La Asociación Hermanos Saíz llegará el próximo 18 de octubre a los treinta y cinco años de vida con el propósito de ser eternamente joven, como una familia grande que se renueva de manera constante, fiel a su espíritu más allá del arte.
Somos más de tres mil seiscientos miembros a lo largo de toda Cuba: escritores, actores, dramaturgos, investigadores, músicos, promotores, artistas visuales, realizadores, periodistas…, unidos por el amor a la creación.
La AHS cuenta con una amplia plataforma de promoción, becas y premios, eventos y jornadas de programación, todo lo cual favorece su protagonismo indiscutible dentro de la sociedad cubana, pero los desafíos también se renuevan y hasta crecen. Navegamos en un mar de retos, donde también es importante conocer los inicios, la épica de una vanguardia que siempre deberá ser consecuente con su esencia.
GÉNESIS
El nacimiento oficial de la AHS ocurrió en 1986, en un encuentro nacional entre representantes del Movimiento de la Nueva Trova y las brigadas Raúl Gómez García y Hermanos Saíz. Solíamos imaginar ese intercambio como difícil, lleno de diferencias y tremendismos, porque para muchos no debía ser fácil aquella integración, que significaba perder el nombre de organizaciones con historias propias y prestigio indiscutible, como el de la Nueva Trova, reconocido a nivel internacional.
Varios participantes nos han expresado que todo fluyó bastante bien, y que verdaderamente las personas con más razones para sentirse insatisfechas eran las integrantes del referido movimiento, con lazos gremiales fuertes.
Muchos coinciden en que un elemento aglutinador fue la elección como presidente del pianista Víctor Rodríguez, quien había obtenido hacía poco uno de los premios más importantes a nivel mundial, y resaltaba además por sus ideas y criterios, como alguien capaz de representar verdaderamente a todos.
Los orígenes radican más atrás. Tal vez en aquellos hermanos poetas, Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, que fueron asesinados el 13 de agosto de 1957, con apenas diecisiete y dieciocho años de edad. Ahí están sus versos y artículos, sus ejemplos de vida, como amantes de la literatura, del arte y de Cuba.
“La AHS cuenta con una amplia plataforma de promoción, becas y premios, eventos y jornadas de programación, todo lo cual favorece su protagonismo indiscutible dentro de la sociedad cubana, pero los desafíos también se renuevan y hasta crecen”.
Cuenta el historiador pinareño Luis Figueroa Pagés, estudioso de la obra de aquellos valerosos muchachos, que en una de las sesiones de los encuentros de Fidel con los intelectuales, en junio de 1961, el escritor Aldo Martínez Malo le mostró al líder de la Revolución una edición de los textos de Luis y Sergio, en un libro titulado Obras completas de los hermanos Saíz, del cual solo había doce ejemplares. Le regaló uno, y en público le propuso crear algo para aglutinar a los jóvenes creadores en torno al ejemplo de ellos. A Fidel le agradó la idea, y meses después surgió el Grupo Hermanos Saíz (GHS), con el impulso de la Uneac.
Durante una conversación en el Pabellón Cuba, el escritor Norberto Codina nos dijo que el 15 de mayo de 1962 La Gaceta de Cuba publicó una nota referida a ese grupo. A continuación compartimos un fragmento:
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba se halla organizando el Grupo Hermanos Saíz, en cuyas realizaciones tiene fundadas esperanzas. Trátase de una organización colateral de la Uneac que será integrada por aquellos escritores y artistas que, por su juventud o por causas diversas que no son ajenas a la condición semi colonial de la Cuba prerrevolucionaria, no han podido todavía desarrollar una profesionalidad literaria o artística; a pesar de lo cual no creemos que deben hallarse alejados de nuestra Uneac.
