Me cuesta pensar que se ha ido un grande, que se ha ido el maestro Eduardo Heras León. Quiero recordarte así, maestro. Con un libro en las manos. Con una recomendación de lectura. Con una corrección amable. Con una sonrisa para tus estudiantes, siempre con el consejo preciso, listo para decirnos: “Lean, lean, lean, ¡escriban!”. Gracias por todo. Luz para tu alma.
Tomado del perfil de Facebook de la autora