Ellos son tres, como suelen ser los tríos musicales. A pura trompeta, guitarra y contrabajo hacen vibrar un ritmo muy cuidado y, a la vez, diferente.

GBP es el nombre con el que se presentan los músicos canarios Chano Gil, Yul Ballesteros y Paco Perera, quienes hoy visitan La Habana en la edición 37 del Festival Internacional de Jazz Plaza.

A propósito de su participación en el evento, La Jiribilla conversa con estos artistas para conocer sus impresiones.

Su propuesta en sí es novedosa, pues tienen un formato de música de cámara sin percusión; lo que es todo un reto. Desde el 2013 hacen temas en común, individuales, arreglos de canciones tradicionales de varios sitios… También fue un desafío para ellos crear una identidad y que no sonara, como dicen, a canciones sueltas. “Siempre tratamos de cuidar los pequeños detalles, la cuestión rítmica y luego lo rodamos”, comenta Paco Perera.

“Cuba y Canaria son un mismo corazón, así versa un son que se canta en España. Tenemos un gran vínculo cultural, y Canaria está muy unida al discurso y la tradición de aquí”, agrega Perera.

“Venir al Jazz Plaza nos resulta muy interesante, sobre todo por la conexión con el público. Lo que más nos ha impresionado es la gente, porque uno se enamora del espíritu del cubano, de su alegría”, dice Ballesteros.

En la jornada del martes 18 los músicos tuvieron la oportunidad de asistir a la Escuela Nacional de Arte, en donde sostuvieron un intercambio con estudiantes y profesores. “El número de talentos por metro cuadrado es increíble, como pocos en el mundo. Todo ello motiva a no querer perderte el festival”, añaden.

“Venir al Jazz Plaza nos resulta muy interesante, sobre todo por la conexión con el público. Lo que más nos ha impresionado es la gente, porque uno se enamora del espíritu del cubano, de su alegría”.

Antes de la llegada, conversaban acerca de la preparación que debían tener porque, según sus propias palabras, “aquí el que menos pilotea un avión”.

Por ello, el trío está abierto a cualquier tipo de colaboración con artistas cubanos. Entre otros, quisieran trabajar con los Aragón o el pianista Dayramir González.

A una buena pieza de jazz no le puede faltar la interacción a la hora de improvisar. “El jazz, al ser tan creativo y estar todo el tiempo componiendo, se hace mucho más interesante”, comentan.

¿Volverían a otra edición del Jazz Plaza?

“Claro que sí. ¿Dónde firmamos?”, ríen.

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