Integrarán pues este grupo, en cierta forma, candidatos a miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. No se trata, por lo tanto, de un organismo necesariamente juvenil, como ha sido interpretado por algunos: en él deben encontrarse cuantos, aun sin una obra suficientemente madura como para ya ser miembros de la Uneac, han dado pruebas de cierta calidad en su trabajo. Confiamos en que de este Grupo Hermanos Saíz habrán de salir los futuros grandes creadores de nuestra patria socialista.
Agrega Codina que funcionó durante algunos meses pero desapareció por inercia. Años después, en septiembre de 1971, fue retomado, pero se cambió su nombre a Brigada Hermanos Saíz. Según refiere, a solicitud de Nicolás Guillén, el poeta Sigifredo Álvarez Conesa se desempeñó como una especie de coordinador, y realizaban encuentros cada sábado: “Lo hacíamos como aficionados a la literatura, no era obligatorio ser miembro para participar, pero desde aquel momento los integrantes de la brigada eran seleccionados a partir de su obra”.
“Navegamos en un mar de retos, donde también es importante conocer los inicios, la épica de una vanguardia que siempre deberá ser consecuente con su esencia”.
Añade que al principio todos eran de Literatura, pero luego se sumaron artistas visuales como Eduardo Roca (Choco), y más tarde de otras manifestaciones. Reconoce que la Unión de Jóvenes Comunistas lideró el proceso para que la brigada fuera realmente nacional, con presencia en todas las provincias. Su primer presidente electo fue Omar González, lo cual ocurrió en un activo realizado con representantes de todos los territorios. Otros presidentes nacionales fueron el escritor Carlos Martí y el pintor Roberto Fabelo.
MOMENTOS CON FIDEL
Después de creada la Asociación Hermanos Saíz hubo dos encuentros durante varias horas con Fidel, cuyas intervenciones fueron recopiladas en el libro Fidel y la AHS, del autor Elier Ramírez Cañedo. El primero ocurrió el 12 de marzo de 1988 en el Palacio de las Convenciones.
Resulta interesante escuchar las opiniones de los creadores que asistieron, incluidos todos los miembros del Consejo Nacional de aquel momento, quienes resaltan el buen ambiente y la capacidad de diálogo, a pesar de la sinceridad del intercambio. Ese día el líder expresó que una organización como esta “se justifica ahora y siempre. ¡Ahora y siempre!”
El otro encuentro fue el 18 de octubre del 2001, en el Primer Congreso de la AHS, cuando Fidel, también gran intelectual y amante de las artes, analizó el contexto internacional y del país, más allá de la cultura. Luego de ese cónclave se instauró el Pabellón Cuba, ubicado en el Vedado capitalino, como sede nacional de nuestra organización.
BECAS Y PREMIOS, DE LAS MAYORES CONQUISTAS
El sistema de becas y premios de la AHS, en coordinación con el sistema institucional de la cultura, es una de las mayores conquistas, con amplias posibilidades para el crecimiento profesional de los jóvenes escritores, artistas e investigadores. Creado en los años noventa del pasado siglo, se ha enriquecido a lo largo del tiempo y abarca todas las manifestaciones.
En Literatura hoy existen posibilidades como las becas Fronesis y La Noche, y los premios Calendario, Celestino, Reina del Mar Editores, Sed de Belleza, Mangle Rojo, Aldabón, La llave pública y Portus Patris, todos los cuales incluyen las publicaciones de las obras ganadoras.
Obtener las becas Elena Burque, Ignacio Villa, Conmutaciones y Pucho López garantiza a los músicos grabar un fonograma con una de las principales disqueras del país.
Para los artistas visuales están las becas Juan Francisco Elso y Antonia Eiriz; mientras para los realizadores audiovisuales se encuentran la Chicuelo, y otras oportunidades dentro del Taller y Concurso Antonio Lloga In Memoriam, en Santiago de Cuba; La Vuelta Abajo, en Pinar del Río; y el Almacén de la imagen, en Camagüey.
