Mucho de lo mejor del jazz en Cuba está en la EGREM

Ana María Domínguez Cruz
17/1/2019

“La industria musical está creciendo; la industria discográfica no está creciendo”. Lo que en un momento determinado expresó Edgar Bronfman, presidente de Warner Music, sigue siendo una certeza en tanto emergen otras alternativas para el deleite de los productos musicales. Se ha intentado darle más valor a un CD añadiéndole un DVD, sin obviar el necesario despegue en los canales digitales y, definitivamente, se piensan maneras diversas para lograr que un disco siga siendo un producto demandado.


La casa discográfica EGREM fue homenajeada en el XIV Coloquio Internacional de Jazz
Leonardo Acosta in memoriam, como parte del Festival Jazz Plaza. Foto: Internet
 

Se impone entonces la interrogante: ¿trabajo con una disquera o de manera independiente? Cada músico tendrá su respuesta porque las necesidades artísticas, comerciales, de imagen y de presencia en el mercado son diferentes, pero si se opta por la primera variante, ¿cuál es entonces la mejor elección?

El contexto cubano es singular, pues además está matizado por una serie de limitaciones que impiden que una casa discográfica realice las labores de distribución y comercialización, impulse giras, promocione la obra, entre otras acciones, tal y como quisiera. Sin embargo, ¿sigue siendo para los músicos cubanos una garantía tener su obra en el catálogo de una de las disqueras existentes?

Reflexionaba en torno al tema desde mi butaca en la nave 5 de Fábrica de Arte Cubano, durante la primera sesión del XIV Coloquio Internacional de Jazz Leonardo Acosta in memorian, dedicado al análisis del jazz en la industria musical cubana, tomando como punto de partida las producciones del género en la EGREM, casa discográfica que celebra su aniversario 55.

Ciertamente la EGREM incluye en su catálogo a muchos de los jazzistas cubanos de referencia, y fue la ocasión propicia para que Élsida González, Heidy González y Gretel Garlobo, musicólogas de la casa discográfica, recordaran álbumes como los de Frank Emilio y los Amigos, las Descargas Cubanas en Kawamacon una pléyade de talentosos instrumentistas, Irakere, Peruchín (padre e hijo), entre otros.

Claro que no pudo dejar de mencionarse a Chucho Valdés, con elevado prestigio a nivel internacional, uno de los que con mayor estabilidad y con diferentes variantes dentro del género ha enriquecido las producciones de este sello discográfico. Justamente se piensa reeditar la placa Guapachá el mejor, junto a su combo.

Fue notoria, a lo largo del tiempo, la producción de fonogramas de íconos como Gonzalo Rubalcaba y su grupo Poyecto, Emiliano Salvador, Fervet Opus, el Grupo Perspectiva, Opus 13 y Joaquín Betancourt, y NG La Banda, agrupación con lugar cimero en la experimentación en el jazz y también en la música popular bailable.

Luego de un periodo sin producir fonogramas dedicados al jazz, años recientes han traído —felizmente— a la luz discos exquisitos como Última noticia, de Yissy García y Banda Ancha; Carlos Miyares & The Cuban Quintet; Blues D’Habana, de Zule Guerra; Real Project; Cubaneando, de Iván Acosta y Caminos abiertos, de Eduardo Sandoval.

El pasado año, justo durante el Festival Internacional de Jazz, Cucurucho Valdés presentó su álbum Con los pies en mi tierra, precedido en el decursar de los meses por las presentaciones de Escape, de Albertico Lescay y Formas; Nueva Era, de Michel Herrera y Madre Tierra; Walking Worlds, de Delvis Ponce y Experimental Jazz, y Confluencias, de Sigrid Armenteros.

Mencionaron además a referentes del género en Cuba como Yasek Manzano, Roberto Martínez y Roberto Fonseca como parte del “paquete” EGREM, en el que se incluyen casi todas las mujeres que se dedican al jazz en el país.

Nuevos proyectos están en fase de producción, tales como los Cd Live sesión Saxo Jazz, Italuba 3, Más trombón que nunca y el CD-DVD El jazz de la Aragón.

En esta primera jornada del Coloquio, los asistentes aprendimos mucho más del Niño Rivera y las encrucijadas del tres con el jazz, gracias a la conferencia del guitarrista Benjamin Lapidus y seguidamente, tuvimos la dicha de compartir en un panel dedicado a este maestro y a Benny Moré, con la participación de Radamés Giro, José Reyes, Alain Pérez y Maykel Elizarde.

En la tarde se presentó el documental Chucho Valdés…el niño que lleva dentro, del realizador Ángel Alderete, y el DVD Horacio El Negro Hernández e Italuba Big Band y se le dio paso a una de las más esperadas propuestas del evento teórico: la clase magistral de los norteamericanos Dennis Chambers y Jeff Berlin, baterista y bajista respectivamente.