La cultura en tiempos de Covid-19, entre retos y sueños
20/10/2020
Las numerosas iniciativas relacionadas con la cultura, surgidas en esta etapa de pandemia han confirmado que teníamos numerosas potencialidades sin aprovechar. Muchas deberán mantenerse en el tiempo. En el futuro no deberemos pensar casi ningún evento o actividad cultural únicamente para espacios físicos. Las plataformas digitales y la articulación con medios tradicionales como la televisión y la radio incrementan los públicos.
Es admirable cómo el Ministerio de Cultura, diferentes instituciones y organizaciones, colectivos de creación audiovisual y los propios creadores hemos trasladado los escenarios, las peñas literarias, los teatros, las galerías, las pantallas… al mundo virtual; como muestra del amor a la creación y el afán permanente de llevar nuestras obras a la mayor cantidad de espectadores posible, conscientes de que en estos tiempos difíciles el arte también salva.
La Asociación Hermanos Saíz ha sido una de las organizaciones con mayor protagonismo durante los meses más recientes. Debemos mencionar las Romerías de mayo, que alcanzaron una dimensión en los medios de comunicación nunca antes lograda. Quizás esta fue la ocasión en la que más personas participaron en ese Festival Mundial de Juventudes Artísticas, el cual suele realizarse cada año en Holguín. Miles de internautas se sumaron desde sus perfiles personales y el evento incluyó, también, una programación especial por el canal Cubavisión con entrevistas, cápsulas promocionales, conciertos, programas como Destrabando la trova y más contenidos.
También debemos mencionar otros certámenes efectuados por completo de manera online, como la Jornada de la Canción Política —que habitualmente tiene lugar en Guantánamo—, el tercer Coloquio de Periodismo Cultural (Camagüey), los Juegos Florales y el concurso de narrativa La llave pública (Ciego de Ávila), la Jornada 13 de agosto (Pinar del Río) y el evento literario Portus Patris (Las Tunas).
Días después de informarse sobre el primer caso de Covid-19 en Cuba, los miembros de la Dirección Nacional de la AHS proyectamos el trabajo para los próximos meses, enfocados de manera especial en la promoción y en seguir llevando arte a los públicos mediante las plataformas digitales. Confeccionamos una campaña promocional, con las etiquetas #AHSEnCasa, #ElArteTambiénSalva y #MantenteInspirado, además de las tradicionales #AHSCuba y #CubaEsCultura. Habilitamos el correo electrónico ahscomunicacion@gmail.com e intensificamos la labor en grupos de Whatsapp y Telegram, para mantener la comunicación con nuestros asociados. Por primera vez, se puede concursar en todas las becas y premios de la AHS de manera digital.
Valoramos y aprobamos diversos proyectos televisivos, como El Potaje (Sobre música cubana), Del agua que bebemos (Con jóvenes músicos) y Una vez al año (Para promocionar becas y premios de la AHS), los cuales se han trasmitido por los canales Cubavisión, Clave y la señal HD de Cubavisión; en el caso de los dos primeros también llegarán a la pantalla de Cubavisión Internacional.
Paréntesis, nuestro programa tradicional, se siguió grabando según las nuevas circunstancias en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba. Terminamos la realización de proyectos que estaban en proceso, como Bitácoras AHS, audiovisual de cincuenta y siete minutos que muestra la interrelación entre jóvenes creadores de Santiago de Cuba; y Puertas de papel, material de doce minutos sobre la literatura de jóvenes y las editoriales de la institución.
En diferentes provincias también surgieron nuevos programas como Luces del Almacén, en Camagüey; La Guarida, en Las Tunas, y otros en territorios, como Matanzas. Incrementamos la confección de cápsulas promocionales, video-poemas, performances, monólogos y exposiciones virtuales, etc. en casi todos los territorios.
Entre esas iniciativas se incluyen Activos desde casa, audiovisuales realizados por la filial de la AHS en La Habana, en los cuales se muestra parte de la obra de los creadores que más han empleado las redes sociales para seguir ofreciendo su obra en este tiempo de aislamiento en casa.
