es un timbero de alma, como dijo Edesio Alejandro en entrevista a la prensa.
Escuchábamos los temas que trajo a los conciertos y recordábamos a los grandes compositores y arreglistas de la música cubana de los ’40, como Mario Bauzá, pero con un sello distintivo, mambos maravillosos permeados de secuencias armónicas y giros melódicos propios de la música pop, muy escuchados en sus baladas.
Charles dijo que era un sueño abrir la gira por sus 55 años de vida artística en Cuba, que estaba honrado de iniciar sus conciertos en nuestro país tocando la música que más disfrutaba, y con algunos de los músicos más grandes de esta tierra.
En una buena parte del concierto, Fox expuso temas de Latin jazz, entre los que estaban “Blue Pachanga”, “Ballade”, “The puzzle”, “Salsa suite” y “A day our love has put together”. Quiero hacer un paréntesis en este momento y hablar de un maravilloso tresero, César Hechevarría Mustelier “El Lento”, que de lento solo tiene el apodo, un músico con un dominio armónico impresionante. Las melodías que salen de su tres cuando improvisa parecen salidas de páginas inolvidables de nuestra música, pero en realidad salen de su corazón.
Durante todo el concierto sentimos el sabor y la cubanía de Charles junto a una maravillosa banda donde se destacaron músicos como Eduardo Rubio, flautista de La Orquesta Aragón; Robertico García, de La Academia, que hizo solos inolvidables con el dulce y maravilloso sonido de su trompeta; y Juan Kemel, de La Barriada, que además de estar en los coros nos maravilló con sus solos de fiscorno.
También el joven Leonardo López, de la banda de Cristian Alejandro, no se quedó atrás con los solos de saxo que tocó, sobre todo al lado de uno de los grandes saxofonistas de Cuba, Javier Zalba, del grupo Temperamento, que estuvo a cargo del barítono y el clarinete; José Luis, también de la banda de Cristian, en las congas fue especialmente saludado por Charles Fox después de unos de los solos que hizo; y Ruy López-Nussa, director de la Academia, abrazó, apoyó y sostuvo con mucho cuidado con sus drums a toda la banda. Quiero destacar a Roger Rafael Reina, en el baby bass; hay que mirar muy de cerca a este no conocido pero experimentado músico de Matanzas. Muy buen trabajo de coro por Juan Kemel, Yury Tejada e Idalmis Sánchez, de La Barriada; Dayana Rosa, de Alma Latina y Cynthia Tsang.
Charles Fox pidió a Edesio y a Cristian Alejandro, sus anfitriones en Cuba, que escribieran el texto original en español a tres temas especialmente compuestos para estrenar en estos conciertos: “Havana nigths” y “Sin tu amor”. La primera, según contó Charles, es una suerte de Chan Chan, un son bien rellollo, homenaje que quiso hacer a ese grande de nuestra música, Compay Segundo; y la segunda, una potente salsa orquestal; las dos muy bien logradas, pues el texto supo interpretar el sabor y el sentir de Fox. Ahora habría que destacar la tercera, “Canción para un final sin ti”, un maravilloso bolero que Charles compuso especialmente para Cristian Alejandro, quien hizo una interpretación tan sentida e impresionante que lo situó entre los grandes intérpretes de nuestro país.
El muchacho, y lo digo así por su juventud, se colocó definitivamente entre los maestros, y para ser justo no solo en ese último tema, sino que Charles le dio el mayor peso de las canciones del concierto. Cantó desde charangas hasta boleros, de sones a salsa, mambos y baladas en español e inglés, con un dominio escénico total. Las cantó en su estilo juvenil y pop, pero con un respeto absoluto de los géneros que interpretó, un profesionalismo y un control de la voz tan perfecto que junto a la maravillosa Omara Portuondo, la Diva del Buena Vista Social Club, con quien compartió la bella canción “Killing me softly”, se sintió como si el joven llevase la vida entera haciendo dúos junto a la extraordinaria cantante.
Charles Fox, que durante casi toda la noche habló en español, en un momento pidió a Cristian que le tradujera para no equivocarse (quería ser muy claro en lo que iba a decir). Dijo al público presente algo que Cristian por modestia no tradujo, pero quiero compartirlo con ustedes pues fue muy justo en sus palabras: “Cristian es uno de los mejores cantantes que he conocido, tiene una voz maravillosa e interpreta de una manera muy especial, él es una estrella y el mundo tiene que conocerlo, tiene que saberlo… yo voy a ayudar a que así sea”.
Cristian interpretó también canciones que son clásicos del repertorio de Charles, como “¿Qué será el amor?” y una versión salsa del tema “Wonder woman”, que escribiera para la película del mismo nombre; además, una versión en tiempo de bolero de “It didn’t come easy”, canción que creara en la misma época de “Killing me softly”, de la cual, aprovechando su estancia en Cuba, hizo un nuevo arreglo que grabó con Cristian para relanzarla en los próximos meses. A la vez, ya se empezó el rodaje de un videoclip con guion de José Jesús Rodríguez Acea, dirección de Danny Gold y Edesio Alejandro.
Charles agradeció a Edesio Alejandro y a su familia, al Ministerio de Cultura y al Instituto de la Música por el apoyo que habían dado para la realización de estos conciertos.
A punto de concluir, no quiero pasar por alto al resto de los músicos de la Banda Amigos, bautizada así por el propio Charles, dada su calidad y destacada labor en el concierto: las trompetas a cargo de Roisel Alejandro Suárez y Luis Fernando; en los trombones, Yoandi Agudín y Hansel Romero; en el timbal, Carlos Valdés Basante y en el bongó, Rodolfo Valera, ambos de La Barriada; Jorge Coayo en las maracas y el güiro; Iresi García, Leonardo Pérez y Augusto Florencio, violines de la Orquesta Sinfónica Nacional. El sonido de sala, que acarició los oídos de todos los presentes, estuvo en las manos de Yohandelis Vargas, de la banda de Cristian. Todos intérpretes realmente maravillosos, a quienes Charles agradeció por haber sido parte de uno de los más grandes sueños de su vida: hacer un concierto en Cuba con músicos cubanos.
Ya está cumplido ese sueño, querido Charles Fox; los cubanos también nos sentimos parte del mismo pues muchos enamoramos a nuestras parejas con tus canciones. Gracias por darnos un lugar en tu corazón.