Magda González Grau, guionista y directora, ha dejado una huella en el audiovisual cubano con varias de sus obras. Al dirigir las tres temporadas de la serie Calendario ganó la admiración de los públicos, por el tratamiento veraz de los temas, el nivel de realización, la dirección de actores y el descubrimiento de jóvenes talentos.
¿Se siente satisfecha con la tercera temporada de Calendario?
Siempre hubiera hecho cosas diferentes, mejores. No me hubiera dejado presionar por la premura, por las condiciones a veces hostiles de algunas locaciones, sobre todo con el sonido, pero estoy muy feliz ante la respuesta del público.
Todos estamos contentísimos con la acogida y la reacción de los espectadores. La gente sigue cada capítulo y está muy pendiente del desarrollo de los conflictos. Me gusta que la serie resulte polémica. Siento que esta temporada da un cierre al desarrollo de los conflictos y personajes.
La audiencia se ha atemperado a la manera en que hemos planteado los temas y ha llegado a aceptarlos, lo que me hace muy feliz porque son temáticas que no se escogieron para provocar rechazo ni agredir a nadie, sino para que el público reflexione y ayudar a que nuestra sociedad sea mejor.
“Todos estamos contentísimos con la acogida y la reacción de los espectadores”.
Es directora general del espacio juvenil: Una calle, mil caminos, ¿cuáles son las novedades que propone la temporada 2024?
Estoy muy entusiasmada, porque este año presentaremos temas muy buenos y telefilmes con historias que valen la pena, a cargo de directores noveles y otros más experimentados.
Entre las temáticas propuestas por los guionistas se encuentran: la identidad, la timidez y complejos en la adolescencia, el miedo a fracasar, la conformación de nuevos núcleos familiares, entre otros.
La realización de los telefilmes se logró con la productora Patria, dirigida por Roly Peña, lo que ha sido una buena decisión, porque Roly, al ser creador, se ha convertido en un facilitador de los procesos y ha estado al tanto de las necesidades de cada una de las producciones, a pesar del bajo presupuesto. Algunos de los telefilmes se grabaron en Cienfuegos, Trinidad y Managua con el apoyo del gobierno y el partido de las provincias. Grabar en escenarios diferentes a la capital va a refrescar la pantalla.
Se encuentra en el proceso de postproducción del telefilme Invisibles, escrito por Amílcar Salatti, que se estrenará en Una calle, mil caminos. ¿Por qué repite colaboración con el guionista?
Después de tres años trabajando los guiones de Amílcar en Calendario, sé que todo lo que él escriba será interesante. Agradecí mucho recibir el guion de Invisibles.
El telefilme trata sobre el suicidio en adolescentes y jóvenes. Existe una estadística que revela como ha crecido el suicidio en nuestra sociedad en esas edades; aunque siempre ha existido el intento de suicidio para llamar la atención o porque piensan que la vida se les acaba, por cosas que después se dan cuenta que no son fundamentales. Las cifras actuales nos alarman y reconocemos la necesidad de hablar de esa cuestión.
Aparece también el conflicto del habitante de la calle, que refiere otro tipo de suicidio. Vivir en la calle, no tener un techo, carecer de las mínimas condiciones de vida, es una especie de suicidio. Cada uno de ellos pasa por situaciones que los demás prefieren no ver.
¿Por qué considera urgente profundizar en esas temáticas?
El público destinatario de Una calle, mil caminos son los adolescentes y jóvenes, pero los temas que presentamos le interesan a toda la familia, porque los vincula a los conflictos de ese grupo etario.
La problemática del suicidio en los jóvenes llama mucho la atención, porque hablamos de cómo llevar la vida. Es importante tener claridad sobre cuánto vale la vida y por qué es importante vivir. Aunque haya problemas, dificultades, la vida es un regalo, un milagro, y es una bendición poder vivirla, a pesar de que duela. Vivir es algo que hay que defender. Pienso que los jóvenes deben tener claros esos conceptos.
Por otra parte, la situación de los habitantes de la calle ha proliferado de una manera extraordinaria por distintas causas, y debe ser llevado al audiovisual sin prejuicios. Existe una actitud de exclusión hacia esas personas, llamados despectivamente “buzos” o “indigentes”, por lo que el tratamiento de ambas problemáticas puede ayudar a la sociedad a revisar sus conductas.
¿Quiénes integran el elenco de Invisibles?
El joven es interpretado por José Raúl Miñoso, quien fue seleccionado en un casting. Es muy disciplinado y trabajador; se involucró muchísimo en el personaje. El habitante de calle es asumido por Osvaldo Doimeadiós, con quien siempre es un placer repetir. En cuanto leí la historia pensé en él porque habíamos trabajado otro personaje con anterioridad que tenía algunos puntos de contacto con este.
El habitante de calle tiene un dolor muy fuerte y yo necesitaba que el actor entendiera todo lo que implicaban sus circunstancias. Cuando le propuse el personaje a Doime y hablamos, me di cuenta que no le iba a ser difícil asumir el conflicto; lo entendía perfectamente como padre, como hombre sensible a todo lo que sucede en la sociedad.
Clarita García asume un personaje totalmente diferente a la Amalia de Calendario, Ludmila Alonso es la madre, Alberto Corona es el padrastro y Niu Ventura aportó la voz en off del padre fallecido.
¿De qué manera ha concebido la visualidad y la banda sonora del telefilme?
La historia transcurre casi toda en un día, dentro de una casa, pero también aparece la ciudad, porque el habitante de calle lleva la ciudad a esa casa. La visualidad es muy íntima y bastante contemporánea. No tiene artificios, ni un montaje complejo; la historia se cuenta sola, aunque buscamos una imagen atractiva, en contraste con los dramas que se exponen.
Trabajé la visualidad con Rafael García Lorenzo como director de fotografía. Es una maravilla volver a trabajar con él, porque Felito ha colaborado en muchas de mis obras, editó la tercera parte de Calendario y también es el editor del telefilme.
El sonido directo y el diseño de sonido son de Mikel Pardini, con quien acabo de trabajar en la tercera temporada de Calendario. Es muy detallista, igual que Felito. Les gusta que las obras expresen, tanto desde el punto de vista sonoro como visual, así que estoy con dos colaboradores extraordinarios.
La banda sonora está a cargo de Juan Antonio Leiva y Magda Rosa Galván, magníficos músicos que me han acompañado en casi todas mis aventuras, y la productora general fue Yolanda Rosario, quien logró la satisfacción del equipo y que, en pocos días, con muy bajo presupuesto, termináramos más de una hora de metraje sin contratiempos. La calidad del equipo ayudará a que la obra sea bien recibida.