La Escuela de Fidel para todos los mundos

Thais Gárciga
2/12/2016

La Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) fue un sueño amasado por Fernando Birri, su primer director; Gabriel García Márquez, Julio García Espinosa y Fidel Castro. Apenas han trascurrido algunos días del fallecimiento del líder histórico de la Revolución Cubana, y es imposible obviar que el mundo eiceteviano vio la luz, en gran medida, gracias a su entusiasmo y apoyo.

Era el 15 de diciembre de 1985 cuando la Escuela de los Tres Mundos, como la llamara Birri, abrió sus puertas de par en par. Treinta años y 24 generaciones después, la comarca de San Tranquilino, donde radica la institución docente, abre su convocatoria para matricular en el curso 2017-2020


Gabriel García Márquez, Fidel Castro y Fernando Birri en la Escuela Internacional
de Cine y Televisión. Fotos: Archivo EICTV

Fue el propio Fidel quien la inauguró con un discurso en el que recalcaba la importancia de que el centro ampliara su convocatoria al continente africano. ¿Cómo una escuela nacida para ofrecer oportunidades a estudiantes de países tercermundistas iba a excluir a los hermanos de África?

Con la lucidez y sapiencia que lo distinguió como estadista, avizoró que los graduados de este centro diseminados por el mundo, crearían una red marcados por la experiencia vivida aquí. Ha sido exactamente así, recuerda Jerónimo Labrada, fundador, director académico y jefe de la cátedra de sonido. Para dar fe de esa predicción, están los 883 egresados del curso regular diurno, y los cerca de 6000 talleristas que han ingresado a sus predios.

El fervor cinéfilo que emana de cada losa, escalón y porción de asfalto no brota en balde. Cual reacción química germinó de una matriz que tiene en su ADN el neorrealismo de Birri y su búsqueda de la experimentación; el realismo mágico de Gabo y su pasión de vivir para contar; la rebeldía y el brío innato de Fidel; la vocación fundadora e imperfecta de Julio. Con semejantes padres fundadores, no se esperaba menos de la EICTV.


 

La inminente edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano homenajeará a la EICTV y rendirá tributo a los maestros Julio García Espinosa y Abbas Kiarostami. Este último visitó la Escuela a inicios de año para impartir un taller como parte de la Maestría de Cine-Ensayo, probablemente uno de los últimos proyectos del iraní relacionados con el séptimo arte.

Es la Escuela de las utopías, sí, pero de las utopías realizables; la misma que afortunadamente sigue contando con la ayuda de los vecinos no solo de San Tranquilino, sino del territorio de San Antonio de los Baños; por no hablar de los muchos cineastas latinoamericanos y de otras latitudes geográficas que vienen o regresan a dar clases, por iniciativa propia, a esas aulas que ya casi son leyendas.

A día de hoy, es uno de los tantos motivos de orgullo que legó a la cultura cubana el autor de La historia me absolverá. Gracias a su fe en los artistas e intelectuales, esta Isla se vanagloria de tener la escuela cubana de ballet, el Ballet Nacional, las Escuelas Nacionales de Arte, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL), la Unión de Escritores y Artistas, la Asociación Hermanos Saíz, y tantas otras que hemos de heredar las generaciones del presente para no dejarlas fenecer. Como expresara Susana Molina, actual directora de la EICTV, queremos que permanezca por siempre esa complicidad de la cual nació la Escuela: entre Fidel, la Fundación y el cine cubano.