Algunos de nuestros creadores se sumaron también a proyectos impulsados desde el Ministerio de Cultura (Mincult) y el Instituto Cubano de la Música, por ejemplo, la grabación de conciertos, para transmitir por el canal Clave y las transmisiones en vivo desde el Estudio Multimedia del Mincult. Resaltamos la campaña promocional con motivo del aniversario treinta y cuatro de la AHS y la Jornada por el Día de la Cultura Cubana; la cual tuvo como eslogan “El arte nos une” e incluyó spot, cartel, trabajos periodísticos, cápsulas, conciertos, etc.
El mayor reto radica en mantener muchas de esas experiencias. Debemos continuar diseñando más y mejores campañas comunicacionales también para el exterior, realizar más alianzas con artistas y organizaciones de otras partes del mundo que nos permitan llegar más lejos. En lo adelante cada evento deberá tener una programación digital, con la aspiración de ir más allá de los límites de nuestra geografía nacional, atraer y enamorar. Debemos compartir más contenidos en otros idiomas, además del Español, analizar estadísticas y readaptar el trabajo en función de lo que deseamos, tener en cuenta los horarios más pertinentes para publicar en correspondencia con la hora a la que suelen acceder los públicos. Según nuestros objetivos se pueden tener en cuenta otros elementos como sus edades, sexo, ciudad donde residen, etc., información que brindan con facilidad las administraciones de páginas en las redes.
Una de las desventajas en el trabajo en plataformas digitales que se suele enfrentar aquí es que el posicionamiento de nuestros sitios web y perfiles es solamente natural, o sea, fruto del trabajo; mientras que otros pagan por ubicaciones privilegiadas en buscadores y para llegar a más internautas con facilidad, direccionando incluso hacia otros países o grupos de edades.
En la situación de Cuba influyen diversos aspectos entre los que se incluyen la infraestructura y organización existentes para la promoción, y la preparación humana para desarrollarla. Es fundamental comprender mejor las dinámicas de las plataformas hipermediales, conocer su funcionamiento y las maneras de llegar a sectores de internautas más diversos. No se trata de inundar los sitios de contenidos, sino de brindarlos de una manera creativa y sugerente, y hacer luego una labor de promoción para esos propios materiales.
Fenómenos como la comercialización digital del arte deben ser aprovechados en mayor medida. No basta con tener, por ejemplo, una plataforma para la música, también es preciso hacerla atractiva y crear múltiples canales que lleven a ella. Los propios creadores también deben ser más protagonistas en todo ello. Deberían existir muchas más multimedias, exposiciones virtuales y posibilidades de visitas online a nuestros principales centros de arte, museos y otros lugares.
Es pertinente un mayor ejercicio de la crítica artística y cultural en espacios que de veras tengan gran impacto mediático y contribuyan a la jerarquización de las mejores opciones. Lo ideal sería que, quienes tienen entre sus funciones la promoción desde las instituciones y los medios, también sean coherentes con eso.
Durante esta etapa de medidas especiales por la Covid-19, se han redimensionado varias de las propuestas artísticas en el país, a pesar de la complejidad de las circunstancias. Escribimos esto siendo críticos sobre todo con nosotros mismos. Suele ser fácil señalar lo que se debe mejorar, pero lo verdaderamente complicado es conseguir lo que se quiere, más allá de simples metas.
Necesitamos que se superen las personas encargadas de la promoción y también los propios autores, quienes deben ser cada vez más protagonistas —para que se conozca lo que hacen—. Seguirán siendo fundamentales las alianzas entre las instituciones, entre ellas y los artistas, y con otras personas y grupos creativos con buenas experiencias.
En el futuro deberemos mantener los conciertos online, las extensiones de eventos en plataformas digitales, las programaciones en redes sociales, las exposiciones virtuales, la realización de audiovisuales y otros contenidos para Internet; así como la articulación creciente entre los creadores, los medios de comunicación y las diferentes instituciones de la Cultura. Debemos soñar cada vez más, pero sobre todo hacer. La creatividad es esencial.