La suavidad de esa palabra sencilla y certera
Este 16 de diciembre, la sala 23 y 12 acogerá la presentación especial de una grabación realizada por el director Manuel Herrera a Haydée Santamaría.
Organizada por la Cinemateca de Cuba en conjunto con la Casa de las Américas, esta proyección es un homenaje desde el Icaic a una de las grandes figuras de la intelectualidad cubana.
¿Cómo fue registrar a una figura histórica como Haydée Santamaría? ¿Fue a través de una entrevista?
En realidad, yo no hice una entrevista a Haydée. Ella hizo un conversatorio en la Biblioteca Nacional y yo fui a filmarla con instrucciones muy precisas de Alfredo Guevara, quien me dijo que era necesario filmar todo lo que ella dijera. No era en rigor hacer un documental. Solo emplazar la cámara y filmar. Nunca supe cuáles eran los propósitos de Alfredo con este material.
Emplazamos las cámaras y comenzamos a filmar. Era un rodaje en 35 milímetros. Teníamos dos rollos de mil pies cada uno, de material virgen, lo que nos permitía tener una autonomía de 11 minutos por cámara. Fui arrancando las cámaras por turnos, como si se tratara de TV para tener planos distintos y no aburrir. Pero muy pronto se agotaron los dos magazines de mil pies y comenzamos a trabajar con magazines de 400 pies, por lo que la autonomía de cada registro se redujo a 5 minutos por cámara. De más está decir que el departamento de producción no le dio importancia a este trabajo y calcularon mal el material, que comenzó a agotarse y necesitamos enviar varias veces, para colmo. Este refuerzo vino en los llamados short ends. Estos eran los sobrantes de las filmaciones que podían tener cualquier tamaño.
Haydée parecía no darse cuenta de nuestros movimientos, pero en determinado instante noté que sus ojos se movían nerviosamente acorde con nuestros propósitos, sin que su pensamiento perdiera concentración ni se notara en pantalla el movimiento de sus ojos. Pero ahí estaba el dramatismo. La verdad que se leía en aquellos ojos, que reflejaban el relato como si lo estuviera viviendo en esos momentos, contando cosas, que como dijera ella misma, nunca había contado en público, nos animó a realizar ese esfuerzo casi sobre humano para no perdernos ni un minuto de su imagen.
No estuve cerca de ella. No le hice ninguna pregunta pero al salir me miró y dijo solamente: —Gracias.
Fue la única vez que la tuve cerca pero nunca he podido olvidar la ternura de aquella mirada y la suavidad de esa palabra sencilla y certera.
¿Cuál consideras es la importancia de esta mujer creativa y creadora para la cultura cubana?
De la importancia de Haydée para la cultura cubana pueden escribirse libros. Bajo su dirección la Casa de Las Américas logró darle cohesión a un movimiento literario de dimensión continental que contribuyó decididamente al boom de la literatura latinoamericana y cubana experimentado en la década de los años 60 al 80. Muchas de las grandes figuras de las letras latinoamericanas estuvieron cercanas a la Casa de las Américas. Desde la Casa se alentaron los movimientos de la plástica continental, pese al recelo de las dictaduras del plan Cóndor y, si eso no fuera suficiente, a ella se le debe el aliento a la Nueva Trova y a las grandes figuras de la Canción Protesta que influyó desde el interior de Cuba a todo el continente, llevando un soplo de libertad a pueblos masacrados por tiranías. Además, fueron La Casa de las Américas, el Ballet Nacional y el Icaic las grandes trincheras desde donde se combatió el dogmatismo que llegó a amenazar seriamente a la cultura cubana. La presencia de Haydée en la cultura cubana es de indudable importancia.
“(…) fueron La Casa de las Américas, el Ballet Nacional y el Icaic las grandes trincheras desde donde se combatió el dogmatismo que llegó a amenazar seriamente a la cultura cubana (…)”.
¿Por qué considera que un material como este merece ser rescatado y reconocido por las nuevas generaciones?
Por esas mismas cosas creo que se debe preservar su legado para las jóvenes generaciones y restaurar y recuperar materiales como este, pues no existen muchos que puedan traernos en una sola visión. Su vida, su verdad y las aristas más profundas de su pensamiento. Sin complicaciones formales. Aquí solamente están ella, su pensamiento, su verdad, su honestidad revolucionaria y el espectador que la observa y piensa. Quedó bastante material de descartes, cuyo destino ignoro pero que también debió preservarse para la historia.