En los últimos años fallecieron varios de los “cabeza de escuela” de la salsa o la timba cubana. En 1997 se despidió Revé; en el 2014, Juan Formell; en el 2021, Adalberto Álvarez y en el 2022 José Luis Cortés y César Pedroso “Pupy”. Muchos pensaron que con ellos decaería la nuestra música bailable. Estos cinco guías de la música cubana fueron verdaderos horcones de los ritmos nacionales.
Revé, en 1967-1969, impuso el changüí en la capital. Con apoyo de Juan Formell implantaron el changüí-shake, una música que rompía con todo. A partir de 1969, Juan Formell con Los Van Van crea el ritmo “songo”, mezcla de son con el pop español. Además, se implanta una nueva cadencia muy bailable y triunfadora, unida a muchas crónicas de la época.
Adalberto Álvarez redime el son, pero con una modernidad armónica, alentada por las nuevas modas del son, a la manera latina. Un son con más dinámica, pero con muy gustadas composiciones y la voz de un sonero auténtico: Eduardo Morales “Tiburón”.
José Luis Cortés es el creador total del ritmo de la timba, influidos por Juan Formell y Chucho Valdés (Irakere y Van Van). Pero con una creatividad extremadamente renovadora, que no veíamos desde los tiempos de Dámaso Pérez Prado en la década de 1950.
Juan Formell y César Pedroso mantuvieron a Los Van Van por casi cinco décadas. La orquesta “Los que son, son”, a cargo de Pupy, quiso separarse demasiado de los Van Van y conformaron una música con más polirritmia, alejada de la cadencia lenta de Los Van Van.
Revé falleció el 24 de julio de 1997, pero desde muy temprano estuvo preparando a su hijo Elito Revé, siguiendo la sacrosanta ley de “tónica dominante”, fácil para el bailador. Samuel Formell, al fallecer su padre, el 1 de mayo del 2014, ya dirigía Los Van Van, siguiendo la línea principal de la consagrada orquesta.
Adalberto fallece el 1 de septiembre del 2021 y también había estado preparando a su hijo pianista, algunos pensaron que su hija sería la heredera, pero resultó de otra manera. José Luis Cortés, falleció el 18 de abril del 2022 y desde mucho antes, mantuvo a su hijo en NG La Banda, para que asimilara el motor rítmico de “la banda que manda”. Cesar Pedroso “Pupy” es el último en fallecer, el 17 de julio del 2022. No tuvo heredero músico, su hija asumió como productora.
“Vamos a hablar claro, las más grandes revoluciones musicales casi siempre las hacen los jóvenes”.
Con la banda que más dudas existe es con NG La Banda. El sábado 26 de agosto en el Pabellón Cuba estuve presente en la presentación de esta orquesta. Es imposible que esos jóvenes muchachos puedan asumir la pujanza de aquella banda All Stars de los 90. Pero lo cierto es que la gente, toda, bailaba frenéticamente con aquellos clásicos temas de José Luis Cortés, a tal punto que por momentos parecía que El Tosco estaba allí, vigilando e inspirando a esos jóvenes músicos.
Vamos a hablar claro, las más grandes revoluciones musicales casi siempre la hacen los jóvenes. Si esos jóvenes tienen talento, alta escuela como existe en Cuba, no hay por qué preocuparse. Los jóvenes son atrevidos, creativos y, de una manera o de otra, siempre están enriqueciendo la música.
“Cuando los años pasen aparecerán nuevos ‘cabeza de escuela’, nunca iguales que las de fines de siglo XX, sencillamente distintas, con otra línea de moda”.
Aparte de lo que hasta ahora he dicho, hay una serie de nuevas agrupaciones que están muy bien encaminadas y, hasta tienen un “Festival de la nueva timba”. La lista es amplia, muchas de ellas ya tienen giras exitosas y están haciendo lo suyo.
Quizás lo que menos haya son nuevas voces líderes y triunfadoras. Todos los días no aparecen figuras de atractivo. Creo que es buena idea hacer concursos de cantantes salseros (de música bailable). Y, deben probarse muchos de los percusionistas, de donde surgen cantantes de alta potencia.
Los concursos buscando soneros han dado muchos frutos, algunos de esos cantantes han llegado a la orquesta Buena Vista Social Club, ejemplo el cantante Calunga.
Apoyemos a las grandes bandas de Cuba, ellos también deben buscar orientaciones de los más conocedores, no deben confiarse. Cuando los años pasen aparecerán nuevos “cabeza de escuela”, nunca iguales que las de fines de siglo XX, sencillamente distintas, con otra línea de moda. La música cubana nunca se ha detenido.