En las artes escénicas se ofrecen los premios Adolfo Llauradó (actuación), Aire Frío (dirección escénica), Ramiro Guerra (danza), y las becas Milanés (obra teatral) y La selva oscura (investigación). Para los periodistas existen opciones como el Taller y concurso Rubén Martínez Villena, con sus galardones en Prensa Escrita, Radio, Televisión y Periodismo Digital.
La beca El reino de este mundo es la más general al abarcar todas las manifestaciones artísticas, para apoyar la producción de proyectos. Es la única solamente para miembros de la organización, y se otorga cada tres meses.
Tenemos también una favorable plataforma de promoción, con un departamento nacional de Comunicación, presencia creciente en el mundo digital y medios tradicionales de prensa, además de programas radiales y televisivos gestionados completamente desde la AHS, entre los que se encuentran Paréntesis, ya con quince años de vida, el cual se transmite por el youtube de la AHS y los canales Educativo y Caribe, y En clave, nacido hace apenas unas semanas en la emisora Radio Rebelde.
Solamente entre 2019 y 2020 concretamos otras propuestas televisivas, como El potaje (de música cubana), Una vez al año (sobre las becas y premios de la AHS), Del agua que bebemos (jóvenes músicos graduados del Instituto Superior de Arte); Cortocircuito, en Guantánamo (con debates sobre fenómenos culturales); y proyectos como Tocadiscos y Bitácora AHS. A eso se suman otros programas como Luces del almacén (sobre la historia del evento de audiovisuales Almacén de la Imagen) y Arte soy, ambos en Camagüey.
En cuanto a la radio se mantienen varios, como Hecho en casa, en Pinar del Río; Por ahora, en Guantánamo; La hora de los cabezones, en Holguín, y otros en Camagüey y Cienfuegos, en este último solamente durante los meses de julio y agosto.
Como parte de becas de la Asociación han surgido otros como Sesiones vagabundas, con el impulso del músico Mauricio Figueiral, que se ha transmitido por los canales Habana, Clave y Telesur.
“Ha sido un camino cargado de retos, con fuertes intercambios y debates para hacer mejor nuestra AHS e influir lo más posible en el panorama cultural cubano, conscientes del empeño fundamental de impulsar la obra de los jóvenes”.
RUMBO AL ANIVERSARIO 35
Numerosas personas han contribuido al crecimiento de la AHS durante sus casi tres décadas y media de existencia. Es habitual que muchos integrantes de esta familia nunca quieran salir. Y así, aunque tengan cuarenta, cincuenta años siguen siendo parte de este grupo de soñadores, con la pretensión de ser siempre una vanguardia real. La mayoría de los más grandes creadores del país en algún momento han pertenecido a ella, son Miembros de Honor o Maestros de Juventudes.
Algunos han sacrificado gran parte de su obra en el compromiso de coordinar, ayudar, servir a los demás, desde las responsabilidades de jefes de secciones, miembros de ejecutivos provinciales y de la Dirección Nacional, o al frente de proyectos y grupos artísticos. Aprovechamos para mencionar a los presidentes nacionales: Víctor Rodríguez, Omar Mederos, Eloisa Carreras, Jorge Luis Sánchez, Fernando Rojas, Alpidio Alonso, Luis Morlote, Rubiel García y Rafael González Muñoz.
Ha sido un camino cargado de retos, con fuertes intercambios y debates para hacer mejor nuestra AHS e influir lo más posible en el panorama cultural cubano, conscientes del empeño fundamental de impulsar la obra de los jóvenes.
Juntos hemos vencido numerosos obstáculos. Cada decisión en la Dirección Nacional suele ser ampliamente analizada desde la diversidad de sus miembros, lo cual a veces se extiende durante horas y hasta días, con ímpetu y un deseo casi desenfrenado de lograr nuestra impronta.
Casualmente treinta y cinco años es también la edad límite para pertenecer a la Asociación, por eso enarbolamos el eslogan “quedArte Joven, ahora y siempre”, que incluye nuestro propósito de jamás envejecer como organización, cuya alma deberá estar siempre en sus creadores y el corazón puro de Cuba.