Es muy probable que cuando Quino creó a Mafalda, hace más de 50 años, no imaginara la trascendencia de su personaje. Y es que esta niña que odia la guerra, las armas y los prepotentes, pasó de ser un dibujo a convertirse en la voz de una generación que va más allá de las fronteras de Argentina.

Este 10 de febrero, Mafalda se hizo presente en la 29 Feria del Libro de La Habana. El panel “Mafalda, la superheroína latinoamericana” abordó la historia y vigencia de este personaje que fue creado originalmente, no sin cierta ironía, como parte de una campaña para vender electrodomésticos.

El encuentro de este lunes, en La Cabaña, fue conducido por el historietista cubano Jorge Oliver y tuvo como invitada de lujo a Kuki Miller, directora de Ediciones de la Flor (Argentina) y editora de Mafalda.

Durante la primera parte del conversatorio, Miller destacó lo difícil que resultó sostener la editorial en los tiempos de la dictadura argentina de los años 70 y 80. En medio de tantas presiones, sufrió unos meses de prisión, pues algunos relacionaron un libro infantil con cuestiones políticas.  

Antes de entrar de lleno en el tema principal, la editora tuvo palabras de elogio sobre el creador de Mafalda, con quien comparte una amistad de cinco décadas: “Quino es realmente genial. Es una persona de una sencillez y una modestia absolutas. Una parte importante del éxito de Mafalda tiene mucho que ver con lo eficiente que es como comunicador. Ha reproducido en sus personajes un esquema social, les ha dado características, de forma tal que sus interacciones muestran el funcionamiento de la sociedad en todas sus vertientes”.

Cuestionada sobre los valores de Mafalda, Kuki Miller no dudó en responder: “La libertad, la paz y el respeto. Son valores universales y el personaje los convierte en eternos. La vigencia de Mafalda demuestra que el mundo no ha cambiado mucho en los últimos 60 años. Las relaciones entre los miembros de las familias son similares. Hay más pantallas, pero en el fondo lo importante es lo mismo: los sentimientos”.

La destacada editora también comentó sobre algunos puntos de vista del personaje, como su postura irreverente ante la imposición y el patriarcado. “No es que el personaje tenga una posición específicamente feminista, pero sí una revalorización del papel de la mujer”, explicó.

Convertida en un ícono contra la injusticia social, entre las características más conocidas de esta niña que cumplió 50 años en el 2014, destacan su amor por The Beatles, la paz y la democracia, además de su peculiar mascota, una tortuga llamada Burocracia, y su ferviente rechazo a la sopa.

“Todo en Quino revierte simbolismo”, explicaba Kuki Miller. “El rechazo de Mafalda a la sopa, por ejemplo, también es simbólico. Representa el rechazo hacia la imposición, la falta de cambio, lo instituido”.

Para terminar el encuentro se exhibieron materiales audiovisuales relacionados con el aniversario 50 del personaje, además de estas dos frases que sirven para ilustrar ese humor irreverente y efectivo, con el cual Mafalda sigue haciendo reflexionar: “¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante? ¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”.