En la actualidad constituye todo un reto para los autores y editores de libros impresos conseguir una amplia venta de los ejemplares. El mercado online se convierte en un fuerte competidor con arrasadoras cantidades de títulos, más de cien millones en Amazon, según explicó José Ignacio Echeverría, Presidente del Grupo Iberoamericano de Editores (GIE), durante una conferencia en el Salón Profesional del Libro.

Con motivo de la celebración de la 29 Feria Internacional de La Habana, se hizo oportuno un diálogo entre editores sobre la vigencia, el alcance y las proyecciones de los libros electrónicos en el mundo, donde fue expuesta, además, la incipiente experiencia cubana.

¿Cómo manejar la promoción y aumentar las ventas? ¿Cuál es la estrategia adecuada para realizar el marketing? A estas interrogantes dio respuesta el editor latinoamericano, quien planteó como herramienta principal la construcción de listas de correos, a través de las cuales los autores puedan llegar a sus lectores directamente e invitarlos a comprar sus textos.

Temas a tratar fueron también las perspectivas y proyecciones de los títulos digitales, teniendo en cuenta la masiva popularidad de los audio-libros y el incremento acelerado de las compras online de ejemplares literarios. Comentó Echeverría:

La gente piensa que no valen la pena y no le atribuyen tanta relevancia a los e-books; sin embargo, para algunos países ya representan al menos el 25 por ciento de las ventas de ficción, y en un período de cinco años debe haber un mayor crecimiento, ya que es una manera cómoda, práctica y barata de leer en cualquier sitio.

Durante el conversatorio, editores cubanos expusieron las experiencias nacionales en el desarrollo de plataformas digitales para fomentar la lectura. Las declaraciones coincidieron en que, a pesar del bloqueo impuesto a la Isla y las limitaciones que ello implica en cuestiones de tecnología, se avanza en la elaboración de audio-libros y de librerías virtuales, dos de estas creadas por CITMATEL (Tecnología de la Información y Servicios Telemáticos).

Como resultado del encuentro, José Ignacio Echeverría planteó la necesidad de que los editores piensen como curadores y no solo como realizadores de objetos porque, sin importar el formato en que se encuentre el libro, lo significativo es su contenido. Ellos, junto a los que cuentan la historia, deben encontrar nuevos mercados para los productos y no permitir que estos desaparezcan.