Manolito Simonet se encuentra entre las figuras de la música más meritorias de Cuba en los tiempos actuales. Su banda es una de las que más cubanía exponen dentro de la música bailable.

Compartimos sabrosas tertulias con Manolito en el Hotel Guantánamo en la pasada X edición del Festival Nacional del Changüí Elio Revé, del 30 de junio al 4 de julio en la provincia de Guantánamo.

Póster promocional de la X edición del Festival Nacional del Changüí Elio Revé.

Después de más de tres décadas de triunfos, una vez más converso con Manolito Simonet, para hacer un recuento de su trabajo musical tan meritorio.

Manolito, estuve presente en el estreno de tu orquesta en 1993, en el Salón Rosado Benny Moré de La Tropical. Alternabas con Los Van Van. ¿Cómo fue aquella primera vez en el escenario junto a Juan Formell y Los Van Van?

Fue una jornada muy emocionante, eso se sabe. Estar junto a Los van Van era lo máximo. Mi estrategia fue la de poner a bailar a la gente con armonías y una estructura tradicional unidas a lo contemporáneo, en la línea Rumbavana-Adalberto y Los Van Van. Era nuestra oportunidad de demostrar lo que teníamos en ideas y en el concepto bailable.

¿Ya existía una experiencia?

Por supuesto, trabajé en las agrupaciones: Inspiración, Lágrimas negras, Maravillas de Florida (1985) como director, arreglista y compositor. Después en La Habana hice una incursión en el grupo de Senén Suárez.

No eres propiamente un músico de escuela, más bien eres empírico. ¿Cómo fuiste apropiándote de las herramientas para tener el dominio que hoy tienes? Veo en ti algo de gran intuición, ¿dotes especiales?

Fui preparándome por el camino y, estuve superándome en la Escuela de Superación Profesional de Música.

¿Tenía alguna referencia especial?

El conjunto Rumbavana con la dirección de Joseíto González y aquellas voces muy queridas: Orestes Macías y Raúl Planas. Rumbavana fue en mi tiempo de juventud un conjunto muy gustado y querido; entre ellos está Adalberto Álvarez que estrenó su primer son con ellos.

Rumbavana fue hogar y escuela para Simonet.

¿Rumbavana influye en el formato que emprendiste en 1993?

Mi Trabuco es una fusión de conjunto, a la manera de Rumbavana, y la charanga con flauta y violín. De esa manera buscaba otro sonido, otra variante; siempre muy cubana.

Los que te seguimos observamos que subiste como la espuma en un momento de alta competencia musical dentro de lo que llamaban el boom de la salsa cubana.

A sólo un año de creado el Trabuco, se abrió las puertas en un programa de televisión llamado Mi salsa, donde obtuvieron la condición de Orquesta Novel 1994. Después salimos por vez primera al exterior, fuimos por quince días y nos mantuvimos cuatro meses en Cartagena con mucha aceptación de la crítica y el público. Con esos triunfos salimos volando para conquistar Europa. Y en 1998-1999 resultó la Orquesta más Popular en Perú. En el Festival Sol Latino, en los carnavales de Tenerife y, como gran final, despedimos el Milenio en Nueva York.

Recordemos tus primeros éxitos.

El Trabuco abrió con algunos hits: “Que te vaya bonito”, “El Águila no caza moscas”, “Caballo grande”, “Tú me recordarás”, “La boda de Belén”.

¿Hablemos de tus cantantes. En Cuba los músicos pululan, no es así -por supuesto- con los cantantes. ¿Llegas a tener muchas de las mejores voces de la salsa y el son cubano?

Por el Trabuco han pasado Alexander Fernández, David Bencomo, Rosendo Díaz (El Gallo). Más adelante llegó Carlos Manuel Kalunga, buen sonero e improvisador. Estuvo con Los Cuatro Grandes de Buena Vista Social Club, Sixto Llorente (El Indio) de la orquesta Aliamén, que recientemente causó baja. Uno de los reconocidos soneros de su tiempo. Posee amplio registro en el son y la guaracha. Ricardo Amaray que colabora con las composiciones como En La Habana hay una pila de locos, Tú me dijiste mentiras, Saliditas conmigo. La segundas voces son Lázaro Díaz Casanova y Noris Ley Valladares (El Noro), procedente del grupo de Mikel Blanco, quien sustituyó a Sixto Llorente.

Portada del álbum “Manolito Simonet resuena el Trabuco”.

¿Volvemos al tema del concepto sonero del Trabuco?

Existían las influencias de Los van Van, Adalberto Álvarez, Arsenio, Chapottín y la pianística de Lilí Martínez. También todos admiramos los aportes timberos de José Luis Cortés. El formato fue: base de conjunto, con batería, flauta, violines y chello, al estilo charanguero, set de metales: dos trompetas con dos trombones, a la manera de Adalberto. Utiliza soluciones tímbricas y armónicas muy contemporáneas, fundido con lo tradicional: sones, pilón, vallenato, balada-son, son-montuno, balada-salsa, danzón, cha cha chá, merengue, changuí-nengón y ahora llega hasta el reguetón. Toda una fusión a lo cubano ofreciendo un nuevo sonido. Pero, sobre todo, Manolito domina muy bien la clave del bailador, los estribillos, tumbaos y montunos.

Y, ya que estamos en Guantánamo, en el Festival de Changuí, ¿qué tienes en mente con esa música, pudieras hacer algunos trabajos de remodelación?

Pienso hablar con Elito Revé para hacer algunos planes. El changüí está evolucionando en muchos intérpretes de Cuba y del exterior.

Los títulos de tus discos

Directo al corazón (1994). En este CD colocamos los temas: Que te vaya bonito, Después de ti. Contra todos los pronósticos (1995). Esta producción fue apoyada altamente por la firma Eurotropical y contaba con los éxitos de La parranda, cantada por El Gallo (vallenato de José Valladares, 18 semanas en el Hit Parade Nacional). El tercer disco: Marcando la distancia, de 1997, alcanzó en 1999, el Premio Cubadisco. Es recordado el hit Llegó la música cubana que da el nombre al CD. Ese fue el disco que dio la sonoridad del Trabuco. En los Estados Unidos de América alcanzaron, con la canción El águila, el Premio Ascap (una especie de Grammy) de la Música Tropical. Ese triunfo los lanzó al campo internacional. Después lograron muchos premios en el Cubadisco. En el 2000 se le enfrentan al disco Chapeando de Los Van Van y le ganan a Los Van Van el Premio. Fue el cuarto Para que baile Cuba. Dame una propuesta (2009), que contiene un tema muy gustado, Completo Camagüey. Elaboré un disco de Latin Jazz y grabaciones con Chucho Valdés y otras sorpresas. Otros títulos: Manolito Simonet resuena el Trabuco, Trabuco una vez más, Hablando en serio, Sin freno, Loco por tus besos, Palabras y palabras (2009), Control, No puedo parar (2015), Beat cubano.

Como productor, logras dos nominaciones…

Eso fue por el CD Esto si se llama querer (Sello Unicornio), en la categoría de Antología de Versiones y Música Popular Tradicional.

Hablando de todo un poco: Manolito, tu manera de ser no me parece que seas un típico camagüeyano, muy cercano a la herencia hispana.

Es muy cierto, por un lado, soy de herencia africana; pero, además, mi mamá era de la zona oriental.

Manolito Simonet cumplió el 18 de abril 65 años. El Trabuco sigue volando como el águila. “Si quieres subir / si tú quieres llegar / agárrate del ala”.