Desafiante, provocador y hasta con cierta “guapería” a lo cubano, salió a la luz en 2018 el disco ¿Y qué? (So what?) como resultado, no solo de una genial estrategia de mercado, sino también de la unión amistosa de siete talentosos músicos de la Mayor de las Antillas, contemporáneos en edad y muy afines en estéticas musicales.

Es el debut fonográfico de quienes son, en Cuba —y con referencias internacionales—, de los mejores en sus instrumentos y dignos representantes del jazz que se desarrolla en el país: con las lógicas influencias foráneas, pero sobre todo con las esencias de nuestra identidad cultural.

Grabado en julio de 2018 en el estudio Elixir en Toulouse —gracias a la visión del productor Phillipe “el Coherente” Monsan—, este álbum es un excelente pretexto para dedicar unos minutos de nuestro tiempo obligado al aislamiento social a la escucha de lo fluido, de lo enérgico, de lo vital, de lo “atlético” (dirían algunos) de las interpretaciones que, en nueve temas nos transportan al afrobeat, al funk, al bolero, al montuno, a la música folclórica africana, al latin jazz y a la mezcla de todo eso.

Harold “el paciente” López-Nussa (piano), Rolando “Masterchef” Luna (piano), Rodney “San Lázaro” Barreto (batería), Yaroldy “el Doctor” Abreu (percusión), Gastón “Panda Pro” Joya (bajo y contrabajo), Carlos “el Principito” Sarduy (trompeta) e Irving “el Antílope” Acao (saxofón tenor) —según su orden de aparición en el disco— quisieron, al fin, unirse como El Comité luego de arrancarle aplausos al público en dos conciertos multitudinarios. La idea fue muy acertada y pudo concretarse, además, en La Habana, con su única presentación hasta el momento en un concierto en el teatro Martí como parte de la programación del Festival Internacional de Jazz, Jazz Plaza 2020.

Y desde la propia clasificación del grupo como un cuban groove saltan las inquietudes. El término —acuñado desde la década del treinta a través de la expresión In the Groove, cuando el estilo del swing en el jazz estaba en pleno apogeo—, que se asocia a un subgénero inseparable del movimiento, de las sensaciones contagiosas, del baile; fue empleado de manera definitiva con esta acepción a partir de los noventa.

“Gran Vía” y “E’cha” (Harold López-Nussa), “La gitana” (Gastón Joya), “Transiciones” (Rolando Luna), “Carlito’s Swing” y “Alamar 23” (Carlos Sarduy), “Nada más” (Irving Acao), “Son a Emiliano” (Gabriel Hernández, con arreglos de Rolando Luna) y “So what?” (Miles Davis, con arreglos de todos los miembros de El Comité) componen el repertorio con el que han querido —según sus declaraciones— homenajear a grandes de la música cubana como Chucho Valdés, Emiliano Salvador, Gabriel Hernández, Irakere y Cachao; así como al norteamericano Miles Davis, de quien tomaron el título que nombra el fonograma.

Cada uno tiene su proyecto por separado y, además, acompañan a otros en diferentes formatos. Han sido merecedores de elogios, reconocimientos y premios de diversa índole, pero lo cierto es que El Comité es el reflejo puro de la amistad y el deseo de hacer que la música trascienda, sin que los egos la carcoman.

Ya sabía de la idea, del proyecto, del éxito internacional alcanzado, del concierto que se sonaba en Cuba, ahora doy las gracias infinitas a Rolando Luna por regalarme este álbum. Me encanta, ¿Y qué?